Las adivinanzas en El hobbit y sus respuestas

“¿Volver?”, pensó. “No sirve de nada. ¿Ir por algún camino lateral? ¡Imposible! ¿Ir hacia delante? ¡No hay alternativa! ¡Adelante pues!” – Bilbo Bolsón.

Las adivinanzas en El hobbit

Las adivinanzas en El hobbit forman parte del repertorio de sorpresas y juegos de lenguaje que hacen de esta novela de Tolkien, una obra literaria que resulta ideal para todo público. Y aunque recientemente salió a la luz una trilogía cinematográfica basada en el texto, ya existía una adaptación en dibujos animados que data del año 1977.

Se publicó gracias a un niño llamado Rayner que leyó el manuscrito y lo disfruto tanto, que su padre el encargado de una editorial, decidió publicarlo. La afortunada fecha fue el 29 de septiembre de 1937 (siglo XX). Desde entonces se ha logrado situar entre uno de los grandes clásicos de la literatura fantástica y continúa suscitando la afición de muchos.

Tolkien y su pasión por el lenguaje

John Ronald Reuel Tolkien siempre fue un niño curioso y aplicado en los estudios. Tenía un interés particular por la lingüística e, incluso, llegó a jugar con lenguas inventadas en sus ratos al aire libre con sus hermanos, primos y amistades más cercanas. Esta gran fascinación creció con él y lo llevó a desarrollar un profundo amor por las palabras. Tanto así que se especializó en filología al llegar a la universidad.

Nunca cesó de aprender lenguas de todo tipo, pero tuvo especial predilección por las germánicas. Por otra parte, su madre le inspiró una gran admiración por la naturaleza a través de las enseñanzas de botánica que le impartió desde temprana edad.

El profesor Tolkien no solo fue literato también fue editor, lexicógrafo y dibujante. A la hora de llevar a cabo cualquier proyecto se apasionaba y daba lo mejor de sí.

Dado que tenía un carácter perfeccionista, tomó como metodología de trabajo (y estilo de vida) la revisión y actualización constante de todas sus ideas. De esta forma sus invenciones lograron conformar un universo sólido, amplio y rico. 

J. R. R Tolkien, el autor de la Tierra Media y las adivinanzas en El hobbit

La historia detrás del libro

A pesar de su gran talento y su desmesurado amor por el lenguaje y la literatura, Tolkien realmente no aspiraba a tener una carrera literaria. De no haber sido porque uno de sus amigos más cercanos C. S Lewis le motivó a publicar El hobbit, habría dejado su obra para el deleite propio, su familia y el de su círculo literario.

Un buen día, mientras corregía un examen de uno de sus alumnos, Tolkien tuvo una idea. La anotó rápidamente sobre la misma hoja de examen y posteriormente, esta pasó a ser la primera línea de su novela titulada El hobbit. Hoy en día, se le conoce por ser la precuela de «El Señor de los Anillos».
La primera página de El hobbit.

El hobbit narra la historia de Bilbo Bolsón, quien decide romper la calma de su rutinaria vida e irse de aventura en compañía de un mago y unos enanos que intentarán recuperar un reino de las garras de un temible dragón.

El libro tiene un total de 324 páginas y no solo incluye una historia fascinante sino también varios juegos lingüísticos (rimas, adivinanzas, acertijos, etcétera) especialmente diseñados para hacer al lector partícipe de la acción que transcurre, mientras desarrolla su ingenio y agudiza sus sentidos.

El profesor Tolkien plasmó en toda su obra, pero especialmente en El hobbit, sus mejores ocurrencias en torno a la rima y al juego de las adivinanzas. Ciertamente se denota un gran sentido del humor que no excluye ni reduce la profundidad de sus lecciones. La diversión se hace presente desde la primera línea hasta la última.

Las adivinanzas en El hobbit

Los acertijos y adivinanzas que formaron parte del diálogo entre Bilbo y Gollum, personajes de la Tierra Media en el universo tolkieniano de El hobbit, han pasado a la posteridad por lo divertidas que resultan no solo para los aficionados sino también para los niños. A continuación te presentamos algunas de las adivinanzas más ingeniosas:

  • Canta sin tener voz, puede volar sin alas, sin tener dientes muerde y sin boca puede habla. El viento.
  • No se puede ver ni se puede sentir, este ocupa todos los espacios vacíos. No se puede oler ni se puede oír, está detrás de los astros, y está al pie de las colinas, llega primero y se queda; mata risas y acaba vidas. La oscuridad.
  • Las raíces no se pueden ver y son más altos que un árbol. Arriba muy arriba sube; sin embargo, nunca crece. La montaña.
  • Treinta caballos de color blanco. En una sierra colorada, que cuando cabalgan machacan y trituran pero luego descansan. Los dientes.
  • Puede devorar todas las cosas: plantas, bestias, flores y aves. Roe el hierro y muerde acero, mata reyes, arruina ciudades y puede derribar las altas montañas. El tiempo.
  • Todos pueden vivir sin aliento; y son fríos como los muertos. Nunca tienen sed y siempre beben. Todos tienen mallas. Siempre andan haciendo silencio. Los peces.

Gollum jugando a las adivinanzas en El hobbit

Una última reflexión y El hobbit

El universo de Tolkien puede aportarnos mucho a cualquier edad. Por ello, vale la pena compartir, comentar y reflexionar acerca de su obra. Nos resultará grata la sorpresa al ver que, un mismo libro, personaje o suceso concreto, puede llevarnos por diversos caminos, sin borrar ni anular los anteriores.

Bibliografía

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