Mom-shaming: cuando atacan tus decisiones como madre

Recibir juicios, críticas o comentarios de otras personas sobre tus decisiones como madre puede socavar tu confianza y generarte ansiedad. Te contamos más acerca del mom-shaming y cómo blindarte ante él.

Mom-shaming: cuando atacan tus decisiones como madre

¿Alguna vez has sentido que, como madre, todo lo haces mal? A ojos de los demás, siempre hay algo que cambiar o mejorar. Todo el mundo tiene una opinión diferente acerca de tu crianza y algo que criticar o juzgar. Esto puede resultar muy desgastante, además de generar culpa y confusión en las mujeres. De hecho, este fenómeno es tan común que ya se ha bautizado como mom-shaming.

Lejos de ser inofensiva, la tendencia a atacar o juzgar a las madres puede ser muy dañina, especialmente para las mamás primerizas. Las dudas naturales que todo progenitor experimenta se ven magnificadas por estos comentarios, y la inseguridad crece más que nunca. Por eso, queremos compartirte alguna información respecto al mom-shaming y, sobre todo, mostrarte cómo puedes hacer frente a estas críticas.

¿Qué es el mom-shaming y cómo se manifiesta?

Mom-shaming es un anglicismo empleado para designar la tendencia a avergonzar a las madres. Esta práctica pueden reproducirla personas sin hijos que consideran que ellos actuarían mejor en tu situación; pero también otros padres y madres que han tomado decisiones diferentes a la tuya.

Y es que, según recoge un artículo publicado en la revista de la Asociación Internacional de Comunicación llamada Communication Culture & Critique, existe una fuerte tendencia entre las madres a competir y rivalizarse entre sí por sus diferentes ideologías de crianza.

Seguro esto te suene muy familiar, pues toda madre enfrenta juicios y críticas hacia su crianza. Desde familiares y allegados, hasta conocidos o incluso extraños en las redes sociales; todo el mundo se siente en el derecho de evaluar tu papel y opinar sobre tu día a día.

Y, aunque esta necesidad de avergonzarte como madre puede verse reflejada en cualquier ámbito, hay algunos que generan una especial controversia.

Alimentación

¿Das el pecho a tu hijo o toma leche de fórmula? Cuando comenzaste la alimentación complementaria, ¿ofreciste purés y papillas u optaste por métodos como el baby-led weaning? ¿Tu hijo come de todo o sigue algún tipo de dieta basada en productos veganos u orgánicos?

Cuando hablamos de mom-shaming, no importa cuáles hayan sido tus respuestas a estas cuestiones, pues todo es susceptible de ser criticado. Muchas madres son avergonzadas por no dar el pecho a sus hijos. Sin embargo, muchas otras son criticadas por ser «esclavas» de la lactancia materna a demanda.

Sueño

Respecto al sueño, las críticas pueden comenzar desde el nacimiento. La disyuntiva entre practicar colecho o dormir al bebé en la cuna ya genera múltiples opiniones y consejos que no has pedido.

Pero además, recibes críticas por el modo en que ayudas a tu bebé a entrenar su sueño, tanto si sigues métodos tradicionales como si te acoges a los más nuevos y respetuosos. En algunos casos te tacharán de permisiva, de estar malcriando a tu hijo, y en otros te juzgarán como una madre cruel, fría o distante por tus elecciones.

Estilo de crianza

¿Y qué hay de la disciplina? Esta palabra tiene un significado diferente para cada persona. No importa el grado de afecto o los límites que les marques a tus hijos, pues siempre habrá una vecina, compañera, suegra o amiga que opinará que estás actuando de forma incorrecta.

Elección educativa

La elección del centro escolar, el tipo de educación o las clases extraescolares de los niños también puede generar controversia y mom-shaming. Los partidarios de la escuela tradicional afirmarán que las nuevas pedagogías son una pérdida de tiempo. En el caso inverso, la madre que escoja la escuela tradicional será tachada de poco involucrada o desactualizada en cuanto a crianza.

Ocupación de la madre

Por último, es muy probable que las personas te hayan avergonzado por tu elección de quedarte en casa o salir a trabajar. Y es que, en el primer caso, podrán juzgarte como floja y decir que estás desperdiciando tu vida. Y, en el segundo, afirmarán que tus hijos te necesitan y es egoísta no estar para ellos.

Todas estas situaciones generan sentimientos de culpabilidad en la madre que solo está tratando de dar lo mejor de sí. Lo peor de todo, es que las consecuencias de estos «comentarios» pueden ser graves a largo plazo.

¿Cuáles son las consecuencias del mom-shaming?

