4 remedios naturales contra los ardores en el embarazo

Los ardores de estómago son frecuentes en el embarazo. Se trata de un problema que resulta muy incómodo, sobre todo cuando se manifiestan a mitad de la noche. Pueden condicionar negativamente el descanso, además de ser perjudiciales también para la salud digestiva.

Esta condición suele estar provocada por causas muy diversas y lo propio es atacar al origen del problema. Sin embargo, es importante conocer algunos remedios naturales para la sintomatología, con el fin de poner un remedio al momento en el que se sufre la dolencia.

Remedios naturales contra los ardores

Te vamos a contar cuáles son los remedios naturales más eficaces contra los ardores de estómago y la posición de la ciencia al respecto. Aunque suelen incrementarse durante el embarazo, no te olvides de consultar con un especialista si persisten o si incrementan su intensidad con el paso del tiempo.

Consumir un vaso de leche

La leche cuenta con un carácter mucho menos ácido que el de los jugos estomacales. Por este motivo, cuando ambos líquidos se mezclan, se neutralizan mutuamente, lo que puede aliviar la sensación de ardor estomacal y de reflujo durante el embarazo.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine, el consumo de un vaso de leche resulta un remedio eficaz contra el malestar estomacal. Sin embargo, no ataca al origen del problema, por lo que a largo plazo podría llegar a ser incluso contraproducente.

No obstante, para las mujeres embarazadas que se despiertan a mitad de la noche con incomodidad, es una de las mejores soluciones.

Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio cuenta con un carácter alcalino, por lo que puede resultar útil para combatir la acidez estomacal y calmar las molestias. Además, consigue modular la inflamación en el estómago, generando una mejor sensación.

Tal y como evidencia una investigación publicada en Medwave, la ingesta de bicarbonato de sodio resulta una opción tan eficaz como el omeprazol. Sin embargo, cuenta con muchos menos efectos secundarios, ya que el fármaco ha demostrado mantener una cierta relación con el riesgo de cáncer esofágico. Además se debe evitar el consumo de medicamentos durante el embarazo, a no ser que sea estrictamente necesario.

De todos modos, y a pesar de ser una solución muy eficaz, no existe consenso sobre la recomendación de consumir bicarbonato durante el embarazo. Las evidencias sobre su seguridad no son eficientes en el caso de las mujeres en etapa de gestación. Puede suponer un remedio para aplicar puntualmente, pero no se recomienda su ingesta frecuente.

Infusión de limón

La infusión de limón consigue incrementar la velocidad de las digestiones, lo que reduce el riesgo de molestias asociadas. En este caso, lo óptimo es preparar la bebida con la parte amarilla de los limones y dejar reposar hasta que alcance una temperatura ambiente. En este momento se puede consumir sola o acompañada de una cucharada de miel.

Infusiones digestivas

Con algunas infusiones durante el embarazo hay que tener cierto cuidado. El té, por ejemplo, puede resultar peligroso para la salud del feto por su contenido en cafeína. Del mismo modo, es posible encontrar otras que cuentan con propiedades abortivas.

Sin embargo, existen también hierbas que son capaces de reducir los ardores estomacales en el embarazo sin poner en riesgo la salud del bebé. Estamos hablando de la manzanilla, la melisa y la milenrama. Se recomienda no consumirlas excesivamente calientes para no incrementar la inflamación de las paredes estomacales.

Pon en marcha remedios naturales para calmar los ardores en el embarazo

Según lo comentado, es posible causar un alivio sintomático de los ardores en el embarazo sin tener que recurrir a la farmacología. Sin embargo, estas soluciones que hemos ofrecido son momentáneas, pues no atacan al origen o al foco del problema.

Si persisten, será necesario consultar con un médico cuál puede ser la causa de los ardores de estómago, para plantear una solución que resulte eficaz a medio plazo.

A pesar de todo, hay que tener en cuenta que, en muchos casos, solo supone un problema transitorio más asociado al propio embarazo. Una vez superado el parto, desaparecen las molestias gástricas y no se vuelven a experimentar condiciones de este tipo. Las alteraciones hormonales y estructurales de la gestación pueden ser el principal desencadenante.