Cultivar el amor por la naturaleza en los niños: 8 formas efectivas

El respeto y amor por la naturaleza en los niños puede enseñarse mediante actividades vivenciales, como el reciclado, el cuidado del agua, entre otras prácticas sencillas, pero que fomentan la responsabilidad.
Cultivar el amor por la naturaleza en los niños: 8 formas efectivas
Maria Fátima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 15 julio, 2023

«No hay planeta B». Esta es una frase con la que se busca visibilizar la importancia de generar conciencia y procurar un cambio a nivel mundial en términos del medio ambiente. ¿Cómo hacerlo? Educando y enseñando a los niños desde temprana edad el amor por la naturaleza y su cuidado. A continuación, algunas ideas para aplicar.

8 consejos para enseñar el amor por la naturaleza a los niños

La educación ambiental durante la primera infancia, como se reseña a través de una revisión sistemática del Educational Research Review, influye en el desarrollo de una apreciación básica del mundo natural.

Inculcar el amor por los entonos naturales es un tipo de educación ambiental con beneficios de gran impacto en el plano social. Te enseñamos algunas ideas para que los niños aprendan a amar y respetar la naturaleza.

1. Habla de la naturaleza

Tal como indica el dicho popular, «nadie valora aquello que no conoce». Por eso, es importante que la naturaleza empiece a ser un tema de conversación desde temprana edad y no esperar a la escuela. Así lo advierte un trabajo divulgado a través de la Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias.

Por supuesto, se trata de adecuar la estrategia según la edad del niño, pero empezar a familiarizarlo con ciertas ideas. Así pues, puedes enseñarle qué es un río a través de una excursión y cuál es la importancia de los cursos del agua para la vida en la tierra, así como también puedes mostrarle qué es un glaciar con fotografías.

Es positivo que los chicos aprendan a conocer la diversidad natural, tanto de su entorno inmediato como aquellas otras realidades existentes a lo largo y ancho del mundo. Así podrás cultivar su amor por la naturaleza desde temprana edad.

Durante el proceso, la lectura de libros, infografías y cuentos, en conjunto con la visualización de vídeos, son de gran valor. La educación narrativa, tal y como lo explica un artículo publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, contribuye en la conciencia ambiental.

2. Planifica actividades al aire libre

Aunque vivas en una gran ciudad, es valioso que los chicos puedan tener contacto con la naturaleza. Por eso, puedes organizar un paseo a la plaza más cercana o alguna escapada durante los días del fin de semana.

De acuerdo con un trabajo publicado en la revista Innovación Educativa, las estrategias más efectivas de motivación e interés en los jóvenes sobre los temas ambientales pasan por exponerlos a actividades fuera del aula.

3. Enséñale cuáles son todos los elementos naturales que lo rodean

Se trata de actividades sencillas que se complementan con otras. Por ejemplo, pueden aprovechar la caminata cotidiana a la escuela para ir aprendiendo y tomando nota sobre todo aquello que lo rodea. Desde cómo las hojas abandonan los árboles en el otoño hasta el sonido de los pájaros cantando. Esta es una forma ideal para cultivarles el amor por la naturaleza.



4. Ayúdale a tomar conciencia del carácter limitado de los recursos

Por ejemplo, cuando se lavan los dientes o al bañarse, indícales que no es bueno tener el grifo abierto desperdiciando el agua. También puedes señalarles que es importante cuidar la energía e invitarlo a apagar las luces si no las usa o los dispositivos electrónicos.

5. Aprovecha su espíritu curioso y lúdico

En general, los niños son pequeños exploradores del mundo. Así, puedes aprovechar para enseñarle sobre la naturaleza a través de dinámicas o experimentos con objetos cotidianos. Se trata de una estrategia que potencia la sensibilidad y la asimilación de los hechos en los niños, como se informa en un artículo publicado en la Revista de Ciencias Ambientales.

Existen algunos juegos que permiten que los niños conozcan cómo funciona el reino animal. Por ejemplo, es muy conocido aquel que les enseña a armar un hormiguero en casa y les invita a conocer y descubrir la labor de las hormigas.

6. Organiza excursiones y caminatas

Una salida a un centro comercial no es la única aventura que los niños pueden disfrutar. Desde pícnics en el parque, hasta paseos más «elaborados», como excursiones a un río o a una sierra, son excelentes oportunidades para que los chicos sientan amor por la naturaleza y disfruten de sus beneficios.

7. Procura que todos se impliquen como familia

La idea de cuidar y respetar la naturaleza no debe quedar limitada solo a actos o eventos puntuales. De igual modo, la información y las dinámicas no deben involucrar a los jóvenes de forma aislada.

Es importante que toda la familia esté comprometida en respetar el medio ambiente, ya que todas las prácticas y decisiones del grupo estarán orientadas en esta dirección y será más fácil ejecutarlas.

8. Ejercita la economía circular desde temprana edad

La economía circular es un nuevo paradigma que busca darle «más vida o nueva vida» a los objetos. Es decir, busca reintroducirlos de nuevo en el proceso, dándole valor, en reemplazo de los objetos de un solo uso.

Puedes enseñarles a reciclar y explicarles por qué es mejor hacer compras a granel en lugar de emplear plásticos, puedes sugerirles que regale aquellos juguetes que ya no usa para que otros niños puedan jugar con ellos, a reparar los objetos en lugar de tirar y comprar nuevos, entre otras cosas.



Y tú, ¿qué piensas sobre la naturaleza?

De manera adicional, si consideras que como adultos eres uno de los principales referentes de los niños, es necesario hacerse las preguntas: ¿Qué es el medio ambiente para mí, qué importancia le doy al cuidado del planeta, qué dicen mis actos?

Esto te permitirá reflexionar de qué modo —a través de conductas no intencionales o no pensadas— le estás transmitiendo una enseñanza a los más chicos.

Por último, no hay que olvidar que el disfrute de la naturaleza y el acceso a un entorno limpio y seguro forma parte de los derechos de los niños y niñas, como señala la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Debido a ello, también está en manos de los adultos cuidar del entorno y brindarles las herramientas para que ellos puedan hacerlo en el futuro.


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