Qué hacer cuando un niño de 3 años no habla

La adquisición del lenguaje es uno de los eventos más importantes del desarrollo de un niño. Pero ¿qué podemos hacer si nuestro pequeño tiene ya 3 años y no habla?
Qué hacer cuando un niño de 3 años no habla
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 12 septiembre, 2022

Todos los padres, llegado el momento, estamos deseando que nuestros hijos comiencen a decir sus primeras palabras. ¿Cómo será su voz? La adquisición del lenguaje es uno de los eventos más importantes del desarrollo de un niño, pero ¿qué pasa si un niño de 3 años no habla? ¿Habría que preocuparse? A continuación, vamos a intentar dar respuesta a estas preguntas.

Casi todos los niños comienzan a hablar sin apenas darse cuenta, mientras que un 7 % de los infantes de entre uno y tres años tiene limitaciones o dificultades para hablar como deberían (según su edad).

¿Quieres saber cuáles pueden ser las causas de este retraso en el lenguaje? ¿Qué es lo que puedes hacer como padre y qué tratamientos puede llegar a requerir tu niño? Si no te quieres perder esta información, continúa leyendo.



Señales tempranas de dificultades en el desarrollo del lenguaje

Durante las revisiones con el pediatra, debemos aprovechar el momento para evacuar cualquier duda acerca del habla de nuestro hijo. No solo para saber qué es esperable para cada edad, sino también para orientarnos sobre lo que debemos hacer cuando dichas pautas no se cumplen en tiempo y forma.

Niño de 3 años. haciendo gestos con la boca debido a que sufre retraso del lenguaje.

Por eso, es fundamental prestarle atención a la evolución del desarrollo madurativo de nuestro niño desde el nacimiento. En lo que al lenguaje respecta, entre los 6 meses y dos años ocurren cambios enormes. Este período se considera crítico tanto para el desarrollo del lenguaje, como de los sistemas auditivos y, en general, para los aspectos concernientes a la sociabilización.

Desafortunadamente, muchos niños con problemas en estas áreas son referidos pasados los dos años y se pierde la posibilidad de intervenir en un momento en el que el cerebro está muy permeable al cambio.

En tal sentido, lo mejor es detectar tempranamente cualquier indicio que despierte las alarmas de que tu niño no habla como debería para su edad. A continuación, te compartimos algunas de las “banderas rojas” de los retrasos del lenguaje:

  • Falta de balbuceo a los 9 meses.
  • Ausencia de palabras simples a los 15 meses (por ejemplo, “mamá”, “papá”, “agua”).
  • Ausencia de palabras consistentes y con sentido a los 18 meses (por ejemplo, decir “mamá” solo cuando quiere llamar a la madre). Preferencia a comunicarse por medio de los gestos y no de las vocalizaciones.
  • Escasez de repertorio de palabras (menos de 50) o falta de combinación de dos palabras a los 24 meses (por ejemplo, “mamá agua” para pedir la bebida).
  • Dificultades para comprender órdenes simples a los 24 meses.
  • Poco interés por comunicarse con los otros.
  • No inicia espontáneamente una conversación. Se limita a imitar, a veces sin sentido.
  • Lenguaje poco claro, que sea difícil de comprender por los padres a los 24 meses o por los extraños a los 36 meses.

De alguna manera, todas estas limitaciones hacen que a los 3 años, si un niño no habla, los signos de alarma sean muy notorios. Comúnmente, muchos de los que a esta edad no hablan tienen dificultad en el desarrollo del lenguaje, por lo que es determinante la evaluación y la intervención de un logopeda.

¿Cuáles pueden ser las causas por las que un niño de 3 años no habla?

Las causas posibles del retraso en el desarrollo del habla son muchas, pero es importante saber que cuanto antes se detecte el problema, más temprano se hará el abordaje terapéutico y mejores resultados se obtendrán.

A continuación, mencionaremos las causas más frecuentes de esta dificultad del desarrollo:

  • El pequeño no oye bien. La hipoacusia o sordera congénita (de nacimiento) es una causa importante de retraso del lenguaje y debe detectarse cuanto antes.
  • Otitis frecuentes en los primeros años de vida. Estas infecciones pueden afectar al órgano auditivo y así, condicionar la audición y el desarrollo del lenguaje del pequeño.
  • Escasa estimulación por parte de su entorno. Si los cuidadores del niño le hablan poco, es esperable que el niño desarrolle más lentamente este dominio. Esto es lo que sucede también cuando se trata de hijos de padres sordo-mudos.
  • Frenillo sublingual corto. Esta condición, cuando es marcada, puede limitar la producción de algunos fonemas y dificultar la pronunciación. No obstante, no debería interferir en el desarrollo del lenguaje y de la comunicación y puede corregirse.
  • Condicionamiento del entorno. Muchas veces, en el afán porque el niño hable, los padres no le dan tiempo para responder y lo agobian. De esta forma, el niño entiende que no hace falta emitir sonidos para que ellos satisfagan sus necesidades.

