Juego: escalera de las emociones para cambiar el comportamiento del niño

Conoce de qué trata el juego de la escalera de las emociones, una actividad que permite cambiar el comportamiento de los niños y reconocer sus emociones.

El juego de la escalera de las emociones es conocido como una actividad que ayuda a que los niños a cambiar su comportamiento. Asimismo, les enseña a reconocer sus emociones por medio de una técnica muy sencilla.

Hay momentos en que los infantes explotan por una rabia que no pueden controlar e incluso, pueden molestarse con sus amigos y golpearlos. Cuando un chico no puede enfrentarse a sus problemas, se bloque por completo y comienza a sentir una gran frustración.

El problema en todo esto inicia cuando hay ausencia de autocontrol y las emociones comienzan a hacer fiestas. La inteligencia emocional es algo muy importante, ya que esto determina el comportamiento del niño.

Por lo general, los menores son agresivos porque no pueden manejar sus emociones. Lo más seguro es que te preguntes cómo ayudarlos y para eso te enseñaremos el juego de la escalera de las emociones.

Escalera de las emociones, un juego que cambiará el comportamiento de tu hijo

Pequeña en llanto

Este es un juego que se encuentra ligado a la educación de la inteligencia emocional y es una excelente estrategia para aquellos infantes a los que les cuesta controlar los impulsos. Si bien es útil en los pequeños, puede ser utilizada en jóvenes mayores.

Para comenzar a emplearla vas a necesitar 4 hojas de papel. En dichas hojas debes escribir en letras grandes lo siguiente:

  1. Lo que pasa.
  2. Lo que pienso.
  3. Lo que siento.
  4. Lo que hago.
  5. El resultado.

Coloca las hojas en el suelo, en forma de escalera. El primer escalón es la hoja de lo que pasa y el último, el del resultado.

En el momento en que tus hijos tengan uno de esos comportamientos que deseas cambiar, puedes pedirles que se paren en el primer escalón y que contesten una a una las preguntas. Esto les permitirá descubrir sus emociones y analizar sus acciones.

Cuando el niño ya haya terminado, deberá subirse nuevamente a la escalera de las emociones. En esta ocasión, se le preguntará qué hubiese ocurrido si en lugar de pensar una cosa hubiera pensado la otra.

¿Por qué este juego va a ayudar a tu hijo?

Joven molesto: escalera de las emociones

Cada persona es dueña y arquitecta de sus emociones. A su vez, cada uno elije la opción que más le conviene en la vida y es allí cuando se vuelve necesario enseñar a tomar la mejor decisión. En este sentido, la técnica resulta muy útil.

Un ejemplo de esto es cuando tu pequeño desea un juguete nuevo, pero este es muy caro. La opción que le das es que lo pida para navidad, aunque falten unos meses para esta festividad. Entonces, se abren dos posibilidades delante:

  1. Que el niño se moleste y llore por no aceptar una negativa.
  2. Que se entristezca por el anhelo de ese juguete, pero acepte que aún no se puede comprar y que debe esperar.

La mayoría de los niños van a escoger la primera opción y en ese momento debes explicarle que con esta opción no va a conseguir nada. Y para ello, puedes usar el juego de la escalera de las emociones.

¿Cómo emplear esta técnica en el ejemplo mencionado?

Para poner en práctica el juego en este caso debes saber cuál es el procedimiento. Supongamos que el pequeño ha escogido la primera opción, los pasos a seguir son los siguientes:

  1. ¿Qué pasa? ‘Mis padres no quieren comprarme el juguete’.
  2. ¿Qué piensas? ‘No comprendo por qué no me quieren comprar el juguete’.
  3. ¿Cómo te sientes? ‘Estoy molesto’.
  4. ¿Y qué has hecho? ‘Solo llorar y gritar’.
  5. ¿Y qué has conseguido? ‘Mis padres se molestaron y me castigaron’.
  6. ¿Te sientes mejor ahora? ‘No’.

Niña llorando

Ahora, tienes que explicarle a tu hijo cuáles serían las respuestas en caso de haber escogido la segunda opción:

  1. ¿Qué pasa? ‘Mis padres no me quieren comprar el juguete en este momento’.
  2. ¿Qué piensas? ‘Me da mucha rabia porque lo quiero ahora, pero entiendo que no se puede y que debo esperar un poco’.
  3. ¿Cómo te sientes? ‘Estoy triste porque no me lo pueden comprar en este momento, pero me prometieron que me lo regalarán en navidad y eso es algo que me emociona’.
  4. ¿Qué has hecho? ‘Pensar que ya solo quedan pocos meses para que me lo compren’.
  5. ¿Y qué has conseguido? ‘Ya no estar tan molesto’.

Este tan solo es un ejemplo que te va a servir para que lo emplees en otras ocasiones. Esta es una técnica que puede ser utilizada para los niños de todas las edades, incluso los adolescentes. ¿Quieres probarlo? ¡Anímate!

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