Presentar nuevos alimentos a tu hijo le permite explorar sabores y texturas mientras aprende a comer. Debido a su acidez y su consistencia pulposa, es frecuente que las madres se pregunten cuándo pueden empezar a consumir cítricos los bebés.
El sabor y los beneficios para la salud se combinan en estas frutas llenas de jugo. Te contamos cuál es el momento ideal para introducirlas a la dieta de tu pequeño y algunas estrategias para ofrecerlas de manera segura.
Las frutas cítricas más comunes y sus beneficios
Los cítricos son un grupo de frutas que se caracterizan por tener un sabor ácido o agridulce, ser jugosas, coloridas y con un aroma intenso. Por ser más dulces, las mandarinas y las naranjas son las más habituales en la alimentación de los bebés.
El limón, la lima y el pomelo también forman parte de este grupo, aunque, con algunas excepciones, generalmente no resultan del agrado de los pequeños.
Estas frutas se caracterizan por ser una fuente importante de vitamina C en la dieta de los niños. Este micronutriente fortalece el sistema inmunitario, favorece la cicatrización, interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes y mejora la absorción de hierro de los alimentos. Su presencia en las edades tempranas de la vida es fundamental.
Consumir cítricos aporta, además, otros nutrientes importantes, como potasio, magnesio, ácido fólico y betacarotenos. Su alto contenido de agua ayuda al bebé a mantenerse hidratado y la fibra mejora el tránsito intestinal y combate el estreñimiento.
¿Cuándo comenzar a introducir cítricos en la alimentación del bebé?
De acuerdo con una revisión sistemática publicada en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, los bebés pueden empezar a consumir cítricos a partir de los 6 meses, coincidiendo con el inicio de la alimentación complementaria. Es importante favorecer una dieta diversa que incluya los diferentes grupos de alimentos desde el inicio.
En general, los expertos sugieren exponer a los niños de manera constante y frecuente a estos alimentos una vez que se inician en la alimentación sólida. Si tienes dudas, puedes hablar con el pediatra de tu pequeño antes de empezar a dar naranjas y mandarinas a tu bebé.
¿Qué pasa si mi bebé come cítricos antes del año?
Durante mucho tiempo, se recomendaba esperar hasta los 12 meses para ofrecer cítricos a los bebés. Pero, como te contamos, no existe evidencia para postergar hasta el año de vida su consumo.
Los cítricos no suelen estar vinculados a reacciones alérgicas, por lo que no hay razón para demorar su introducción. En la actualidad, los pediatras sugieren ofrecer alimentos variados antes del primer cumpleaños para evitar alergias alimentarias tardías.
El contenido ácido de estas frutas era uno de los motivos para retrasar su consumo en los niños pequeños. La irritación o enrojecimiento alrededor de la boca o el área del pañal pueden ser reacciones asociadas a la ingesta de cítricos. De todos modos, no suelen ser problemas que se compliquen.
La acidez también puede causar malestar estomacal o agravar los síntomas del reflujo ácido en los bebés que padecen este problema. En estos casos, será el pediatra quien evalúe y determine el momento adecuado para que empiece a consumir cítricos.
El riesgo de asfixia es otro de los motivos por el que algunos pediatras preferían que los bebés empiecen a consumir cítricos después de los 12 meses. Pero con la supervisión y los cuidados suficientes, pueden comerlos y aprovechar los beneficios de las frutas antes de su primer cumpleaños.
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¿Cómo ofrecer frutas cítricas a bebés de manera segura?
Es importante introducir los cítricos de manera gradual y observar cualquier reacción que provoquen en tu bebé. Si notas sarpullidos, irritación o malestar estomacal, consulta con el pediatra antes de continuar. Si tu hijo tiene urticaria, hinchazón, vómitos o dificultad para respirar, busca atención médica de inmediato.
Estos son algunos consejos que te ayudarán a incorporar estas frutas en la dieta de tu hijo:
- Lava bien la cáscara de la fruta antes de su consumo.
- Elige una fruta cítrica a la vez, o mandarina o naranja.
- Permanece siempre con tu bebé mientras esté comiendo.
- Según la edad de tu hijo, corta la fruta en gajos o pequeños trozos.
- Asegúrate de retirar la piel, las membranas que recubren los gajos y las semillas para evitar riesgos de asfixia.
- Las primeras veces que des cítricos a tu bebé, hazlo durante la mañana, antes de las 3 pm. Tendrás todo el día para observar posibles reacciones.
