11 preguntas sobre acoso escolar o bullying

Estas preguntas pueden aportarte información que quizás desconoces acerca de una problemática muy frecuente de los niños y los adolescentes.
11 preguntas sobre acoso escolar o bullying
Jose Padilla

Revisado y aprobado por el psicólogo Jose Padilla.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 marzo, 2023

Como padre te habrás hecho preguntas sobre el acoso escolar que, como tal no es algo nuevo, sino que ya existía en la antigüedad. La diferencia es que ahora tiene una difusión mediática.

Este tipo de maltrato que ocurre de forma continua provoca graves consecuencias en la víctima, tanto a nivel físico como psicológico. En muchas ocasiones el bullying permanece oculto, bien porque los chicos sienten vergüenza o porque los adultos no cuentan con las herramientas necesarias para detectarlo.

Puede que al leer estas líneas te surjan dudas sobre cómo saber si tu hijo está padeciéndolo. Por este motivo, te ofrecemos las respuestas a los interrogantes más frecuentes entre los padres.

Preguntas sobre acoso escolar o bullying

Para acompañar bien a los hijos, es necesario entender mejor algunas cuestiones vinculadas a esta condición, como las causas, los efectos y las alternativas. Conocer bien a qué te enfrentas, siempre es algo positivo. Vamos a ello.

1. ¿Qué es el bullying o acoso escolar?

Cuando hablamos de bullying, nos referimos a cualquier tipo de acoso que se ejerce contra una persona, ya sea de forma directa o a través de medios electrónicos.

El acoso escolar está relacionado a los casos que se dan dentro del colegio, instituto o institución educativa.

Puede manifestarse a través de agresiones físicas, burlas, insultos, discriminaciones, difamaciones o cualquier otro tipo de manipulación psicológica. Todas ellas acaban afectando física, emocional y mentalmente a la persona que lo sufre.

Para que exista esta condición, se necesita de dos figuras principales: el que ejerce el acoso (acosador) y el que lo padece (acosado).



2. ¿A partir de qué edad puede empezar a darse el acoso?

Se ha podido establecer que los niños a partir de los 11 años suelen ser los más propensos a sufrir acoso. Sin embargo, algunos estudios señalan que este desarrollo y gestación del bullying comienza a gestarse alrededor de los 5 y 7 años los niños ya comienzan a tomar consciencia del daño que pueden ocasionar en otros y a su vez, logran reconocer cuando alguien intenta agredirlos.

3. ¿Cuáles son los rasgos del niño acosado?

Todos los niños pueden sufrir acoso, pero los acosadores acostumbran a buscar niños sumisos, con pocos amigos y retraídos. Si tienen que elegir con quién meterse, lo hacen con un niño que les haga salir victoriosos.

4. ¿Cuál es el perfil del niño acosador?

No existe un perfil concreto del niño acosador, pero lo que sí se ha visto es que muchos de ellos tienen historia de haber sufrido algún tipo de maltrato en la casa o en su entorno.

En un artículo que propone estrategias para evitar la violencia en el hogar, se alega que el niño maltratador puede responder a cualquier nivel social o cultural. Sin embargo, puntualiza que es común encontrarlo en hogares fragmentados, de padres divorciados que han tenido problemas para imponer límites.

5. ¿Qué signos del niño pueden hacernos sospechar un acoso escolar?

La gran mayoría de los niños pone de manifiesto esta situación a través de cambios en su conducta, tales como problemas para dormir, pesadillas, depresión, irritabilidad, trastornos alimentarios, entre otros.

Normalmente, los niños no cuentan lo que les pasa con palabras. Las preguntas formuladas de manera directa pueden no arrojar resultados en torno a un tema tan espinoso como el acoso escolar.

En el caso de los adolescentes, estos suelen aislarse de sus amigos o de su entorno más íntimo y buscan estar solos. Este tipo de conducta nos puede alertar de que algo está pasando y si la observamos es importante hablar con ellos y con los docentes de la escuela. De esta forma, vamos a poder reconocer el problema y ayudarlos a aliviar el sufrimiento.

Además de esto, según algunos expertos, hay un índice o lista de posibles signos que pueden indicarnos que nuestros hijos están sufriendo acoso escolar. Algunos son:

  • Regresa del colegio con ropa, libros pertenencias dañadas o sin ellas.
  • Presencia de heridas, equimosis, cortes inexplicados.
  • Tiene pocos o ningún amigo.
  • Se le ve preocupado de ir al colegio.
  • Evita cierta gente, situaciones, lugares.
  • Se queda en casa porque está “enfermo”.
  • Visita frecuentemente la enfermería del colegio por síntomas y así regresar a casa.
  • Se ve triste, deprimido.

6. ¿Cómo podemos diferenciar una pelea en el colegio del acoso escolar?

Una pelea surge de forma impulsiva en un momento dado. Acto seguido, el adulto a cargo los separa, los tranquiliza y en general, no vuelve a suceder.

Cuando hablamos de acoso, el abuso del niño ocurre de forma constante y sostenida en el tiempo, tanto con agresiones físicas como verbales (aislamiento, humillaciones, desprecios, insultos, entre otros).

