Mi hijo quiere cambiar de instituto: ¿Qué debo hacer?

Si tu hijo quiere cambiar de instituto, lo mejor que puedes hacer como padre o madre es escuchar sus razones. Luego, ya decidirás si la opción es viable, siempre protegiendo el bienestar de tu hijo.
Mi hijo quiere cambiar de instituto: ¿Qué debo hacer?
Maria Fátima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 18 julio, 2023

Para que el aprendizaje sea efectivo, es importante que el contexto acompañe y sea el adecuado. En este sentido, que tu hijo se sienta cómodo y esté contento con la escuela es esencial para que pueda avanzar.

Por eso, si tu hijo te plantea que quiere cambiarse de instituto, tómate un tiempo para escuchar sus razones. A continuación, podrás encontrar algunas ideas sobre cómo abordar el asunto.

¿Qué tener en cuenta si tu hijo quiere cambiar de instituto?

El deseo de cambiar de instituto es una decisión importante para cualquier estudiante, y como padre o madre, es fundamental estar preparado para apoyar a tu hijo en este proceso.

Hay varios factores a tener en cuenta al considerar un cambio de instituto, desde el rendimiento académico y el entorno escolar hasta las necesidades sociales y emocionales de tu hijo. Algunas de las recomendaciones a tener en cuenta si tu hijo quiere cambiar de instituto son las siguientes.

Escucha sus motivos

Muchas veces, los padres reaccionan con un «no» tajante, pensando que se trata de un capricho o que es porque le «tiene idea» al profesor de matemática. Sin embargo, a veces, puede haber otros motivos. Al escuchar a sus hijos, pueden conocer parte de la realidad diaria que viven y quizás comprender a qué se debe el cambio.

Los motivos pueden ser de los más variados: desde bullying o incomodidad con el grupo hasta que el colegio no ofrece la orientación que a tu hijo le atrae.

Un ejemplo de esto último es que a él le interesa desarrollarse en ciencias de la salud y el colegio se especializa en ciencias sociales. De hecho, y como se advierte en Perfiles Educativos, la inconformidad con la oferta académica es una de las principales razones de la movilidad escolar.

Analiza las posibilidades reales de concretar el cambio

Una vez que tu hijo te plantea que busca el cambio de escuela, debes empezar a contemplar otros factores y pensar si la opción es viable. Si bien tienes que tomar cartas en el asunto, también debes evitar prometer algo que no vas a poder cumplir.

En ocasiones, la elección inicial del instituto estuvo vinculada con la cercanía al hogar, con el valor económico de la cuota, si se trata de un colegio religioso o laico, si es de gestión privada o pública, el horario, entre otras cosas. Estos factores también deben tenerse en cuenta en la nueva búsqueda de opciones.

Además, y como advierte la organización Raising Children, es muy importante involucrar al pequeño en la elección. Esto es que pueda participar en el proceso de elegir y cambiar de escuela. De lo contrario, es probable que termine por desarrollar o experimentar los mismos sentimientos que lo llevaron a la situación actual.

Conversar sobre el momento adecuado para hacerlo

Si cambiarse de instituto es una posibilidad concreta, es conveniente analizar en qué momento escolar se encuentra tu hijo. No es lo mismo que falten dos meses para finalizar las clases que estar transitando las primeras semanas del período escolar.

Sin lugar a dudas, el motivo por el cual tu hijo quiere cambiarse de instituto tendrá que ver mucho con la decisión respecto al «cuándo» hacerlo. Es decir, no es lo mismo que esté viviendo bullying o que desee hacerlo porque sus amigos están en otro colegio. Habrá que analizar el caso y su urgencia para poder planificar una salida exitosa con las menores dificultades.



¿Cómo acompañar el proceso de cambio de tu hijo?

Tal y como se advierte en un artículo publicado por la revista Health & Place, los eventos asociados con un cambio radical, como puede ser una mudanza o un traslado de escuela, pueden tener un impacto en la salud mental de los niños. Si vas a dar marcha adelante con el cambio de colegio de tu hijo, es bueno que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones.

Acompañar todo el proceso

Como todo cambio, tiene sus altos y bajos, con dificultades y emociones diversas. Cada joven lo vive de manera diferente. Por eso, es importante que puedas prestar atención a cómo se siente y qué puedes hacer para que se sienta acompañado. Ten en cuenta que el cambio en tu hijo también implica adaptarse a nuevos profesores, reglas, estilos de enseñanza y más.

Es crucial que trates de respetar sus decisiones, pero que te mantengas cerca. Por ejemplo, al llegar el primer día en el nuevo instituto, no des por sentado que quiere ir solo. Puedes preguntarle cómo se sentiría más cómodo.

También es bueno que estés en contacto con los profesores y directivos de la escuela para que te orienten acerca de qué hacer y te comenten cómo observan a tu hijo en esta transición.

Tener en claro qué se necesita en la nueva institución

Cada institución educativa tiene su propio mundo de reglas. Además de los requisitos formales (formularios, uniforme…), también debes preguntar si tu hijo necesita realizar algún examen de nivelación y cuestiones similares. Por otro lado, de acuerdo con el motivo que origina el cambio, también es conveniente preguntar cómo maneja ese aspecto el nuevo colegio.

Tener paciencia y respetar el proceso

Nadie sabe qué impacto puede tener el cambio de instituto. Quizás se adapta rápido, quizá requiere de más tiempo. Tal vez se integra al grupo de inmediato, aunque también puede que le tome un par de meses. Por supuesto, esto puede influenciar su rendimiento académico, su estado de ánimo y demás.

Por eso, debes ser flexible y poder adaptar tus exigencias acordes al momento que está viviendo tu hijo. Con todo, no descartes la posibilidad de consultar con un profesional o de sugerirle a tu hijo que lo haga si crees que la situación te supera y no sabes cómo ofrecer ayuda.



Los hechos hablan más que las palabras

Todas las recomendaciones anteriores están enfocadas en el hecho de que tu hijo se acerque a ti y te plantee la posibilidad del cambio de instituto. Sin embargo, esta puede ser una situación «ideal».

Hay muchos chicos que no hablan, que tienen miedo a las consecuencias de hacer ese planteo, que no quieren expresar lo que sienten por temor a ser un problema para sus padres. Pero, en el fondo, la están pasando mal.

Por esto, es importante que aprendas a leer los comportamientos y las emociones de tu hijo, que prestes atención a aquellos cambios que surgen y que son «inexplicables».

Algunos de los signos más evidentes son: dolores físicos (de cabeza, de estómago), nerviosismo cuando se acerca la hora de ir colegio, se niega a ir al colegio, aislamiento, tristeza, disminuye su rendimiento académico, entre otros factores.

En ese caso, es recomendable que te acerques a tu hijo, te intereses por lo que le sucede y le ayudes a «destrabar» aquello que no puede decir con palabras para buscar una solución juntos.


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