7 dinámicas para prevenir el «bullying»

Para prevenir el acoso escolar es indispensable llevar a cabo dinámicas de grupo que promuevan la unión grupal y fomenten una convivencia positiva. Te presentamos algunas estrategias para implementar en el aula.

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 20 noviembre, 2023

Para combatir el acoso escolar se necesita de un compromiso colectivo. Dado que este problema se presenta principalmente en el contexto escolar, es fundamental, como docentes, proponer dinámicas para prevenir el bullying dentro del aula.

Por esta razón, hemos elaborado el siguiente artículo en el que se detallan 7 actividades específicas. Estas estrategias apuntan a prevenir el maltrato entre estudiantes y fomentar un ambiente escolar inclusivo. Veamos.

La importancia de las dinámicas para prevenir el bullying

Trabajar en hacer frente al fenómeno del acoso escolar es crucial para lograr una educación inclusiva. Bajo este marco, cada alumno puede desarrollar de forma exitosa sus capacidades sociales y de aprendizaje.

Llamamos bullying a la situación de acoso y hostigamiento sostenido que lleva a cabo una o más personas sobre otra. Muchas personas consideran que se trata de un asunto entre dos: la víctima y el victimario. Pero esto no es así, pues toda la comunidad educativa se ve afectada, ya sea por acción o por omisión, por ser testigos y cómplices o por ser partícipes.

La prevención es el primer paso para erradicar este problema social y escolar. A continuación, presentamos una serie de dinámicas destinadas a que los estudiantes desarrollen habilidades como la tolerancia, el respeto por las diferencias, la empatía, la comunicación y la resolución de conflictos.

7 actividades para prevenir el bullying en la escuela

Como educadores, llevamos una responsabilidad significativa en la formación integral de los jóvenes, tal como se destaca en un artículo de la UNESCO. Nuestra labor influye de forma directa en su crecimiento, no solo académico, sino también en su desarrollo social, emocional y ético.

Es fundamental no pasar por alto este problema. Considerando que el acoso escolar deja secuelas psicológicas significativas, es crucial enfrentarlo con determinación y compromiso. Aquí van algunas ideas:

1. Actividad «esto compartimos; esto no»

En todas las aulas se crean pequeños grupos de amistad, lo que fortalece el vínculo entre ellos, pero también limita el conocimiento entre el resto de los compañeros. Por ello, una secuencia que podemos presentar es:

1. Entregar a cada estudiante preguntas sobre sus gustos personales que debe responder.
2. Formar pequeños grupos de alumnos para compartir sus respuestas sin descalificar ni juzgar a nadie.
3. Distribuir cartulinas a cada grupo para que registren sus gustos compartidos en una columna y sus diferencias en otra.
4. Pedir que un vocero del grupo lea en voz alta cada uno de los aspectos compartidos y no compartidos, fomentando la discusión abierta y respetuosa entre los demás estudiantes.

En este sentido, se puede decir que los objetivos son:

• Promover la conciencia sobre la diversidad.
• Fomentar el trabajo en equipo y la cohesión grupal.
• Favorecer un conocimiento más cercano entre todos los estudiantes.
• Propiciar la comprensión sobre la importancia de las emociones propias y ajenas.

2. Código de convivencia

En la escuela es fundamental cumplir normas básicas de convivencia. Pero, muchas veces, el propio alumnado desconoce cuáles son o no comprende su valor.

Con esta dinámica de grupo se facilita que los alumnos las entiendan, acepten y apoyen, ya que ellos mismos tienen la oportunidad de participar de forma activa en su elaboración y seguimiento. Por tanto, los objetivos de esta actividad son contribuir a la armonía del grupo en el día a día y estimular la expresión de emociones y el diálogo sobre temas de convivencia.

Así, para poder poner en práctica esta dinámica de prevención del acoso escolar es necesario seguir estos pasos:

1. Estimular a los niños a proponer normas de convivencia mediante la técnica de lluvia de ideas.
2. Apuntar todas las ideas que surgen en la pizarra, destacando la participación y variedad de propuestas.
3. Suministrar una hoja en blanco a cada estudiante para que escriban las tres normas que consideren más apropiadas.
4. Seleccionar las 10 normas de convivencia más votadas e incentivar a los alumnos a reflexionar sobre su importancia.
5. Plasmar estas normas en una cartulina grande y exhibirla en un lugar visible y estratégico del aula, de manera que sirva como recordatorio constante.

Además, tal como se destaca en un trabajo difundido en la Revista de Investigación Educativa de la REDIECH, una forma de prevenir el acoso escolar es fomentar la realización de actividades donde los alumnos tengan que llegar a acuerdos. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que a través de la definición de las normas de convivencia?

