Familias monoparentales a través de la literatura infantil

En este artículo hablamos de las familias monoparentales y de cómo la literatura infantil ayuda a dejar atrás el concepto anclado a una familia compuesta por un hombre, una mujer y el número de hijos que estos tengan en común.

En la sociedad en la que vivimos y en el siglo en el que nos encontramos, la diversidad familiar ya es una realidad. Ahora existen diferentes tipos de familia que ni siquiera tienen que estar formadas por un mínimo de tres personas, sino que dos son suficientes.

A continuación, te mostramos una serie de libros para niños que tratan los nuevos tipos de familia de una forma bella y comprensible.

Libros infantiles sobre familias monoparentales

La literatura infantil, que aborda la temática de las familias diversas y en especial las monoparentales, se conducen a través del paradigma de la coeducación.

Desde esta perspectiva, siguiendo las ideas de una investigación desarrollada en la Universidad de Alicante, se trabaja el desarrollo integral de la personalidad, las actitudes y valores que antes respondían a un género en particular, y que ahora son asumidos sin importar el sexo.

Por tanto, con este recurso estético se cuestionan de manera implícita los rasgos aceptados de masculino y femenino y se emplean lenguajes que propician la comunicación interpersonal. Veamos estos rasgos en la selección que hemos preparado para ti.

1. Tengo una mamá y punto

Un maravilloso y entrañable libro de Francesca Pardi, ilustrado por Úrsula Bucher, que muestra una familia monoparental compuesta por una madre y una hija, quienes se tienen amor mutuo y realizan muchas actividades juntas. El título del libro Tengo una mamá y punto hace referencia a la frase que Camila, la niña protagonista de la historia, utiliza cada vez que alguien le pregunta por qué no tiene papá.

La aceptación y la normalidad con la que la protagonista toma a su familia siendo tan pequeña es fantástica. Sin embargo, todo se tuerce cuando llega el Día del Padre en el colegio. La sustituta de su profesora obliga a dibujar al papá de cada niño para celebrar este día. A pesar de que Camila rechaza esta actividad, la profesora insiste.

Durante estas páginas veremos ‘las dos caras de la moneda’ que muestran, por un lado, la aceptación de la diversidad familiar vista desde una niña pequeña y, por otro lado, la afirmación de que una familia está compuesta por una madre y un padre siempre.

Un maravilloso libro ilustrado que, además de ayudar a las familias monoparentales, ayudará también a mostrar que las decisiones de los demás siempre se deben respetar, y más cuando se trata de cuestiones personales.

2. Adivina cuánto te quiero

Este sencillo cuento de Sam McBratney y Anita Jeram, trata uno de los temas más bonitos: el amor. En este caso, el amor entre una pequeña liebre y su madre. Ambos compiten entre sí para demostrar al otro que le quiere más. Por mucho que la liebre pequeña lo intenta, las dimensiones de la madre hacen que esta siempre gane.

Entonces, la liebre pequeña tiene una estupenda idea: ¿y si lleva el amor por su madre hasta la luna? ¿Llegará el suyo allí? Este es uno de los cuentos de animales para niños a partir de 3 años que ya se ha convertido en un clásico de la literatura infantil.

Un dulce libro ilustrado que nos muestra que, independientemente del número de miembros de una familia, lo que les une siempre es el amor.

3. Mi papá y yo: un álbum para hacer con tu papá y conocerle mejor

Los libro-juegos son los que más gustan a los niños por todas las posibilidades que estos ofrecen. Además de convertirse en lector al sumergirse en la historia de sus páginas, tendrá la posibilidad de conocer a su padre todavía más a través de las actividades que se proponen. 

Escrito por Albert Tarafa e ilustrado por Núria Feijóo, es un libro didáctico para niños de 6 a 9 años, diseñado para unir a padres e hijos que tienen la posibilidad de disfrutar y de muchas maneras, con palabras, dibujos o fotografías, escribirlo juntos.

4. Hijito pollito

Un fantástico libro de Marta Zafrilla, que tiene como protagonistas a un pollito y a su madre, una gata gris. La historia abordará a lo largo de sus páginas dos temas fundamentales de comprender para los más pequeños: la diversidad familiar y la adopción que, en este caso, se enmarcan dentro del mundo animal.

Sin embargo, estos animales se presentan como humanizados, pues en la historia podremos ver cómo los compañeros de clase del pollito no entienden la familia que él y su madre forman.

Las ilustraciones del libro transmiten dulzura y ternura que se traslada también a sus protagonistas, quienes revelan que ser diferente al resto no tiene por qué ser incómodo, sino todo lo contrario.

