¿Cómo quitar la costra láctea del bebé?

La costra láctea del bebé es una afección frecuente y benigna que se presenta, en la mayoría de las ocasiones, en el cuero cabelludo. Si bien es una condición que se resuelve de manera espontánea, hay medidas fáciles y simples para acelerar su eliminación. En general, no ocasiona malestar, comezón ni dolor en el lactante. No obstante, muchos padres pueden tener preocupaciones al respecto.

¿Qué es la costra láctea?

La costra láctea es una variante de la dermatitis seborreica infantil que se caracteriza por una reacción escamosa no inflamatoria en el cuero cabelludo. Esto suele ocurrir en las primeras semanas de vida. Las manifestaciones cutáneas se caracterizan por placas eritematosas con escamas amarillentas de aspecto graso en áreas con mayor concentración de glándulas sebáceas. Por ejemplo, en la línea T de la cara, el cuero cabelludo y las orejas externas.

Incluso, de acuerdo con estudios de la American Family Physician, es común en la primera infancia, sin presentar síntomas, comezón ni dolor. Los bebés no tienen efectos secundarios de la afección y no se ve alterada su alimentación ni el sueño. A su vez, no existe evidencia que asocie su presencia con la intolerancia a la lactosa o la mala higiene.

Quizás te interese: Dermatitis seborreica infantil

¿Cómo eliminar la costra láctea?

Se debe instruir de manera adecuada a los padres sobre el manejo y la naturaleza benigna de la costra láctea. En general, es una afección cutánea autolimitante, por eso el tratamiento debe ser conservador en aquellos casos leves y localizados. Salvo que exista un proceso inflamatorio o una infección secundaria bacteriana, no se recomienda tratamiento médico.

Uso de aceites

La humectación del cuero cabelludo es efectiva para ablandar las escamas adheridas. Por esto, el uso de aceites ayuda a ablandar las incrustaciones y facilita la eliminación. El aceite de almendras o de oliva puede ser efectivo para remover las costras adheridas a la superficie cutánea. Luego de colocarlo, se debe dejar actuar por unos minutos y luego se realizan movimientos circulares para favorecer la remoción.

Enjuague del cuero cabelludo

El lavado del cuero cabelludo con productos de higiene neutros y suaves, junto con un emoliente (aceite para bebés o vaselina blanca), es una recomendación muy útil. El emoliente tiene gran efectividad si se mantiene en contacto con la superficie cutánea durante un período prolongado.

Cepillado constante

Cepillar de manera suave el cuero cabelludo del bebé es una buena forma de eliminar algunas escamas. Eso sí, se debe tener cuidado de no raspar ni lastimar la piel. Se aconseja cepillar al menos una vez al día; no obstante, en caso de irritación, se recomienda realizarlo con menor frecuencia. Este método es seguro e incluso estimula la circulación sanguínea, al tiempo que elimina las escamas.

Tratamiento médico

No se aconseja como primera opción de manejo el uso de fármacos específicos. No obstante, la Asociación Española de Pediatría ante cuadros resistentes recomienda tomar algunas medidas.

• Corticoides tópicos: deben ser prescriptos por el médico tratante, quien indicará uno de baja potencia. En general, actúan al cabo de unos días de forma rápida.
• Corticoides orales: se utilizan en los casos graves o generalizados y deben ser prescriptos por el médico para administrar las dosis correctas.
• Champús: existen en el mercado productos específicos para contribuir con el desprendimiento de las escamas del cuero cabelludo. Estos contienen piritionato de zinc o azufre, que pueden ser un poco irritantes.
• Queratolíticos: son productos que tienen como finalidad provocar la ruptura y el desprendimiento de las costras.
• Antifúngicos: suelen presentarse como cremas que contienen ketoconazol al 2 %.
• Aceite de borraja: su uso prolongado es efectivo en la eliminación de las costras por su alto contenido de 24 % de ácido gammalinolénico.

Además, se recomienda mantener las uñas cortas del bebé para evitar lastimarse en caso de rascado.

Lee también: 10 enfermedades de la piel más comunes en bebés

Diagnósticos diferenciales

Una patología que es común confundir con la costra láctea es la dermatitis atópica. No obstante, la piel atópica se manifiesta con comezón de moderada a severa y altera la alimentación y el sueño del recién nacido. Incluso, presenta lesiones escamosas, eritematosas y, en algunas ocasiones, costras que no están bien definidas en la región de las mejillas, de las superficies extensoras y del cuero cabelludo.

También, puede asemejarse con las lesiones por impétigo; sin embargo, sus manifestaciones inician con vesículas frágiles. A su vez, la tiña de la cabeza presenta manifestaciones similares que suelen estar acompañadas por caída de cabello y adenopatías.

Lo que hay que recordar de la costra láctea

Si bien es una afección que no es grave y desaparece de forma espontánea, es el primer signo que se manifiesta en la dermatitis seborreica infantil. Además, no es una condición que se contagie o se transmita de persona a persona. Si la afección persiste después de los 12 meses de edad, se deben investigar más en profundidad los diferentes diagnósticos alternativos.