- No te excedas en la cantidad de cítricos que le das a tu bebé. Un gajo o dos o tres cucharaditas al día pueden ser un buen punto de partida. Sin embargo, te recordamos que la alimentación complementaria debe
ser variada, introduciendo un alimento nuevo cada día o cada 2 o 3 días, de acuerdo con lo estipulado en el último Consenso de alimentación complementaria de la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. - Cuando tu hijo esté familiarizado con las mandarinas y naranjas, puedes introducir gradualmente otros cítricos, como toronjas, limones y limas, para diversificar la dieta de tu bebé.
- Si al principio no le gustan las naranjas, no lo obligues a comerlas. Deja pasar unas semanas y vuelve a ofrecerlas. Puede tomar un poco más de tiempo acostumbrarse al sabor particular de los cítricos.
- Ten especial cuidado si a tu bebé le están saliendo los dientes o tiene llagas en la boca. Si es así, evita ofrecerle cítricos durante esos días, pues el ácido puede causarle molestias y después se resistirá a comer estas frutas.
¿Cómo cortar las frutas cítricas según la edad de tu bebé?
Cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo. Tú y tu pediatra determinarán cuál es la manera más segura de ofrecerle los alimentos a tu hijo. De todos modos, compartimos algunas sugerencias sobre cómo cortar o preparar los cítricos según la edad del pequeño.
- 6 a 8 meses de edad: lava muy bien la piel de la naranja y córtala en gajos grandes. Deja la cáscara, pero quita muy bien todas las semillas y las membranas. Deja que tu bebé agarre la fruta y chupe y mastique la pulpa para explorar este alimento. Asegúrate de supervisarlo en todo momento.
- 9 a 17 meses: en esta etapa, tu pequeño habrá desarrollado el agarre de pinza y lo puede aprovechar para tomar y llevar a su boca pequeños pedazos de naranjas o mandarinas. Corta trozos de la fruta sin membrana y sin semillas del tamaño de la yema de tu dedo.
- Desde los 18 meses: si confías en la capacidad de masticar y tragar de tu hijo, de manera gradual, considera ofrecer trozos de fruta más grandes y con la membrana intacta.
¿Está bien dar zumos de naranjas exprimidas a mi bebé?
Aunque pueda parecer más fácil ofrecer los cítricos en jugos o batidos, no es lo ideal. La Academia Americana de Pediatría señala que no se debe introducir jugo en la dieta de los bebés antes de los 12 meses de edad.
Los especialistas afirman que es preferible comer los cítricos en gajos o en trozos para aprovechar sus nutrientes e ingerir la fibra que contienen. Este componente ayuda al tránsito intestinal de los bebés.
Además, tomar los trozos de fruta le permiten a tu hijo manipular su propio alimento, sentir la textura, conocer la comida y, poco a poco, aprender a comer y masticar solito. Consumir los cítricos en pedacitos también ayuda a tu pequeño a sentir una mayor sensación de saciedad y regular por sí solo la cantidad de fruta que necesita, sin excederse.
Ten en cuenta que para preparar un vaso de jugo se usan 2 o 3 piezas de fruta, una cantidad muy alta para un bebé. Además, muchos zumos comerciales contienen azúcares añadidos y no son recomendables para un niño pequeño.
Casos en los que los bebés no deben consumir cítricos
En general, los cítricos son alimentos seguros para la mayoría de los bebés. De todos modos, es esencial tener en cuenta ciertas circunstancias que podrían requerir una consulta con el pediatra antes de introducirlos o continuarlos en la dieta de tu pequeño.
Si existen antecedentes familiares de alergias, sobre todo a cítricos u otros alimentos, es aconsejable ser cautelosos. Esto no implica que estas frutas deban evitarse por completo, pero sí es importante que un profesional de la salud te oriente al respecto.
También es conveniente consultar al pediatra si los pequeños experimentan problemas gastrointestinales, como el reflujo gastroesofágico de los bebés. La acidez de estas frutas puede empeorar los síntomas de este problema.
Por último, si tu bebé presenta una reacción alérgica puntual a estas frutas, debes evitar volver a dárselas. Además, tendrás que ser cuidadosa con los productos que contengan derivados de los cítricos entre sus ingredientes.
Come cítricos con tu bebé
Cuando los bebés empiezan a consumir cítricos es importante tener en cuenta su edad, sus circunstancias individuales y la manera de servir la fruta. Además, es valioso considerar que cuando los pequeños aprenden a comer, te observan e imitan.
Siéntate junto a él a disfrutar el sabor y las propiedades de las naranjas y mandarinas. Así estarás enseñando y motivando a preferir estos productos naturales y beneficiosos. Consumir estas frutas ácidas puede ser una experiencia positiva y saludable que puedes compartir con tu hijo.
Bibliografía
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