5. El papá que tenía 10 hijos

Un libro de Bénédicte Guettier, muy divertido, con ilustraciones que harán disfrutar a mayores y a pequeños viendo los cotidianos problemas a los que está sometido un padre con sus nada más y nada menos que… ¡10 hijos!

¿Te imaginas cómo sería tu mundo con 10 hijos? A través de las páginas de este libro y con su sencillo texto, pasarás un rato hilarante disfrutando de esta peculiar familia.

En sus graciosas páginas se sugiere que padre o madre, cuando crían a contracorriente, necesitan un tiempo de intimidad y descanso, compatible con el afecto y que el amor a los hijos hace posible lo imposible.

6. Mi familia es de otro mundo

En este libro de Cecilia Blanco, descubrirás por qué Juli tiene dos casas y cómo Santi conoció a sus papás. Lu es la hija de dos papás que hacen una pareja homoparental y Sol y Matu nacieron por inseminación artificial.

Y además, el mundo de Leo siempre fue solo con su mamá hasta que llegó El Negro, un cachorro. La verdad es que hoy lo normal es diferente a cómo se le consideraba antes, no porque no ocurriera sino porque no se aceptaba.

La separación, la adopción, la fertilización y las parejas del mismo sexo aumentan la gama de las familias monoparentales y la literatura infantil siempre está presta a reflejar esa diversidad, con humor y ternura.

7. La cigüeña risueña

Este es un cuento en verso que recrea la vida de la mítica cigüeña que ahora entiende la paternidad y la maternidad más allá de la biología, del tipo de familia, o de gestar a un hijo en el vientre.

En tal sentido, el amor y la entrega trascienden las circunstancias y ayudan a descubrir que ser padres y madres es entregarse a otro ser por encima de todo. En esta historia de Virginia Cantó, la cigüeña entrega niños de un color de piel distinto al de sus padres, o no recién nacidos, como nos había acostumbrado la tradición.

Pues de eso se ocupa la literatura infantil, de romper moldes y ampliar el marco de observación con respecto a temas que suscitan dudas, temores o pruritos, como por ejemplo, el de las familias monoparentales y más allá.

8. Te quiero un montón

En esta historia de Juan Carlos Chandro, ilustrada por María Luisa Torcida, una mamá trabajadora parece no brindar toda la atención que su niño le demanda; sin embargo, ella le hace saber cuánto lo quiere de diferentes y cariñosas formas.

Por ejemplo, se lo dice con la nariz tapada: – ¡De quedo muzo, muzo! O se lo dice con un eco: – ¿Te lo digo con eco? ¡Te quiero…ero…erooo mucho..ucho… uchoooooo! Un álbum aleccionador que permite trabajar las emociones y se presta para la lectura dramatizada que tanto emociona a los pequeños.

9. Mamá adivina

En este cuento de Yolanda de Sousa, se ilustra el sorprendente superpoder que tienen las madres de encontrar todo, incluso en los lugares más insospechados.

El hijo que vive con su madre va de asombro en asombro, pues hasta una mínima canica azul llena de nostalgia, aparece de forma increíble antes de ser comida por el perro. Es que la casa revela un poco el desorden de un niño que tiene el hogar para jugar y la madre, una sobrecarga de tareas.

Esto queda demostrado de manera inteligente y sutil, cuando es la mamá la que pierde algo que ella misma no consigue… las llaves, que ha dejado pegadas a la cerradura.

10. A veces mamá tiene truenos en la cabeza

La autora Bea Taboada y la ilustradora Dani Padrón destacan el carrusel de emociones que experimenta la mamá y cómo las ve su observadora hija. Si está molesta, agotada o triste, apenas se muestra la cara de la madre, pero si está contenta, su cara es radiante y aparece en todo su esplendor.

Humor y tiempo van de la mano. Las ocupaciones, los problemas, las incertidumbres, se dejan ver, a cara descubierta o entre nubarrones. La niña así descubre que las emociones no solo se expresan, sino que también son cambiantes.

¿Por qué usar la literatura infantil?

Los cuentos infantiles tienen la particularidad de estar al alcance de todos y a padres como a niños les permiten acceder a realidades complejas, difíciles de explicar de otro modo.

La literatura infantil, como lo expone esta investigación llevada a cabo en la Universidad de Valladolid, facilita la comprensión al hacernos una excursión por los sentimientos y emociones que componen la diversidad; y ello ocurre, de manera especial, en lo que toca a las familias monoparentales y sus muchas formas de presentarse en la realidad.

En ese sentido, las historias nos ayudan a interiorizar las ideas que configuran las culturas y a comprender el significado social de lo correcto e incorrecto. Como también, a descubrir que el amor, el afecto, el cuidado son la base inmaterial de nuestras vidas.