La ortodoncia en la adolescencia presenta numerosas ventajas. Este período es ideal para corregir problemas de oclusión y alinear la mordida, aprovechando la presencia de los dientes definitivos en la boca y el crecimiento de los huesos maxilares.
Además, en esta etapa de desarrollo personal y social, mejorar el aspecto de la sonrisa se vuelve aún más relevante. Si tienes preguntas sobre cuál es la mejor edad para iniciar el tratamiento, su necesidad o los tipos de aparatos más adecuados, continúa leyendo para obtener más información.
¿Cuál es la mejor edad para la ortodoncia?
Aunque lo ideal es comenzar con los tratamientos de ortodoncia durante la infancia, la adolescencia también es una etapa oportuna. Un artículo publicado en la revista Indian Journal of Forensic Medicine & Toxicology, sugiere que la edad más conveniente para realizar este tipo de intervención es entre los 8 y los 14 años.
En este período sucede el recambio dental, crecen los huesos maxilofaciales y termina la erupción de las piezas definitivas. Estas condiciones permiten que los tratamientos sean más cortos y sencillos.
En la juventud, es posible completar la fase correctiva de un abordaje que ya comenzó en la niñez, o bien, empezar la alineación de la mordida desde cero. El mejor momento para poner los aparatos en los adolescentes varía según cada caso. En general, se recomienda hacerlo cuando la dentición permanente ha terminado de erupcionar por completo, lo que sucede alrededor de los 12 años.
¿Cómo saber si los adolescentes necesitan ortodoncia?
La necesidad de un tratamiento de ortodoncia en los adolescentes la determina el ortodoncista en la consulta dental. Para esto, realiza múltiples estudios que incluyen fotografías, radiografías, escaneos y moldes de la boca. Estos exámenes permiten diagnosticar el problema oclusal y diseñar un plan de tratamiento personalizado.
De todos modos, existen algunas señales que pueden hacerte sospechar que tu hijo necesita aparatos. Estas son algunas.
- Tiene uno o varios dientes torcidos, separados o apiñados.
- No logra cerrar completamente la boca.
- La mandíbula es desproporcionada o asimétrica.
- Tiene problemas para morder, masticar o pronunciar algunos fonemas.
- Respira por la boca o ronca al dormir.
- Su rostro no es armónico.
- Perdió sus dientes de leche de manera temprana o los permanentes tardaron mucho en salir.
Si observas alguno de estos signos, es recomendable que consultes al ortodoncista para una evaluación precisa. Además, aunque no haya ninguna alteración aparente, visita al profesional una vez al año. El especialista podrá seguir el desarrollo de la boca de tu hijo y actuar de manera temprana cuando sea necesario.
La estética también importa
Existe un lado emocional y social en una sonrisa poco atractiva. Los jóvenes pueden sentirse avergonzados por el aspecto de su dentadura y por eso desean mejorarla usando aparatos.
Un estudio cualitativo publicado en la revista American Journal of Orthodontics and Dentofacial Orthopedics, investigó cómo los pacientes adolescentes de ortodoncia perciben su maloclusión y sus motivaciones y expectativas con respecto al tratamiento.
Los resultados demostraron que los participantes centraron su atención en los rasgos dentofaciales estéticamente molestos, que esperaban corregir con los aparatos.
Asimismo, un estudio descriptivo publicado en la Revista Archivo Médico de Camagüey, que analizó el impacto de las anomalías dentomaxilofaciales en niños y adolescentes, explica que estas afecciones tienen un impacto significativo en su vida, sobre todo desde la perspectiva psicosocial.
¿Cuál es la mejor ortodoncia para los adolescentes?
Los tratamientos de ortodoncia utilizan diferentes aparatos para movilizar los maxilares o los dientes. De esta manera, logran que las estructuras de la boca se relacionen de manera armónica y equilibrada, cumplan sus funciones con normalidad y tengan un aspecto estético.
Existen diferentes tipos de aparatos disponibles para los adolescentes. La elección del tratamiento dependerá de las necesidades individuales del paciente, sus preferencias, los costos y las recomendaciones del ortodoncista.
