Los pezones irritados durante la lactancia son una de los motivos que más comúnmente llevan a las mujeres a abandonar la lactancia materna exclusiva. A su vez, los inconvenientes que suscitan este desenlace son los problemas de posicionamiento o del agarre del pezón, las infecciones, los pezones invertidos o planos, el vasoespasmo o los trastornos en la cavidad oral del bebé.
Sea cual sea la causa, hay mucho que puedes hacer para mejorar los pezones irritados y te contamos cómo a continuación. ¡No te lo pierdas!
Pezones irritados durante la lactancia
La lesión de los pezones es una complicación muy común entre las mujeres que amamantan y puede manifestarse con un intenso dolor o ardor en los senos, sobre todo al colocar al bebé a mamar.
Otra de las dificultades que provocan estas lesiones es que pueden ser recurrentes y así, reducir la tasa de epitelización y demorar la cicatrización. En consecuencia, provoca un serio impacto sobre la lactancia y condiciona su continuidad.
Dicho esto, resulta crucial implementar las estrategias necesarias a fin de mejorar el estado de los pezones de la mamá y te vamos a dar 10 recomendaciones para lograrlo.
1. Corregir la mala posición y el agarre del bebé
La corrección de la posición y de la prendida del niño al pecho es una de las recomendaciones basadas en la experiencia más frecuentes para el manejo de las irritaciones y del dolor de los pezones.
Cuando estas adecuaciones se realizan dentro de la primera semana del nacimiento, se traducen en lactancias maternas de mayor duración e incluso, menores problemas durante el amamantamiento.
2. Evaluar la posibilidad de una mastitis
En los cuadros de mastitis se ve afectada solo una parte de la mama, que se manifiesta como una hinchazón dura y colorada en la superficie del seno y que despierta un intenso dolor al más mínimo roce. Incluso, la madre puede tener fiebre y sentirse decaída.
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3. Humectar la piel
Mantener la capa lipídica protectora de la superficie cutánea es esencial durante la lactancia y esto se logra mediante la aplicación de cremas. Cuando los pezones se encuentran irritados o manifiestan dolor por fricción, se pueden utilizar pomadas de lanolina o de vitamina A para aliviar las molestias.
Algunos estudios comparativos evalúan los beneficios de la lanolina versus la propia leche materna y posicionan a la primera como uno de los agentes más efectivos para resolver las irritaciones de la piel del pezón.
4. Colocar aceite de caléndula
La aplicación tópica de aceites de caléndula para el tratamiento de pezones doloridos y agrietados durante la lactancia tiene efectos beneficiosos. Este compuesto posee importantes propiedades antiinflamatorias, reconfortantes y regenerativas. A su vez, es un hidratante natural que genera importantes cambios en la piel.
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5. Recurrir a las cremas con corticoides
Las dermatitis se pueden tratar al evitar los agentes irritantes y se pueden tratar mediante un ciclo corto de tratamiento con cremas tópicas con corticosteroides. Pues existen algunos casos en los que se desarrolla una psoriasis del pezón y estas cremas son la primera opción terapéutica.
No obstante, no se debe abusar de este tipo de medicación y la misma debe ser indicada por el médico especialista, sopesando los beneficios y los riesgos de utilizarla.
6. Aplicar paños calientes sobre las mamas
Es habitual que las mujeres que amamantan experimenten congestión mamaria, taponamiento de los conductos o vasoespasmos en los pezones. Una de las medidas para evitar estas condiciones es aplicar compresas calientes sobre la areola antes de comenzar la toma.
7. Usar ropa holgada para evitar pezones irritados
La vestimenta no es uno de los factores principales en la génesis de las lesiones de los pezones durante la lactancia. Sin embargo, una buena elección de la misma contribuye a prevenir estos problemas tan frecuentes.
El uso de sostenes muy ceñidos provoca fricción y roce constante, con el consecuente desarrollo de dermatitis e irritación en los pezones. Por eso, lo ideal es elegir prendas de vestir de materiales naturales y que sean holgadas.
8. Evaluar la cavidad bucal de los lactantes
Se debe evaluar al bebé para detectar anomalías orofaciales, como protrusión, elevación, lateralización o agrupamiento de la lengua, que sugieran una anquiloglosia.
Las anomalías palatinas, como el paladar burbuja o el paladar arqueado alto, por sí solas interfieren en la lactancia y se evalúan de manera visual.
Cuando los lactantes tienen anquiloglosia y dificultades para alimentarse, la frenotomía en la primera semana de vida tiene más beneficios que cuando se realiza más tarde.
9. Evaluar la conveniencia del uso de chupete o biberón
Uno de los factores vinculados con lesiones de los pezones es el empleo del chupete por parte del lactante. Esta práctica interfiere con el agarre del bebé al pecho de la madre y puede modificar el patrón correcto de succión. De esta manera, es más probable que la mujer desarrolle irritación o lesiones en la piel de sus senos.
10. Evitar el vasoespasmo del pezón
Se denomina vasoespasmo a la contracción de los vasos sanguíneos que irrigan a la piel y a los músculos del pezón. Esto suele provocar dolor y sensación de quemazón en el área.
Las causas más frecuentes son la exposición al frío o el estrés físico y emocional. Por lo tanto, se debe evitar la cafeína, el tabaco y la permanencia en ambientes con temperaturas extremas.
Las compresas calientes alivian de manera rápida el dolor y se debe fomentar una correcta posición y agarre por parte del lactante.
Los pezones irritados no son solo una cuestión de piel
Los pezones irritados junto con el dolor que lo acompaña interfieren en el estado de ánimo, la actividad general y el sueño de la madre.
Por esto, es necesario hacer un mayor énfasis en la educación de las madres sobre la posición y el agarre correctos dentro de la primera semana después del nacimiento, a fin de prevenir el dolor y la irritación de los pezones.
Bibliografía
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