Estos son los beneficios de la lectoescritura infantil

Aprender a leer y escribir es importante para poder comunicarse con los demás, pero la mayoría no conoce a ciencia cierta cuáles son los beneficios de la lectoescritura. En los infantes, este aprendizaje es crucial para que conozcan el mundo que los rodea, mejoren el pensamiento crítico y promuevan su educación.

Impulsar la lectoescritura desde la infancia ayuda a fortalecer su desarrollo con el paso del tiempo. En el proceso, los niños emplean distintos niveles de lectoescritura. Comienzan con garabatos y luego asocian sonidos con la forma de las letras, relacionan el texto con las imágenes y finalmente comprenden sus significados.

Aunque algunos niños aprenden a escribir antes que a leer, o ambas habilidades antes que otros, es crucial fomentar ambas capacidades en todos los casos. A continuación, conocerás por qué es tan importante la lectoescritura, cuáles son sus beneficios y cómo puedes incentivarla desde el hogar. ¡Descúbrelo!

La importancia de la lectoescritura

De más está decir que el lenguaje es el medio por el cual transmitimos nuestros pensamientos y podemos interactuar. La lectoescritura engloba el desarrollo de habilidades como leer y escribir, las cuales están interrelacionadas y no son simples de dominar, sino que requieren un proceso continuo de aprendizaje.

Aprender a leer y escribir es imprescindible para acceder a los conocimientos y desarrollarlos, garantizando un correcto desenvolvimiento en las tareas cotidianas. Ya sea en el colegio o en las relaciones sociales, la habilidad de la lectoescritura beneficia a los niños durante toda su vida. Por ello, como padres, es crucial poner énfasis en su desarrollo desde temprana edad.

Beneficios de la lectoescritura

Uno de los principales beneficios de la lectoescritura es favorecer la comunicación con otros, pero este no es el único. A continuación, indicaremos todas las ventajas que tiene promover el desarrollo de la lectura y la escritura infantil, según una investigación de Mozo Reyes.

1. Mejora la comunicación

Saber leer y escribir facilita el desarrollo del lenguaje. Esto no solo mejora la comunicación con los demás, sino también las habilidades para hablar. Es decir, permite expresar ideas de manera clara y efectiva, de forma oral y escrita, para que otros las entiendan.

2. Facilita la comprensión

Favorecer la lectoescritura infantil ayuda a entender lo que el niño lee y lo que le rodea. Por esto, la lectura y la escritura son esenciales para recibir y también difundir conocimientos. Además, esto le permite expresarse, formar su carácter y entablar relaciones con otros.

3. Promueve un mejor rendimiento

Los niños que aprenden a leer en los primeros años de vida logran un mejor rendimiento académico que aquellos que tienen deficiencias en su enseñanza. Esto les brinda una base para continuar con su educación y desarrollarse en diversas áreas, incluido el ámbito laboral, a lo largo de su vida.

4. Estimula la creatividad

Sumergirse en un mundo de historias y narrativas mediante la lectura permite a los niños explorar otra faceta: la de la creatividad. Como la lectura y la escritura están relacionadas, estas habilidades pueden impulsar la imaginación y la expresión de pensamientos. Por ende, también se puede fomentar la escritura creativa.

5. Desarrolla la empatía

La lectura es una actividad que permite a los niños identificarse con los personajes de los cuentos e historias. Además de influir en la comprensión de las tramas, la lectura los motiva a ganar empatía con los demás, a lograr una escucha activa y, en efecto, a socializar con otros.

6. Aumenta la concentración

Otro de los beneficios de la lectoescritura infantil es desarrollar habilidades de concentración. El lenguaje es imprescindible para organizar el pensamiento, por lo tanto, mejorar las habilidades en escritura y lectura facilita una mayor atención y capacidad de reflexión.

7. Entretiene

El mismo proceso de aprender a leer y a escribir puede ser una actividad lúdica divertida para los niños. Y, una vez que hayan mejorado sus habilidades, pasar el tiempo leyendo un texto de su interés o escribiendo se convierte en una forma de esparcimiento o relajación.

