Proponer juegos en grupo a los niños va más allá de darles una consigna para mantenerlos entretenidos, saltando o corriendo de un lado a otro. A través de los juegos, los niños adquieren múltiples habilidades individuales, sociales y psicológicas, desde la empatía y el trabajo en equipo hasta la tolerancia a la frustración.
En este sentido, los juegos cooperativos ofrecen una combinación ideal entre recreación y aprendizaje. A continuación, presentamos varias dinámicas para fomentar este tipo de juegos.
Juegos cooperativos y dinámicas de grupo para niños
Los juegos cooperativos para niños son aquellos en los que el conjunto es más importante que la suma de las partes. Es decir, importa el papel que cada niño desempeña dentro del grupo.
Esto permite que todos se diviertan y contribuyan al logro del objetivo del juego. Pueden ser juegos motrices, de mesa u otros tipos. Lo crucial es su intención: promover la solidaridad y el espíritu de grupo.
1. El globo
Este es un juego con una propuesta sencilla y que permite que jueguen desde dos niños en adelante. Para ello, se requiere inflar un globo y lanzarlo al aire. El objetivo es que el globo no toque el piso, por ende, los niños deben golperalo. No está permitido que un niño toque el globo dos veces seguidas.
2. Teléfono descompuesto
Los participantes se ubican en fila y el primero debe elaborar un mensaje. Por ejemplo: «me gusta leer cuentos antes de ir a dormir». Luego, debe susurrar la información al oído del siguiente niño. Así, de uno en uno, se va transmitiendo el mensaje. El último debe decir lo que escuchó en voz alta. Si acierta, todos habrán cumplido el objetivo de hacer llegar la noticia «sana y salva» a su destino final.
3. Dígalo con mímica
Este juego se puede organizar en grupos. Por ejemplo, se forman 2 equipos, cada uno con 3 niños y un director del juego. Luego, se elige una temática (películas, series, dibujos animados, canciones, entre otros).
El director del juego asigna una película al primer niño que representará la consigna. Por ejemplo: Buscando a Nemo. El niño debe, en silencio y utilizando gestos y mímica, lograr que su equipo adivine de qué película se trata. Luego, el otro equipo realiza su representación. Cada vez que un equipo adivina, gana un punto.
Otra variante del juego es permitir que el niño represente el rol y dejar que ambos equipos intenten adivinar simultáneamente. El equipo que primero adivine se lleva el punto.
La figura del director del juego sirve para que un adulto presente pueda mediar en el juego. En caso de que no haya un adulto, son los propios niños quienes eligen la temática.
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4. Juego del balón
Para desarrollar este juego, es necesario jugar en pareja y definir un punto de partida y otro de llegada. Cada pareja debe trasladar un balón (o un globo) desde un punto a otro, pero sin utilizar las manos y evitando que el balón se caiga al suelo. Si el balón se cae en el camino, deben regresar al punto de inicio y empezar de nuevo.
Por ejemplo, los niños pueden colocarse frente a frente y situar el balón en el medio. De esta manera, aprenderán a moverse juntos, respetar los ritmos de su compañero y trabajar en equipo para alcanzar su objetivo.
5. La cadena
Otro de los juegos cooperativos, ¡y muy dinámico!, es el juego de la cadena. A la cuenta de tres, los niños comienzan a correr por el lugar y uno de ellos debe intentar atrapar a alguno. Cuando lo logra, se toman de las manos o de los brazos y trabajan juntos para atrapar a más compañeros y alargar la cadena.
6. Cuentos compartidos
En este juego, se inicia con una oración o una serie de elementos y cada niño, en turno, agrega una oración o idea al cuento en desarrollo. Deben escuchar atentamente a los demás para mantener la coherencia de la historia, pero al mismo tiempo, se les anima a ser creativos y dejar volar su imaginación para hacer que el cuento sea interesante y sorprendente.
7. Cesto de bolas
Este juego de carrera implica la formación de dos equipos. En el punto de partida, los jugadores se alinean en fila junto a un cesto vacío, mientras que en el otro extremo se encuentra un cesto lleno de bolas.
Cuando se da la cuenta de tres, el primer jugador de cada equipo corre a toda velocidad hacia el otro extremo, donde debe tomar una bola, regresar al punto de inicio y depositarla en el cesto vacío. Luego, el siguiente jugador continúa y así sucesivamente hasta que todos los jugadores han tenido su turno y vuelven a empezar.
El equipo ganador es aquel que, dentro de un tiempo predeterminado (por ejemplo, 2 minutos), logra llenar el cesto vacío con la mayor cantidad de bolas.
8. Campo minado
Para comenzar a jugar, se deben distribuir varios objetos en el suelo, cada uno de los cuales representa una «mina» que no se puede tocar, ya que «explotaría». Luego, los niños se entrelazan sus brazos de manera alternada, uno mirando hacia adelante y el otro en la dirección opuesta.
Los que miran hacia adelante deben guiar a los otros para avanzar por el campo de minas sin tocar los objetos en el suelo. El objetivo es cruzar el campo minado y llegar a salvo a la meta. Es recomendable tener un espacio amplio para que los niños puedan desplazarse con comodidad.