3. Cuentos o películas sobre bullying (considerando la edad del alumnado)

A través de otras historias es posible abordar de manera indirecta algunas situaciones cotidianas de acoso escolar. Es importante acompañar ese material con un espacio para reflexionar sobre las emociones, y conversar sobre cómo se sienten los niños y niñas ante determinadas escenas.

Para niños menores de 12 años se pueden utilizar:

• El cuento Elmer, de David Mckee.
• La película Wonder, de Stephen Chbosky.
• La película El jorobado de Notre Dame, de Walt Disney.
• El cuento El monstruo de los colores va al colegio, de Anna Llenas.
• Los relatos que se incluyen en La Carlota se encierra, de Gemma Lienas.

Para adolescentes:

• El libro Por trece razones, de Jay Asher.
• El libro El club de los raros, de Jordi Sierra i Fabra.
• El libro que pasó a ser película Wonder by Palacio. R.J.
• La película Freedoms Writers, de Richard LaGravenese.
• La película Las ventajas de ser invisible, de Stephen Chbosky.

4. Juego de roles

Para llevar a cabo esta dinámica debemos organizar a los estudiantes en grupos para representar diferentes miradas del bullying. Cada equipo asume un papel: el acosador, la víctima y los testigos.

Una vez que estén claros los roles asignados, se les presenta una situación problemática de acoso escolar para ser dramatizada por los alumnos. Por ejemplo: «Patricio es excluido o burlado en el patio de la escuela debido a sus intereses». Luego, se reorganizan los papeles para explorar diferentes escenarios y perspectivas

Tras la presentación se abre un espacio de discusión para que los chicos compartan sus experiencias y sensaciones al asumir los distintos roles. Se fomenta un análisis crítico animando a los estudiantes a considerar las acciones que podrían haber tomado para evitar o detener el acoso, promoviendo así estrategias de prevención de bullying.

5. Campaña de concienciación

Promover una campaña de concienciación es una de las mejores actividades para prevenir el acoso escolar. En esta propuesta, se incentiva a los alumnos crear y presentar talleres a salones de niños más jóvenes de la escuela, transmitiendo así valores de respeto e inclusión.

A partir de esto, se busca empoderar a los estudiantes para convertirse en agentes de cambio en su entorno y sensibilizar a la comunidad escolar sobre el impacto del bullying y la importancia de un ambiente saludable.

6. Actividad «pensar en el otro»

Las escuelas no deben ser solamente centros de aprendizaje académico, sino espacios donde se cultive la inteligencia emocional y se promueva la empatía desde la más temprana edad.

Una estrategia para promover estos valores es asignar un día semanal para la dinámica «pensar en el otro». Por ejemplo, cada viernes, un grupo de alumnos debe preparar una actividad para sorprender al resto de sus compañeros y para compartir un momento agradable: puede ser un juego sencillo para empezar el día, una canción o una merienda compartida.

Esta iniciativa busca acercar a los estudiantes y fortalecer los lazos, además de fomentar la convivencia positiva en el entorno escolar.

7. Actividad «¿qué es el bullying?»

Los estudiantes escuchan mucho sobre el término bullying, pero a veces no tienen una definición clara de qué es en realidad. Esta dinámica busca aclarar el concepto y ayudarlos a reconocer situaciones de acoso. Para realizar esta actividad debemos:

1. Formar pequeños grupos de manera aleatoria.
2. Dar la consigna de crear una definición del bullying basada en sus conocimientos.
3. Exponer todas las definiciones en la pizarra proporcionando un ambiente colaborativo.
4. Facilitar un debate colectivo para crear una definición consensuada sobre el término.
5. Mostrar la definición acordada en una cartulina, ubicándola junto a las normas de convivencia del aula.

Con el fin de enriquecer la actividad, se puede proporcionar a cada estudiante una ficha que describa diversas situaciones, solicitándoles que indiquen si se trata o no de acoso escolar. De esta manera se verifica que todos han comprendido el concepto y sean capaces de detectar situaciones de bullying.

El bullying es un asunto de todos y todas

En ocasiones, menospreciamos los efectos del bullying al justificarnos con que es algo que siempre existió. Pero que el acoso y el hostigamiento tengan larga data no significa que hagan bien ni que deban normalizarse.

Es este un desafío que compromete a toda la comunidad escolar, en aras de ampliar y garantizar derechos fundamentales, abordando los conflictos con un espíritu de respeto e inclusión.

Una escuela democrática promueve vínculos solidarios, plurales y respetuosos de la diferencia. En tal sentido, este segundo hogar ha de ser un espacio privilegiado para que los niños practiquen la participación y la convivencia, más allá de los miembros de su familia.

Hablamos de una escuela que crea canales de diálogo, que fomenta la cooperación, no promueve clasificaciones ni jerarquías, no discrimina y estimula el trabajo en equipo. Incentiva el debate y el consenso.