En las últimas décadas, se está consolidando la tendencia de valorar y considerar la educación como un producto y no como un proceso. Según Zygmunt Bauman, esto sucede a raíz de la impaciencia de los hombres de la modernidad líquida, donde el disfrute breve de las cosas se ha convertido en la principal necesidad.
Zygmunt Bauman: la educación en tiempos de modernidad líquida
Zygmunt Bauman fue un sociólogo y filósofo polaco que centró su carrera en diferentes cuestiones sociales; como la modernidad, la globalización y, en definitiva, las diferentes problemáticas relacionadas.
Entre las diferentes aportaciones por las que Zygmunt Bauman a día de hoy es altamente reconocido, se encuentra el concepto que creó y que denominó como modernidad líquida.
La modernidad líquida o fluida alude al cambio constante de las sociedades, a la inconsistencia e inestabilidad de todos los niveles de la vida en comunidad, donde la colectividad y el sentido de pertenencia pasan a un segundo plano y la individualidad pasa al frente.
En la actualidad, las personas viven el momento y huyen de aquello que requiere un largo periodo de tiempo para conseguirlo, y que no es una certeza llegar a alcanzarlo realmente. Es decir, buscamos planes a corto plazo y que cuyo éxito nos parezca seguro.
Asimismo, el conocimiento del sistema educativo formal no resulta atractivo a ojos de los hombres de la modernidad líquida. Tal y como se observa en todos los contextos, y como bien expresa Bauman, a día de hoy, la receta del éxito que exige la actualidad es ser uno mismo, no ser como todos los demás.
De este modo, se inicia una tendencia a huir de la educación formal de las escuelas y las universidades, con el fin de evitar una supuesta educación que enseña en la semejanza. Los hombres y mujeres de la modernidad aspiran a despertar sus propias virtudes y conocimientos fuera del sistema educativo formal.
“Debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Y también debemos aprender el aún más difícil arte de preparar a las próximas generaciones para vivir en semejante mundo.”
-Zygmunt Bauman-
El propósito de la educación
En una sociedad en la que el conocimiento y el saber para toda la vida no solo han perdido la utilidad sino también el sentido, el valor de aprender se conceptualiza como un producto que debe servirnos para el saber hacer y el saber vivir, pero no para el saber.
Frente a esta situación, Bauman desecha la educación de usar y tirar y aboga por una educación permanente: el aprendizaje constante a lo largo de la vida. Es más, el filósofo expresa la importancia de educar en el deseo de aprender: cuanto más sé, más quiero saber.
La educación y Bauman
Finalmente, el sociólogo delega esta responsabilidad en los profesionales de la educación, los maestros, al tiempo que expresa que el propósito de la educación debe orientarse a la construcción de una nueva ciudadanía, lejos de las influencias economicistas.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Bauman, Z. (2002). Modernidad Líquida. S.L. Fondo de Cultura Económica de España. Madrid: España.
- Bauman, Z. (2009). Los retos de la educación en la modernidad líquida. Gedisa. Madrid: España.