Brackets metálicos
Los brackets metálicos tradicionales son una opción popular, económica y efectiva para corregir los problemas de mordida. Sin embargo, si el adolescente se preocupa por el aspecto estético de su boca durante el tratamiento, no son la opción más indicada. El metal de los aditamentos es muy notable y pueden causar vergüenza en algunos jóvenes.
Brackets cerámicos o de zafiro
Otra alternativa más estética son los brackets cerámicos o de zafiro. Los primeros tienen el mismo color que la dentadura y no tienen un costo tan elevado, pero pueden pigmentarse con el uso. Los segundos son transparentes y casi imperceptibles a simple vista, pero son bastante costosos.
Brackets linguales
Los brackets linguales son la opción más imperceptible, ya que los aditamentos se cementan en la cara interna de los dientes. Este tipo de aparatos se diseña de manera personalizada para cada paciente, por lo que su costo es muy elevado.
Sistema Invisalign
El sistema Invisalign es una de las nuevas tendencias de ortodoncia entre los adolescentes. Este tipo de aparatos utiliza férulas removibles transparentes que se confeccionan de manera personalizada para cada paciente.
Las mismas se reemplazan cada cierto tiempo para que se produzcan los movimientos dentarios que se buscan. El adolescente puede colocarse y sacarse el aparato por sí mismo, lo que aporta comodidad para comer e higienizarse la boca.
¿Qué debes saber antes de que tu hijo lleve frenos?
Si tu hijo está por comenzar a usar aparatos o recién empieza a corregir su mordida, hay varias cuestiones a tener en cuenta. Es importante que los jóvenes se comprometan con el tratamiento de ortodoncia para que cumpla sus objetivos.
- En el caso de las férulas removibles, es necesario que se las utilice por más de 22 horas diarias.
- Es posible que tu hijo experimente un ligero dolor o molestia durante la ortodoncia. Se ha sugerido que los primeros 3 meses de tratamiento pueden ser un poco más críticos por el impacto en la calidad de vida del adolescente.
- Los alambres y brackets pueden lastimar los tejidos blandos de la boca. Es conveniente usar cera de ortodoncia sobre los bordes filosos.
- La higiene bucodental debe ser minuciosa. Los aparatos, sobre todo los que utilizan brackets, aumentan el riesgo de desarrollar gingivitis y caries.
- Al usar brackets, se deben evitar los alimentos duros y pegajosos, ya que pueden romper o despegar el aparato.
- El tratamiento de ortodoncia puede requerir la extracción de algunas piezas dentarias.
- La duración del tratamiento de ortodoncia en adolescentes varía según la complejidad del caso y la respuesta individual del paciente. En promedio, el proceso suele durar entre 1 y 3 años.
- Es importante seguir las indicaciones del ortodoncista y acudir a las citas de seguimiento para asegurar que el tratamiento avance.
- Al retirar los aparatos, será necesario utilizar retenedores dentales para sostener en el tiempo los resultados logrados.
Una solución temprana
La ortodoncia en los adolescentes es una herramienta efectiva para corregir maloclusiones, alinear los dientes y mejorar la estética y funcionalidad de la sonrisa en edades tempranas. Aprovechar el crecimiento de los huesos y la presencia de las piezas permanentes en la boca hacen de esta etapa un momento ideal para actuar.
El adolescente cuenta con distintas alternativas para solucionar sus problemas de mordida y sentirse bien con el tratamiento. Si no tiene conflictos con la apariencia estética de los brackets y los alambres en los dientes, los aparatos convencionales de metal son una buena alternativa.
En cambio, si prefiere opciones más discretas, podrá elegir entre los brackets de cerámica, zafiro o linguales. También puede optar por los alineadores invisibles.
Con paciencia y compromiso, los resultados valdrán la pena. No dudes en visitar con tu hijo al ortodoncista para obtener una evaluación precisa y un plan de tratamiento personalizado.
Bibliografía
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