7. ¿Es el mismo tipo de acoso el que padecen los niños y las niñas?

En el caso de los varones, tienden a ser agresiones físicas y verbales, debido a la impulsividad propia de este género. En contraparte, las niñas suelen aislar a la  víctima y excluirla del grupo de pares. Cuando son mayores, también tienden a las conductas agresivas.

8. ¿Cuáles son las consecuencias del bullying o acoso escolar?

Las consecuencias suelen impactar en todas las esferas de la víctima. Entre ellas, podemos mencionar las siguientes:

  • Ansiedad.
  • Depresión.
  • Pensamientos suicidas.
  • Trastornos emocionales.
  • Baja autoestima.
  • Pérdida de confianza en sí mismo.
  • Problemas psicosomáticos. Al respecto, un estudio sugiere una valoración de salud que incluya los problemas psicosomáticos como expresiones de malestar emocional y señal de alerta ante una posible víctima de acoso escolar.

El acoso no solo produce consecuencias en los niños acosados, sino también en la familia y los allegados, ya que ven de cerca el sufrimiento de un ser querido. Por este motivo, es importante ofrecer la contención necesaria al círculo íntimo del infante o adolescente vulnerado.

9. ¿Podemos evitar el acoso escolar o bullying?

Sí, es posible evitar el bullying. Pero para detener el problema es fundamental el aporte de toda la sociedad. El amor y la educación juegan un papel primordial, ya que a través de ellas podemos inculcar valores y responsabilidades para vivir en armonía.



Tenemos que establecer en nuestros hijos bases sólidas de respeto hacia ellos mismos y hacia los demás. Debemos inculcar la empatía desde edades tempranas de la vida, para que aprendan a ponerse en el lugar de los demás antes de actuar.

Para poder frenar el acoso tenemos que educar seres humanos sensibles, que sean capaces de acatar los límites sin miedo y entender el dolor ajeno.

10. ¿Es más común el acoso escolar hoy?

Todos sabemos que el acoso y la violencia en la escuela ha sido un rasgo lamentablemente común. Sin embargo, como lo dijimos al principio, dos factores han intervenido para hacerlo más visible o evidente: la viralización vía redes sociales, toda una estrategia según lo analiza un artículo sobre políticas de la imagen, y el incremento de la necesidad de preservar el derecho de los niños y adolescentes a una vida sin violencia.

En efecto, la mayor visibilización del bullying ha aportado al sentimiento unánime de que esa violencia debe parar, pues repercute de manera negativa en el desarrollo emocional de víctimas y victimarios.

11. ¿Qué deben hacer los padres y representantes?

La percepción colectiva del incremento de estos casos en todas las latitudes, ha creado la necesidad de activar mecanismos de protección que incluyan a los actores parentales, a los responsables del sistema educativo y a la sociedad como un todo.

Los resultados de una investigación en la que se le formularon preguntas a 476 estudiantes entre 9 y 12 años, sobre su participación en acoso escolar y la crianza ejercida por sus padres, indicaron que los estilos de crianza negligente y autoritario se vinculan con un nivel de agresividad.

Y en particular, el autoritario se relacionó en mayor medida con la agresión. En contraste, los estilos de crianza democráticos y autoritativos registraron menores índices de agresividad, aunque en algunos casos se relacionan con la victimización.

Por lo tanto, concluye el estudio que dada la importante incidencia de la crianza para disminuir el acaso escolar en la escuela, es necesario que los padres reflexionen sobre sus prácticas y ejerzan la paternidad con amor, comunicación, autonomía, disciplina pero sin dejar de establecer límites.

Los padres deben también estar atentos a las marcas de la violencia y no dejar pasar situaciones en las que los hijos estén implicados, sea como víctimas o como victimarios.

En tal sentido, hacen parte de las estrategias tener una presencia más activa en la escuela, hacer un seguimiento pormenorizado del rendimiento y sondear periódicamente el estatus del curso escolar.

En concreto, seguirle la pista a las señales de:

  • Retraimiento y negativa continua de ir a clases.
  • Acoso que se manifiesta en la pérdida inexplicable de dinero o de útiles escolares.
  • Afectación o descuido de la apariencia personal.
  • Miedo, depresión o desgano.

La violencia no solo deja secuelas físicas sino también psicológicas y espirituales.

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Una convivencia en armonía favorece el respeto y evita cualquier tipo de conducta violenta.

Ante la primera señal, debemos actuar

Estas preguntas sobre acoso escolar o bullying pueden ayudarte a entender un poco mejor esta problemática tan frecuente de la infancia y la adolescencia. Lo determinante es que una vez que la sospeches, la denuncies en el lugar pertinente y busques ayuda psicológica de manera urgente. No debes olvidar que esto solo se detiene si cada uno pone su granito de arena.

Criemos niños respetuosos, sensibles, empáticos y preocupados por sí mismos y por los demás. No niños egoístas e incapaces de ponerse en el lugar de nadie. ¡Entre todos podemos decirle NO al bullying!

«Mi dolor puede ser la razón de la risa de alguien, pero mi risa nunca debe ser la razón del dolor ajeno».

-Charles Chaplin-


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