8 beneficios de jugar a las adivinanzas

Su gracia, su genialidad, hacen de las adivinanzas uno de los juegos lingüísticos más atractivos que existen.
8 beneficios de jugar a las adivinanzas
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 agosto, 2020

Jugar a las adivinanzas es uno de los pasatiempos más comunes de la infancia. Tanto si se escuchan por primera vez en la familia o en la escuela, lo cierto es que logran captar la atención de los niños y entretenerlos por un buen rato. Muchas de ellas, suelen ser bastante divertidas.

8 beneficios de jugar a las adivinanzas

Curiosidad

La curiosidad es una cualidad innata de la niñez, y las adivinanzas, ayudan a desarrollarla y ponerla en práctica. El niño que escucha una adivinanza se siente impulsado a descubrir su respuesta. La entonación, la musicalidad de este juego de palabras le atraen y lo invitan a descubrir y a querer aprender muchas más.

Motivación por el idioma

A medida que el niño escucha, interpreta o memoriza una adivinanza está aprendiendo a conocer más sobre su idioma. Las adivinanzas le hablan sobre temas que desconoce y le dan a conocer nuevos vocablos, palabras que, luego de descubrir su significado, puede incluirlas como parte de su lenguaje diario.

Las adivinanzas usan mucho el juego de palabras y las metáforas: recursos que desde bien temprano le servirán para entender que existen maneras sugerentes de enunciar una idea y redactar los textos.

Socialización

Compartir ideas, opiniones acerca de si es una u otra la solución…compartir incluso las respuestas incorrectas; lanzar una de estas rimas y contestar las que otros dicen, sirve para socializar, aprender a escuchar y ser escuchado, relacionarse y entablar nuevas amistades.

El niño tímido puede encontrar en este juego lingüístico una medio para trabajar en su miedo escénico o retraimiento.

Diversión

Decir adivinanzas o pensar y repensar hasta buscar sus respuestas, divierte. Bien sea que las escuche o que él mismo las diga, lo cierto es que las adivinanzas aportan mucha diversión. De esta forma, las adivinanzas propician un buen estado de ánimo e incluso, pueden mejorarlo.

Jugar a las adivinanzas ayuda a…

Desarrollar la paciencia, darse tiempo para escuchar, aprender a memorizar, interpretar, razonar, prestar atención, concentrarse, comprender el lenguaje articulado, asociar ideas, motivarse, y así sucesivamente. En realidad es un pasatiempo muy completo.

El niño que juega a las adivinanzas –tanto si las escucha como si las enuncia– activa el funcionamiento de diversas áreas del cerebro que le ayudan en su desarrollo intelectual.

Con las adivinanzas el niño aprende a diferenciar lo que puede y no ser la solución del ejercicio, y al final, a decidirse por una respuesta.

En la saga de Harry Potter se presentan en diversas ocasiones, acertijos a resolver.

Incluso en la popular saga de Harry Potter, los protagonistas deben resolver una serie de acertijos en distintas oportunidades. Estos los llevan a lograr determinadas hazañas y al final les aportan beneficios mencionados anteriormente.

Otros beneficios de jugar a las adivinanzas

  1. Estrechar los lazos familiares. La complicidad, la confianza, la diversión colectiva, el disfrute del tiempo compartido…, cada juego con su familia será una reafirmación del amor y el apego que se tienen
  2. La formación de su autoestima. Ser el primero en hallar y decir la respuesta correcta, o ser aquel que se sabe las adivinanzas y las enuncia frente al grupo; recibir elogios a su inteligencia y capacidad de respuesta, lo llena de orgullo y le incentiva su amor propio.
  3. El desarrollo de su imaginación. Este tipo de pasatiempo fomenta la imaginación y la fantasía. Una adivinanza es un acertijo, un problema enmascarado tanto con pistas como falsificaciones de la realidad que le hacen volverse creativo, imaginarse cientos de ideas para dar con la que es completamente cierta.

15 adivinanzas para compartir

Mamá, para finalizar, no podemos dejar de recomendarte algunas de las adivinanzas más sencillas y atractivas que puedes compartir con tu pequeño en tu tiempo de ocio. Esperamos que las disfruten.

  1. Soy un color muy brillante que al azul no puedo ver, porque cuando estoy con él me pongo verde al instante (el amarillo)
  1. Nadie admira tu cantar, ni tus patas, ni tu pico. Todos se quedan prendados, prendados de tu abanico (el pavo real)
  2. ¿De qué color es el caballo blanco de Napoleón? (blanco)
  3. Blanca por dentro, verde por fuera. Si quieres que te diga, espera. (la pera)
  4. ¿Cuál es el animal que más demora en quitarse los zapatos?
  5. Después de haberme molido agua hirviendo echan en mí. La gente me bebe mucho cuando no quiere dormir (el café)
  6. ¿Qué animal va por la vida con los pies en la cabeza? (el piojo)
    Jugar a las adivinanzas tiene múltiples beneficios.
  7. Oro parece, plata-no-es ¿Qué es? (el plátano)
  8. Alto, alto como un pino, pesa menos que un comino ¿quién soy? (el humo)
  9. Verde nací, amarillo me cortaron, en el molino me molieron y blanco me amasaron ¿quién soy? (el trigo)
  10. Cinco hermanos muy unidos que no se pueden mirar, cuando riñen, aunque quieras, no los puedes separar ¿quiénes son? (los dedos)
  11. Una cajita chiquita blanca como la cal. Todos la saben abrir, nadie la sabe cerrar (el huevo)
  12. Soy pequeño y blandito y mi casa llevo sobre el lomito ¿quién soy? (el caracol)
  13. ¿Qué se corta sin tijeras y aunque a veces sube y sube nunca usa la escalera? (la leche)
  14. Nace en el monte, muere en el mar y nunca regresa a su lugar ¿qué es? (el río)

Como podemos comprobar, las adivinanzas no solo sirven como forma de esparcimiento, también ayudan a desarrollar el pensamiento lógico, la toma de decisiones, entre otros aspectos importantes.

Si bien a simple vista pueden parecer un asunto sencillo y sin valor alguno, en realidad hay mucho más detrás del juego de las adivinanzas.


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