8. Fomenta el pensamiento crítico

Desarrollar la escritura y la lectura implica la capacidad de organizar y comprender las ideas dentro de un texto. Por tanto, la lectoescritura promueve el pensamiento crítico al permitir a los niños determinar el tema y las ideas principales, entender la estructura del texto y desarrollar su propio punto de vista.

9. Perfecciona el lenguaje

Entre los beneficios evidentes del desarrollo de la lectoescritura se destaca la mejora en la ortografía y gramática, promoviendo así una escritura competente, ya que aumenta el vocabulario y facilita la capacidad de comunicarse con otras personas.

10. Impulsa el desarrollo cognitivo

La escritura y la lectura contribuyen a desarrollar estructuras de aprendizaje y de pensamiento. Al leer, se resuelven símbolos o se derivan significados de las palabras, oraciones o frases y, al escribir, se emplean códigos que se han decodificado antes. Aun así, es fundamental no apresurar su formación para proteger el desarrollo cognitivo y emocional del niño.

¿Cómo trabajar la lectoescritura en la educación infantil?

Existen distintos métodos de enseñanza de lectoescritura en niños. El método sintético parte de los sonidos más simples, el método global comienza con elementos más complejos como palabras y oraciones, teniendo en cuenta los conocimientos previos del niño, y el método mixto utiliza una combinación de ambos enfoques.

Además, enseñar a leer y escribir con el método Montessori es otra estrategia posible. Según este enfoque, es importante respetar la autonomía y el tiempo de progreso del niño. Aun así, más allá del método, el aprendizaje siempre debe ser divertido y apropiado para su edad.

En el hogar, es posible trabajar los procesos de lectoescritura con juegos didácticos a partir de los 6 años. Los niños desean aprender, pero necesitan la ayuda de los adultos para facilitarles estrategias o actividades que permitan lograr ese aprendizaje y acceder a los beneficios de la lectoescritura. Te indicamos algunas técnicas que ayudan en el proceso.

Se deben adaptar estas actividades al nivel de lectoescritura del niño y procurar que sean divertidas para él, así se evitan presiones o exigencias contraproducentes.

1. Usar fichas de lectoescritura

Resulta muy útil trabajar con imágenes y palabras para que los niños las puedan relacionar entre sí. Para ello, las fichas de lectoescritura son ideales. Basta con imprimir imágenes de frutas, verduras, animales o elementos diarios con sus nombres. Otra opción es, en lugar de imprimir las imágenes, usar objetos o alimentos que tengas en casa.

2. Escribir a mano

Incentivar al niño a escribir a mano tiene la ventaja de promover un aprendizaje más rápido que hacerlo a través de medios digitales. Como indican en Psychological Science, la escritura manual afecta de forma positiva el aprendizaje de la lengua escrita, tanto en la comprensión, como en la producción.

Por este motivo, una buena idea es brindarle lápices de colores y papeles para que el pequeño escriba en ellos según su nivel de escritura, ya sea letras, palabras, cartas o cuentos. Recuerda darle más relevancia al proceso de escritura que al resultado final.

3. Contar y leer cuentos en voz alta

Contar cuentos que le gusten al niño o escribirlos estimula la imaginación y sirve para poner en práctica el lenguaje. Si no tienes tiempo suficiente para hacerlo todos los días, existen apps de cuentos infantiles que pueden ayudar.

Es importante que, cuando leas en voz alta o cuando el niño lo haga, fomentes la reflexión sobre el significado del texto para favorecer su comprensión lectora. Puedes hacerle preguntas sobre lo que han leído o relatado, pero no esperes que las respuestas sean correctas o inmediatas.

4. Jugar con rimas, trabalenguas y canciones

Otra de las actividades de lectoescritura es jugar con la oralidad a través de canciones, trabalenguas o rimas. Estas melodías llamativas son estrategias de desarrollo de la expresión y un modo de presentarles los sonidos y el habla a los pequeños para estimular la lectoescritura infantil.