9. Rompecabezas en conjunto
Este juego de mesa es ideal para mantener a los niños entretenidos durante varios días, en especial cuando el clima no permite jugar al aire libre. Para jugar, se puede elegir un rompecabezas de múltiples piezas y pedirles a los niños que lo armen juntos. Esto no solo fomenta la cooperación sino que también mejora su capacidad de atención y concentración.
Para enriquecer aún más la experiencia, se pueden utilizar rompecabezas temáticos, como los de dinosaurios o pinturas famosas. De esta manera, un adulto puede compartir información interesante con los niños, como detalles sobre la alimentación de un dinosaurio o la historia del autor de una pintura.
Además, dependiendo de la edad de los niños, se les puede animar a buscar información por sí mismos y luego compartirla con el grupo. Si no se dispone de un rompecabezas, otra opción es imprimir una mandala de gran tamaño y proporcionar lápices de colores para que los niños colaboren en darle color a su propia obra de arte.
10. Carrera de obstáculos
Para jugar a este juego se necesitan dos equipos y varios elementos que se colocan a lo largo de un área definida como «paradas», por donde los niños deben pasar y enfrentar diferentes desafíos. Por ejemplo:
- En la primera parada, se colocan varios aros en fila y los niños deben saltar sobre ellos con un solo pie.
- En la segunda parada, los niños deben llevar una manzana en la cabeza sin que se les caiga hasta llegar a la siguiente parada.
- En la tercera parada, deben dar cinco vueltas alrededor de una silla, para que logren sentir como si estuvieran mareándose.
- En la cuarta parada, deben formar tres palabras con letras de colores dispersas en el suelo.
- En la quinta parada, los niños deben meterse en una bolsa y saltar hasta llegar a la siguiente parada.
El juego puede seguir con más paradas y la complejidad de los desafíos puede ajustarse según la edad de los participantes. También se pueden cambiar los desafíos a lo largo del tiempo para mantener el interés y la diversión.
11. Búsqueda del tesoro
En este juego, los participantes reciben una serie de pistas que les proporcionan información clave para llegar a un «tesoro» escondido. Estas pistas pueden tomar diversas formas, lo que añade emoción y desafío al juego.
Por ejemplo, una pista podría consistir en mostrar una fotografía de un lugar específico al que los niños deben dirigirse para encontrar la siguiente pista. Esta imagen les da una pista visual para avanzar en su búsqueda. Otra opción es ofrecer pistas en forma de acertijos o sopas de letras que deben resolverse para obtener nueva información que los acerca al tesoro final.
La diversión y la dificultad del juego pueden variar según la cantidad y la complejidad de las pistas seleccionadas. Esto permite adaptar el juego a la edad y habilidades de los participantes, lo que lo hace adecuado para una amplia gama de edades y niveles de destreza.
Beneficios de los juegos cooperativos
Durante el desarrollo, el juego de los niños va cambiando. En un comienzo, se trata de un juego «egocéntrico», en donde el niño juega consigo mismo.
A medida que va creciendo y que tiene la capacidad de entender las reglas, el niño debe ser capaz de participar en juegos en grupos. De este modo, se desarrollan otras habilidades sociales y de comunicación. Algunos de los principales aprendizajes para los niños son los siguientes.
- Trabajo en equipo. Aprenden a tener en cuenta al otro para el logro de los objetivos.
- Resolución de problemas. Muchas veces, los niños no están de acuerdo con las reglas o hay un mal entendido, y para que el jugo continúe y todos se diviertan, deberán aprender a negociar y superar ese obstáculo.
- Equilibrio entre la sana competencia y el interés por el equipo, por el logro en común.
- Reducción de la violencia, ya que todos los niños son considerados como parte del equipo, no como competidores.
- Gestión de las emociones. Los niños aprenden a observar a su compañero, a respetarlo, preocuparse por él. Es decir, desarrollan la empatía y el interés mutuo. También aprenden a controlar su ansiedad, a no enojarse, no frustrarse si algo sale mal.
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El juego: entretenimiento y aprendizaje
En definitiva, los juegos cooperativos permiten que, a través de dinámicas lúdicas y entretenidas, los niños «ensayen» y pongan en práctica las habilidades que requieren para la vida en sociedad. También permiten trabajar todas las habilidades motrices, como el equilibrio, coordinación, entre otras.
Son excelentes opciones para fortalecer la convivencia escolar, ya que todos los participantes se divierten y trabajan juntos para alcanzar un objetivo común. En estos juegos, se enfatiza que todos los jugadores son igualmente valiosos y desempeñan un papel importante en el éxito del equipo.
Además, los juegos cooperativos ofrecen la flexibilidad de que también se pueden disfrutar en el ámbito familiar, no solo en la escuela. Son una excelente forma de pasar tiempo de calidad entre padres e hijos, fomentando la unión y el trabajo en equipo en un entorno lúdico y divertido.
Bibliografía
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