Para algunas madres, recibir estos juicios y críticas puede ser solo incómodo o desagradable. Pero para otras, puede socavar la confianza en su rol. Esto es especialmente cierto si la madre no cuenta con el apoyo del esposo, pues se ha visto que este es uno de los factores protectores frente a la ansiedad. (Dawenan & Shanti, 2022)

Así, si sufres mom-shaming, es común que empieces a cuestionar todas tus decisiones, que te sientas perdida y confusa sobre cómo proceder e incluso que experimentes un bloqueo y no sepas cómo continuar.

Es probable que te sientas angustiada por creer que lo estás haciendo mal, que te sientas culpable y llena de remordimientos. Y es que esa discrepancia que percibes entre quién eres y la idea de «madre ideal» puede causar un fuerte malestar. (Türe, 2021).

De hecho, según recoge un artículo publicado en la revista Journal of Child and Family Studies, la maternidad intensiva (pensar que todo lo que haces como madre es crucial y debe ser correcto) disminuye la satisfacción con la vida y tiene repercusiones negativas en la salud mental de la madre.

Por esto, es importante que aprendas a gestionar estas situaciones para que no afecten tu bienestar ni el de tus hijos.

¿Cómo hacer frente al mom-shaming?

Estas son algunas claves que puedes tener en cuenta para responder ante los juicios y críticas ajenos, además para proteger tu salud emocional mientras ejerces tu maternidad:

No temas poner límites

Cuando alguien te ofrezca una crítica disfrazada de consejo, recuerda que estás en todo tu derecho de no aceptarlo e incluso de pedir que no te realicen ciertos comentarios o sugerencias. Si el mom-shaming ocurre a través de internet, puedes ignorar el comentario, pero también es lícito borrar o bloquear al usuario.

En la vida real, puedes pasar por alto la crítica y no darle mayor importancia. Pero también es válido poner límites y decirle a esa persona que sus comentarios te dañan o que prefieres tomar las decisiones de tu crianza por ti misma.

No escuches a quien no sea un ejemplo para ti

Antes de tomar en cuenta la opinión de alguien más, pregúntate «¿esa persona está en un lugar al que yo quiero llegar?» Y es que, podemos valernos de la experiencia de otros para aprender y mejorar, pero muchas veces quienes practican mom-shaming tienen un estilo de vida o familia que no va nada acorde a tus principios. Entonces, ¿por qué validarías su opinión?

Busca fuentes fiables y expertas

Si tienes dudas respecto a algún aspecto de la crianza, consulta con profesionales cualificados o busca información fiable en libros y otros medios de divulgación. Esa información contrastada y avalada por expertos es la que puede mostrarte qué prácticas son más correctas o qué riesgos tiene cada opción.

Confía en ti y date crédito

Por último, y ante todo, recuerda siempre que estás haciendo lo mejor que puedes, y eso es maravilloso. No caigas en el error de culparte y criticarte tú misma, de ser tu peor juez. Por el contrario, aliéntate, reconoce tu esfuerzo y tus logros y observa cómo vas mejorando cada día.

Así mismo, confía en tu instinto y en tus sensaciones más que en las opiniones del resto. Pues al final del día, tú eres quien mejor conoce a tu hijo y a las necesidades que tiene tu familia.

Blíndate frente al mom-shaming

Lo cierto es que, siempre habrá personas que harán comentarios y evaluaciones muy duras sin tener en cuenta el daño que causan. Por eso es importante que aumentes tu confianza en ti y en tu papel de madre para que esas críticas no hagan mella en ti.

Recuerda que si te mantienes informada y tomas tus decisiones de forma libre, escuchándote y estando siempre dispuesta a aprender y mejorar, no tienes nada que temer ni nada que reprocharte. Lo estás haciendo mejor que bien.

Bibliografía

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  • Abetz, J., & Moore, J. (2018). “Welcome to the mommy wars, ladies”: Making sense of the ideology of combative mothering in mommy blogs. Communication Culture & Critique11(2), 265-281.
  • Dawenan, F. N., & Shanti, P. (2022). The Correlation Between Husbands' Social Support and Anxiety in Mothers Who Have Experienced Mom-Shaming in Malang City. KnE Social Sciences, 109-124.
  • Doonan, C. (2022). There's no formula for a good mother: shame and estranged maternal labour. Feminist Theory23(4), 512-538. https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/14647001211042488
  • Rizzo, K. M., Schiffrin, H. H., & Liss, M. (2013). Insight into the parenthood paradox: Mental health outcomes of intensive mothering. Journal of Child and Family Studies22, 614-620.
  • Türe, D. (2021). Mother shaming memories: the role of maternal self-discrepancy on negative emotions and shaming experiences of mothers. https://open.metu.edu.tr/handle/11511/91460
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