Con la práctica, los niños pueden desarrollar destrezas de memoria, aumentar su vocabulario y mejorar su creatividad y pronunciación. Además, estas actividades los ayudan a comprender cómo los sonidos se combinan para la formación de palabras o frases. Para ello, deja que creen sus propias rimas o trabalenguas o bríndaselos tú y juega a quién puede pronunciarlos.

5. Tener una biblioteca

Otra de las ideas para fomentar la lectoescritura infantil es crear un espacio de lectura para llamar la atención del pequeño. Es muy útil que el niño vea libros en el hogar para incentivar su relación con ellos. También, observar a sus padres leer puede promover su curiosidad al respecto.

6. Hacer dictados

Es cierto que estos ejercicios pueden parecer muy aburridos, pero existen algunas formas de hacer que los dictados sean más divertidos. Usar sus canciones favoritas, chistes o acompañarlos de dibujos son buenas estrategias para acceder a sus ventajas. En definitiva, sirven para fortalecer los conocimientos ortográficos, las habilidades de motricidad y la memoria.

7. Contar fábulas con moralejas

Las historias con moralejas no solo los hacen pensar y fomentar su imaginación, sino que también les dejan enseñanzas útiles para que las aprendan. Gracias a sus mensajes, habilitan la socialización y la comunicación familiar. Para esto, puedes hacer preguntas sobre sus impresiones después de la narración.

8. Dibujar letras

Los dibujos son la primera escritura del niño. Jugar con ellos favorece la motricidad de sus manos y mejora la coordinación. Es normal que los primeros textos del pequeño sean más parecidos a dibujos que a letras. Pero su práctica irá mejorando el modo en que escriben.

En principio, puedes pedirle que dibuje algo y que escriba en el margen izquierdo el nombre de lo que diseñó. Cuando tenga mayor habilidad, las hojas para copiar trazos de letras son ideas para avanzar en su precisión.

9. Listar palabras con la misma letra

Para esta otra actividad deben elegir una letra y decir (o escribir) palabras que comiencen con ella. Pueden participar varias personas en el juego, mencionando una palabra por turno. La gracia está en que no se repitan las que ya mencionaron o escribieron. De esa manera, se ejercitará la memoria y la concentración.

10. Emplear periódicos

Los periódicos o revistas que ya no usen en casa pueden servir como medio para relacionar formas de letras o palabras. Por ejemplo, el niño puede recortar todas aquellas palabras que comiencen con una misma letra.

En los casos de niveles más elevados de lectoescritura, puede recortar palabras al azar para luego formar oraciones. Y, si quieren dificultar aún más el juego, a partir de las oraciones, pueden crear historias o poemas.

Problemas en el aprendizaje de la lectura y escritura

Existen diversos factores que mantienen ocupados a los padres e impiden el acompañamiento de los hijos en los procesos de aprendizaje, como el trabajo. Si es tu caso, busca el modo de dedicar tiempo al día para las actividades del niño, ya que el acompañamiento de los padres es vital para lograr la lectoescritura infantil.

Además, no todos los niños aprenden a leer y escribir al mismo tiempo. Por eso, es importante no apresurar su aprendizaje. Aunque existen distintas opiniones sobre el inicio de la lectoescritura, se suele indicar enfatizarla desde los 6 años de edad.

Sin embargo, en algunas ocasiones existen otros problemas, como dislexia o disgrafía infantil. En esos casos, se recomienda estar atentos a las dificultades persistentes de aprendizaje de lectura y escritura y tener una comunicación con el docente para diseñar estrategias conjuntas.

La lectoescritura infantil tiene beneficios para toda la vida

Promover las habilidades de escritura y lectura desde pequeños favorece su desarrollo social y mental. Por eso, como vimos, es importante que los padres ayuden a los niños en el proceso de lectoescritura y que los adapten a su nivel de saber.

Las actividades lúdicas, como jugar con rimas o leer cuentos, son una gran herramienta para fortalecer el proceso. Si bien pueden existir dificultades que sortear, es posible desarrollar estrategias para favorecer el aprendizaje. De esa manera, el niño tendrá más posibilidades de acceder a los beneficios de la lectoescritura y lograr una comunicación efectiva con los demás.