¿Es mejor la cesárea o el parto natural?

Antes que definir si es mejor el parto natural o la cesárea, lo que se debe priorizar es la salud de la madre y el feto. Lo mejor será aquello que los mantenga saludables a ambos.
¿Es mejor la cesárea o el parto natural?
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por Mariel Mendoza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 diciembre, 2023

Elegir entre una cesárea y un parto natural puede parecer una decisión que corresponda a la madre. Sin embargo, la realidad es que debería llegarse a un acuerdo entre el médico y la mujer embarazada.

El modo normal de nacimiento es el parto vaginal. En concreto, la cesárea tiene indicaciones precisas que tienen que ver con cuestiones de salud. Para ello fue creada la intervención.

Y si bien es posible elegir una cesárea por deseo personal, programarla y ejecutarla sin complicaciones, cuando no hay contraindicaciones, siempre será mejor el parto natural. Te explicamos por qué.

¿Qué es el parto natural o vaginal?

El parto natural es el proceso en el cual un bebé es expulsado del útero de la madre, a través de la vagina. En general, comienza con el llamado trabajo de parto, que tiene como primeros signos a las contracciones repetidas y regulares.

Para que suceda el parto vaginal se debe dilatar el cuello uterino. Esto ocurre gracias a las contracciones, que con el paso de las horas se vuelven más intensas.

Finalmente, ocurrirá la expulsión del bebé. El niño se desplaza a través del canal del parto y sale por la vagina. Después de que el bebé nace, la placenta y otras membranas se expulsan en la llamada fase de alumbramiento.


Descubre qué es: La inducción del parto


Ventajas del parto vaginal

Si el parto natural se puede llevar a cabo de manera segura, ofrecerá varias ventajas:

  • Recuperación más rápida: la estancia en el hospital suele ser más corta que en una cesárea.
  • Menos riesgos de complicaciones: hay menos posibilidades de infecciones añadidas en los días posteriores.
  • Establecimiento del vínculo madre/hijo: el proceso del parto vaginal permite que la madre y el bebé interactúen de modo temprano, a través del contacto piel con piel y la lactancia inmediata.
  • Menor riesgo de problemas respiratorios para el bebé: una investigación publicada en The Lancet encontró que, al nacer por parto vaginal, los niños tienen una mejor colonización de bacterias en su tracto respiratorio superior. Esto genera una microbiota óptima para prevenir infecciones.
  • Menos intervenciones médicas: el parto vaginal implica menos participación del equipo médico en cuanto a uso de instrumentos y medicación. De todas maneras, como aclara una publicación del año 2020, el manejo del dolor es una opción y está disponible para las embarazadas que eligen el parto natural.
  • Menor riesgo de problemas a largo plazo para las madres: la cesárea se asocia a más adherencias y cicatrices uterinas, que luego podrían generar complicaciones.
  • Menor costo: en términos generales, el parto vaginal es menos costoso que una cesárea. Las clínicas disponen de un presupuesto menor para este procedimiento, la estancia hospitalaria es de pocos días y no suele haber uso de procedimientos extras.

Desventajas del parto vaginal

Es importante destacar que el parto natural es la forma fisiológica de dar a luz. Las siguientes desventajas son solo potenciales y podrían o no aparecer:

  • Dolor: el dolor durante el trabajo de parto puede ser intenso. Para algunas mujeres puede ser difícil lidiar con él.
  • Lesiones perineales: durante el parto vaginal puede ocurrir un desgarro del perineo o la necesidad de practicar una episiotomía para facilitar la salida del bebé.
  • Proceso prolongado: el trabajo de parto puede llevar mucho tiempo. Si bien hay embarazadas que dan a luz con rapidez, otras pueden permanecer de ocho a doce horas en la fase dilatación, con contracciones progresivas.

¿Qué es la cesárea?

La cesárea es un procedimiento quirúrgico en el que el bebé es extraído del útero a través de una incisión en el abdomen y el útero. Existen tres tipos de cesáreas desde el punto de vista médico:

  1. Por elección: el profesional define, con tiempo y en los controles obstétricos, que será necesaria la cirugía. Por lo tanto, se programará una fecha para su realización.
  2. Por indicación: en este caso, la mujer inicia con un trabajo de parto vaginal, pero el mismo se detiene en algún punto, sin expulsión natural del bebé. Entonces, se debe pasar a una cesárea para completar el nacimiento.
  3. Urgente: cuando corre riesgo la vida de la madre, del feto o de ambos. Estos escenarios se definen según protocolos establecidos, como lo detalla una publicación de Gynecologic and obstetric investigation.

Durante la cesárea se realiza una incisión horizontal (o vertical, a veces) en el abdomen de la madre. Luego, se hace una nueva incisión, esta vez en el útero, para extraer al bebé.

Se realiza bajo anestesia epidural o espinal regional casi siempre. La parte inferior del cuerpo de la madre queda sin sensibilidad, pero ella permanece despierta durante el procedimiento.



Ventajas de la cesárea

Es importante tener en cuenta que, aunque existen beneficios, también hay riesgos y la cesárea conlleva una recuperación diferente en comparación con el parto vaginal.

Sí, es indudable que la cirugía permite una planificación más precisa del parto. Además, resulta necesaria en casos particulares, en los que el cronograma de adelantamiento del nacimiento podría salvar la vida de la madre, como sucede en la hipertensión arterial severa o el embarazo múltiple.

