¿Qué es el reposo relativo en el embarazo?

La gestación es una etapa que se presenta con muchos cambios y, a veces, con desafíos inesperados que requieren atención especial. Una de las necesidades particulares que puede surgir durante el embarazo es el reposo relativo, una recomendación médica que puede generar ansiedad, preocupación, dudas y confusión en las futuras mamás.

Para aclarar inquietudes y aportar tranquilidad, te contamos qué implica este tipo de reposo, cuándo se recomienda y qué debes tener en cuenta si tu médico te lo indica. Entender estos aspectos te ayudará a cuidarte mejor en este momento tan importante.

¿En qué consiste el reposo relativo en el embarazo?

El reposo relativo en el embarazo implica limitar ciertas actividades físicas que podrían exigir un esfuerzo significativo por parte de la madre. Se promueve un ritmo de vida más tranquilo, donde se pueden llevar a cabo algunas tareas cotidianas, pero de manera suave.

Se recomienda evitar aquellas tareas que impliquen agacharse, hacer fuerza, cargar peso o moverse rápido. Por ejemplo, se desaconseja hacer las camas, cargar las compras, sostener a los hijos en brazos, realizar quehaceres de limpieza, hacer ejercicio físico intenso o mantener relaciones sexuales. En cambio, sí está permitido realizar actividades más suaves y básicas, como cocinar o dar paseos ligeros.

El reposo relativo en el embarazo busca reducir la carga física sin llegar a la completa inmovilización.

Diferencias entre reposo absoluto y relativo

Durante el embarazo, hay circunstancias en las que los médicos pueden recomendar reposo. Pero debes saber que existen dos tipos: el absoluto y el relativo. Conocer sus diferencias te permitirá distinguir qué actividades están permitidas y cuáles deben evitarse en cada caso.

Como ya adelantamos, el reposo relativo implica una reducción en la actividad física habitual de la mujer embarazada. En esta situación, se permite realizar tareas ligeras y cotidianas, evitando esfuerzos o actividades extenuantes. Se busca descansar y evitar el exceso de actividad física, manteniendo cierta movilidad moderada.

En cambio, el reposo absoluto o total requiere que la mujer permanezca inmovilizada en la cama. En este caso, se limita al máximo todo movimiento y actividad, levantándose solo para necesidades básicas como ir al baño.

El reposo absoluto está indicado en situaciones de riesgo o complicaciones durante la gestación como hemorragias del segundo y tercer trimestre, rotura prematura de la bolsa amniótica, modificaciones del cuello uterino y ciertas amenazas de parto prematuro. Muchas veces es de manera temporal, hasta ver la evolución de la patología que se presenta.

Cuando el médico indica algún tipo de reposo, es importante que la mujer comprenda qué tipo de descanso se sugiere y qué le está permitido hacer. Preguntar sobre las actividades restringidas, las posturas recomendadas y la duración de la indicación evitará confusiones y ayudará a garantizar el bienestar de la madre y el bebé.

Beneficios del reposo relativo durante el embarazo

El reposo relativo durante el embarazo puede aportar una serie de beneficios significativos tanto para la salud de la mamá como del bebé. Es de especial utilidad en situaciones médicas y obstétricas específicas.

Por ejemplo, se recomienda en casos donde existen antecedentes de complicaciones obstétricas, como el riesgo de parto prematuro, desprendimiento de placenta o hemorragias leves. En estas situaciones, el reposo relativo puede contribuir a reducir el estrés físico y reducir las posibilidades de sufrir problemas adicionales.

Además, evitar la sobrecarga de actividad física puede ayudar a disminuir la presión sobre el útero y los órganos internos. Esto proporciona un entorno más estable y favorable para el crecimiento adecuado del bebé.

El reposo también permite a la futura madre descansar y recuperar energías. De esta manera ayuda a aliviar la fatiga y el malestar físico que puede surgir durante el embarazo.

¿Cuándo se recomienda guardar reposo relativo?