La ausencia de lenguaje oral a los 3 años de edad, puede ocurrir en el contexto de otras condiciones del neurodesarrollo, como parte de un retraso global del desarrollo (RGD) o de patologías más complejas, como el trastorno del espectro autista (TEA).

También, si están afectadas las áreas cerebrales responsables de la producción del habla. Lo cual dificultaría la coordinación del aparato fonador o vocal formado por estructuras del aparato respiratorio, digestivo y por un conjunto de músculos de distintas regiones. De ahí que, además de dificultades para hablar, el niño las tenga incluso para comer.

¿Qué evalúa el especialista del lenguaje en el niño que no habla?

Cuando nos encontramos frente a un niño de 3 años que no habla, no debemos esperar para consultar con el experto en lenguaje. Pues la evaluación de su condición debe iniciarse cuanto antes, al igual que el tratamiento apropiado. 

Dentro de la batería de pruebas que realizan los logopedas, se evalúan las siguientes habilidades lingüísticas del niño:

  • Capacidad de distinguir los distintos fonemas.
  • Nivel de comprensión del lenguaje.
  • Nivel de expresión del lenguaje oral.
  • Utilización del lenguaje no verbal (gestos) para sustituir al lenguaje verbal.
  • Capacidad para la articulación de los sonidos.

Además, el especialista realizará una valoración de la anatomía de la boca del pequeño, prestando especial atención a los labios, el paladar, las mejillas, la lengua, entre otros.

Una vez tenga analizados todos estos aspectos, propondrá una intervención personalizada y adecuada a las necesidades del pequeño.

Niño aprendiendo a hablar.

¿Qué podemos hacer los padres si nuestro hijo no habla?

Hay que tener claro que la participación del entorno familiar es fundamental en casi todas las patologías del desarrollo. Por eso, es importante que los padres se involucren activamente en el proceso de adquisición del lenguaje, para ayudar al niño a alcanzar los mejores resultados.

Algunos aspectos que hay que tener en cuenta para ayudar a nuestro hijo a desarrollar el habla son los siguientes:

  • Atender siempre a las demandas del pequeño, nunca dejarlo llorar cuando pide atención. Esto hará que se motive y que continúe buscando la interacción.
  • Nunca anticiparnos a lo que el niño quiere decir o pedir. Darle tiempo para que responda, el cual suele ser un poco más lento que el nuestro. Incentivémoslo a que se exprese él solito.
  • Fomentar el diálogo con el niño y aprovechemos cualquier situación cotidiana para entablar una conversación con él.
  • Leerle cuentos, cantar canciones, narrar historias como un hábito diario.
  • Promover los momentos de juego compartido para estimular el lenguaje y la comunicación del pequeño.
  • No decirle “no te entiendo”. Aunque nos cueste dilucidar lo que quiere decir, reformulemos el mensaje de un modo positivo, como “¿puedes repetir lo que me has dicho?”.
  • Hablarle al niño sin recurrir a un lenguaje infantilizado, ya que tiene que tener unos modelos de habla correctos para alcanzar el objetivo deseado.
  • Si se percibe una necesidad, dejar que el mismo niño la demande y no preguntarle constantemente qué es lo que quiere. Si todo el tiempo preguntamos, limitamos las respuestas a un “sí” o un “no”. Esto no estimula el lenguaje.

El desarrollo del lenguaje depende en gran parte de las interacciones y de las relaciones afectivas del niño con su entorno. Por eso, ten presente que tu hijo n ecesita sentirse seguro y estimulado para avanzar en su aprendizaje.

Así mismo, la personalidad del niño y la de sus cuidadores, su grado de maduración cerebral, del aparato fonador y auditivo, su inteligencia y los mecanismos sensoriomotores del aprendizaje serán claves para adquirir nuevas habilidades.



Si un niño de 3 años no habla…

Todo lo dicho hasta acá puede serte muy útil, pero nunca reemplazará el trabajo del logopeda en cuanto a la evaluación exhaustiva y al tratamiento oportuno de tu niño. Si tu hijo de 3 años no habla, ponte en contacto con el especialista cuanto antes, para evitar desperdiciar un tiempo valioso del desarrollo.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.