Amenaza de parto prematuro: ¿qué debemos saber?

Entre el 10 y el 15% de las embarazadas puede entrar en trabajo de parto antes de la semana 37 de gestación. Sigue leyendo para conocer si se puede prevenir y cuáles son sus causas.
Amenaza de parto prematuro: ¿qué debemos saber?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 17 enero, 2024

Un parto prematuro es aquel que se produce antes de la semana 37 de gestación. Según las estadísticas, le puede suceder a un porcentaje considerable de embarazadas: entre el 10 y el 15%. Debido a que un parto prematuro puede provocar ciertas complicaciones, te enseñamos cómo detectar una amenaza de parto prematuro y qué puedes hacer para prevenirlo.

Dependiendo de la semana en la que ocurra el parto prematuro, este puede ser:

  • Antes de la semana 28: prematuridad extrema.
  • Entre la semana 28 y la 31: parto prematuro severo.
  • En la semana 32 y la 33: prematuridad moderada.
  • Entre la semana 34 y la 36: parto prematuro leve.

Causas de la amenaza de parto prematuro

El parto prematuro se origina a causa de una compleja combinación de factores tanto genéticos como ambientales. Sin embargo, en la mayoría de los casos no se puede determinar con exactitud qué es lo que lo genera.

Si bien las causas no se han determinado de manera definitiva, se sospecha que existen algunas que no dependen de los hábitos de la madre o de los cuidados que reciba el bebé durante la gestación. Entre ellas la pérdida de tono muscular del útero, las infecciones uterinas o las hemorragias.

Riesgo de parto prematuro

Los factores de riesgo se refieren a las condiciones de la mujer, algunas de ellas inevitables y otras derivadas de su estilo de vida y, por lo tanto, controlables.

Factores de riesgo de la madre

  • Infecciones.
  • Hipertensión.
  • Uno o varios partos prematuros anteriores.
  • Cirugías anteriores de cuello uterino.
  • Estrés excesivo.
  • Obesidad.
  • Consumo de cigarrillo o drogas ilícitas.

Factores de riesgo asociados a la gestación

  • Existencia de varios fetos a la vez (embarazo múltiple).
  • Exceso de líquido amniótico.
  • Ruptura de la bolsa del líquido amniótico.
  • Defectos congénitos del bebé.
  • Insuficiencia cérvico-uterina (el cuello del útero no se cierra).
  • Placenta previa.
  • Desprendimiento de placenta.

Síntomas

Es importante que la mujer reconozca la amenaza de parto prematuro lo más rápido posible. De esta manera, se pueden reducir las complicaciones. Ante cualquiera de estos síntomas se debe acudir inmediatamente al especialista:

  1. Dolor en la zona pélvica o abdominal.
  2. Dolor intenso de espalda.
  3. Presión en la zona pélvica.
  4. Cólicos.
  5. Contracciones regulares.
  6. Hemorragia.
  7. Flujo vaginal de cualquier tipo.

¿Cómo saber si la amenaza de parto prematuro es real?

Ante la presencia de cualquiera de los síntomas mencionados, la madre debe llamar al obstetra o acudir al centro de salud más cercano. Ahí le realizarán las pruebas correspondientes:

Dilatación del cuello uterino. Si el cuello uterino está abierto, la madre puede estar en proceso de parto prematuro. La longitud del canal uterino puede medirse a través de una ecografía.

Prueba de fibronectina. La fibronectina fetal es una proteína cuyos niveles elevados pueden indicar la amenaza de parto prematuro. Su función es que las membranas fetales se mantengan adheridas a las paredes del útero.

Tratamiento

Algunos tratamientos médicos pueden evitar el parto antes de tiempo:

  • Administración de progesterona. El médico debe determinar si la madre necesita esta hormona.
  • Reposo absoluto. Es necesario disminuir la presión sobre el útero, de manera que la madre debe permanecer acostada.
  • Hidratación. En casos leves, la hidratación para mantener la concentración de sangre en el organismo se puede realizar de manera oral en casa. En casos más extremos puede ser necesario acudir a un centro de salud para realizar la hidratación por vía intravenosa.
  • Maduración de los pulmones del bebé. La complicación más común y también más severa para un bebé prematuro está asociada a la falta de maduración de los pulmones. Ello le impediría realizar las funciones respiratorias. Para evitar esto se administran corticoides a las madres.

Muchos de los tratamientos que se administran a la madre tienen como finalidad alargar el tiempo de gestación hasta que el bebé esté listo para nacer. Sin embargo, en algunos casos es inevitable y el parto prematuro es la única opción para que el bebé sobreviva.

¿Se puede prevenir la amenaza de parto prematuro?

Por último, cabe señalar que algunos partos prematuros son inevitables, independientemente de los cuidados que reciba la madre. Pero existen medidas que pueden reducir el porcentaje de riesgo y ayudar a que el embarazo llegue a término completo:

  • Cuidados prenatales. Cuando la madre se entera de que está embarazada, debe acudir a un profesional para seguir sus indicaciones. Entre ellas recibir las vitaminas indicadas, respetar los calendarios de vacunación y acudir a las revisiones periódicas.
  • Cuidar el estado de salud: es fundamental que la madre siga una dieta determinada y se abstenga de determinados hábitos y sustancias nocivas para la salud.

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