El ginecólogo puede recomendar hacer reposo relativo durante el embarazo en ciertas circunstancias médicas y obstétricas, como las siguientes:

• Hemorragias en el primer trimestre: el reposo minimiza el riesgo de complicaciones y permite que el feto se desarrolle sin riesgos adicionales.
• Contracciones prematuras: el reposo relativo puede ayudar a reducir el riesgo de parto prematuro al evitar la excitabilidad del útero y disminuir la presión del bebé sobre el cuello uterino.
• Problemas de salud: ante enfermedades maternas como cardiopatías o problemas respiratorios, se aconseja llevar una vida relajada y disminuir la actividad física que pueda poner en riesgo la gestación.
• Embarazos múltiples: debido al mayor riesgo de complicaciones como aborto, parto prematuro y bajo peso de los bebés, se recomienda reposo relativo desde el segundo trimestre del embarazo.
• Crecimiento intrauterino retardado: el reposo relativo puede ser recomendado para ayudar al bebé a ganar peso y desarrollarse de manera adecuada, en especial si la causa es una insuficiencia placentaria.
• Cérvix corto: si la longitud del cuello del útero es menor a 25 mm antes de la semana 26 y no hay otros síntomas asociados, el médico puede indicar reposo relativo junto con otros abordajes para prevenir el parto prematuro.
• Preeclampsia: en casos de presión arterial elevada durante el embarazo, el reposo relativo puede ser recomendado junto con otras medidas para controlar la hipertensión y prevenir complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
• Hemorragias en el segundo y tercer trimestre: en este caso el tipo de reposo dependerá de la causa de los síntomas. Si se debe a una ectopia del cuello uterino, puede no ser necesaria la inmovilidad, en cambio, si se debe a placenta previa, se recomendará permanecer en la cama.

Es fundamental seguir las recomendaciones médicas precisas y ajustar el reposo según las necesidades específicas de cada caso.

Consejos para hacer reposo relativo durante el embarazo

La indicación del reposo relativo durante el embarazo es una medida beneficiosa para la madre y para el bebé. Pero, pasar de una vida activa a una más limitada puede significar un gran desafío. Apunta estos consejos para sobrellevar mejor esta etapa de tu gestación:

• Comunícate de manera abierta y regular con tu equipo médico. Pregunta a tu médico sobre cualquier duda, reporta cualquier cambio o molestia y sigue al pie de la letra sus indicaciones.
• Pide ayuda a tus seres queridos para las tareas del hogar o para brindarte compañía. Permitir que otros se encarguen de estas responsabilidades puede aliviar el estrés y facilitar el cumplimiento del reposo.
• Realiza algunas actividades ligeras y suaves que tu médico te permita, como caminar despacio o realizar ejercicios de respiración. Hazlas con moderación y descansa seguido para evitar esfuerzos excesivos.
• Comparte tus sensaciones, experiencias y sentimientos con otras mujeres en tu misma situación. Los foros o grupos de madre son una alternativa que pueden ayudarte a sobrellevar esta nueva situación con normalidad.
• Mantén una postura cómoda durante el reposo para evitar molestias. Recostarte del lado izquierdo con almohadas de apoyo bajo el abdomen y entre las piernas puede ayudar a aliviar la presión sobre la espalda y el vientre.
• Infórmate sobre tu condición médica y la importancia que tiene el reposo relativo para tu bienestar. Comprender lo que te sucede y la relevancia de cuidarte te ayudará a seguir las indicaciones médicas con un mayor compromiso.
• Busca actividades tranquilas y relajantes para mantener tu mente ocupada. Leer, escuchar música, dibujar, coser, meditar o practicar técnicas de relajación pueden ayudar a pasar tu tiempo de manera agradable y sin esfuerzos.
• Cuida tu alimentación llevando una dieta equilibrada y saludable. La inmovilidad puede favorecer el estreñimiento, por eso es recomendable beber suficiente agua y consumir alimentos ricos en fibra, como verduras, cereales integrales y frutas.
• Evita preocuparte de más y tener pensamientos negativos sobre tu situación. Si tu estado te genera estrés y ansiedad, busca maneras de manejarlo para que no afecten tu embarazo. Hablar con tu pareja, amigos o un terapeuta puede ser un gran alivio.

Sostiene una actitud positiva y busca maneras creativas de mantener tu bienestar físico y emocional durante este tiempo.

Gestar con tranquilidad

Puede que te asustes al escuchar que tu médico te indique hacer reposo relativo durante el embarazo. Pero debes saber que la simpleza de aquietar el ritmo cotidiano puede contribuir a una gestación más saludable y segura.

Cada embarazo es distinto y tu médico te recomendará lo que es mejor para ti y tu bebé. No desatiendas sus indicaciones y procura mantener una comunicación abierta con el profesional.

Recuerda que el reposo es una medida temporal vinculada a la gestación. Podrás volver a tu vida normal cuando pase l riesgo o una vez que nazca tu hijo. Así que aprovecha este tiempo para estar tranquila y enfocarte en tu bienestar y el de tu bebé en camino.