La cesárea reduce el riesgo de lesiones perineales, como los desgarros o las episiotomías que se realizan en el parto vaginal. Y también, al evitar el paso por la vagina, se reduce el riesgo de transmisión de ciertas infecciones maternas al bebé.

De todos modos, aunque la prevención de la transmisión del VIH siempre fue una indicación indiscutible, hoy no está claro que los beneficios superen a los riesgos.

Desventajas de la cesárea

La cesárea, a pesar de ser necesaria en muchos casos, también presenta desventajas y riesgos asociados:

  • Recuperación prolongada: hay molestias, dolor abdominal y limitaciones en la actividad física durante un período más largo que si se atravesase un parto vaginal.
  • Riesgos quirúrgicos: como sucede con cualquier cirugía, la cesárea conlleva riesgos inherentes de sobreinfección, hemorragia y complicaciones relacionadas con la anestesia.
  • Posibles dificultades en embarazos posteriores: las mujeres que han tenido una cesárea pueden enfrentar desafíos adicionales en gestas futuras, como un mayor riesgo de placenta previa o de desgarros de la cicatriz uterina, según detallan investigadores de la Universidad de Múnich.
  • Menor inmunidad para el bebé: el paso por el canal de parto durante un parto vaginal expone al bebé a bacterias beneficiosas que contribuyen al desarrollo de su sistema inmunitario.

Algunas preguntas frecuentes sobre parto natural y cesárea

Ya conoces las ventajas y desventajas de cada alternativa. Pero hay dudas que puedes tener sobre los métodos, sus técnicas y sus efectos. Las siguientes son las más frecuentes entre las embarazadas. Conocerlas te dará más claridad sobre el panorama.

1. ¿La cesárea afecta la capacidad de amamantar?

Una publicación de la revista BMC encontró que los bebés nacidos por cesárea abandonan antes la lactancia materna. De todas maneras, no habría afectación en la calidad de la leche producida por la madre.

Aun así, si fue una cesárea de emergencia o si la madre recibió anestesia general, puede haber un ligero retraso en el inicio de la lactancia. No sucede lo mismo con la anestesia epidural o regional.

2. ¿Se puede tener un parto natural después de una cesárea?

Sí, es posible tener un parto vaginal después de una cesárea. Los estudios científicos encontraron que tener una cicatriz baja y horizontal de la intervención es lo que mejor pronóstico otorga a futuro.

De todos modos, en cada embarazo hay que evaluar las condiciones obstétricas. Influye la presentación del feto, la existencia de enfermedades y la presencia o no de signos de emergencia.

3. ¿Es seguro el parto en casa?

Cada vez hay más mujeres que eligen tener un parto natural en su casa. Para realizarlo, es indispensable tener asesoramiento médico, aunque sea en el hogar. La presencia de un equipo profesional que acompañe y asista será clave para dar seguridad.

La proximidad a un hospital o centro médico en caso de emergencia es crucial. En situaciones imprevistas, un traslado rápido puede salvar la vida de la madre y del bebé. Así que antes de decidirlo, es recomendable tener discusiones abiertas con los profesionales.

4. ¿Cuándo se afecta más la estética?

Aunque lo primordial es la salud del bebé y la madre, para muchas mujeres es importante saber cómo se afecta su estética tras el parto. Tanto el parto vaginal como la cesárea pueden afectar la figura estética, pero los impactos varían de una persona a otra.

Después del parto vaginal hay cambios en el periné. Los desgarros o las episiotomías afectan la apariencia de la vagina. También, el trabajo de parto ejerce presión sobre los músculos pélvicos y abdominales. Si a ello sumamos que la piel del abdomen se estira por el crecimiento del bebé, tendremos algo de flacidez y estrías.

Tras una cesárea, la cicatriz afectará la apariencia del área abdominal. Además, como es una intervención quirúrgica, luego aparecerá cierta inflamación e hinchazón en el abdomen.

¿Elijo parto natural o cesárea?

En resumen, lo ideal sería que la decisión entre un parto vaginal y una cesárea se realice en conjunto entre la madre y el personal médico. No puede ser una opción unilateral de la embarazada, porque se deben considerar las condiciones obstétricas para mayor seguridad.

A su vez, la imposición por parte del médico sería un avasallamiento de los derechos del paciente. Si no hay contraindicaciones por parte del médico, lo natural es el parto vaginal. Tiene menos desventajas y complicaciones que la cirugía.

Ahora bien, ¿cuándo se indica una cesárea? Según los expertos, no más del 10-15 % de las embarazadas necesitarían una cirugía para su parto. Y las indicaciones más frecuentes son las siguientes:

  • Embarazo múltiple.
  • Bebé en postura inadecuada, como de nalgas.
  • Problemas con la placenta que aumentan el riesgo del parto.
  • Alteraciones en el cordón umbilical que dificulten la salida por la vagina.
  • Feto con problemas del desarrollo en su sistema nervioso, como la espina bífida.
  • Madre con una enfermedad de base que hace peligrar el parto vaginal, como la preeclampsia.

Como puedes notar, son condiciones (y hay otras más) que define el médico. Por eso es importante la comunicación fluida con tu profesional de cabecera. Más que pensar si es mejor el parto natural o la cesárea, lo que debes poner en perspectiva es tu salud y la de tu bebé. La opción a elegir será la que mejor conserve la salud de ambos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.