Nadie es consciente de todos los retos y aprendizajes que conlleva ser mamá o papá hasta que tiene la fortuna de experimentarlo por cuenta propia. Y es que por más valiosa información que pueda recolectarse antes de la llegada de los pequeños, es mediante el día a día donde se aprende de los errores comunes que cometemos los padres en la crianza de los niños.
Muchos de estos descuidos parentales pueden tener como origen una buena causa. Como, por ejemplo, querer resolver la mayoría de los problemas de los niños. Sin embargo, eso solo genera pequeños dependientes y malcriados. Debido a esto, ser conscientes de las decisiones que tomamos y la forma en la que nos dirigimos a los hijos hace parte de toda crianza positiva.
10 errores comunes de los padres en la crianza de sus hijos
Equivocarse es normal cuando nos enfrentamos por primera vez a la gran labor de ser padres. No obstante, saber aprender de esos desaciertos y procurar no volverlos a cometer es fundamental para cuidar el bienestar emocional de los niños. Estos son algunos de los errores comunes que deberías alejar de tu hogar.
1. Mimar a los hijos en exceso
Aprender a valorar las cosas es indispensable en la vida de toda persona y ese tipo de enseñanzas se inculcan desde la niñez. Así que, por más que quieras consentir a tus hijos con regalos y comodidades, evita hacerlo en exceso.
Mejor explícales con cariño de lo afortunados que son al tener una familia que los ama y provee con cariño en todo lo que necesitan. No todos los niños tienen el privilegio de contar con personas que los valoran y les brindan las comodidades que todo pequeño debería tener.
2. No fijar límites y permitir faltas de respeto
Si deseas educar desde la crianza positiva a futuros adultos responsables, empáticos y respetuosos es necesario establecer límites de convivencia. Esto significa enseñar mediante el diálogo y el ejemplo que todas las personas merecen respeto y es necesario saber comportarse para no herir sentimientos ni para imponer los nuestros.
Esto no solo les permite a los niños saber manejar sus emociones de manera inteligente, sino también saber reaccionar cuando alguien se está sobrepasando. Si notas que tu hijo suele ser grosero y desafiante, corrige esas actitudes desde el amor y la disciplina.
3. Comparar a los pequeños con sus hermanos o amigos
Cada niño y niña es como una pequeña planta que puede florecer de diversas maneras y el hecho de que sus compañeros se destaquen en algunas ramas no significa que sean mejores.
Las comparaciones nunca traen nada bueno a su paso, más allá de inseguridades, tristeza y despropósito. Para motivar a los hijos a mejorar no es necesario hacerlos sentir inferiores ni generar inseguridades.
4. No ser un buen ejemplo
Es muy lamentable cuando los padres no son conscientes del gran impacto que tienen en la personalidad de sus hijos. Tanto las mamás como los papás son los modelos para seguir de sus pequeños, por lo que procurar ser buenas personas y brindarles un buen ejemplo es un punto crucial para educar a futuros adultos íntegros.
5. Realizar la mayoría de sus obligaciones
A medida que los hijos crecen y dejan de ser unos bebés dependientes, se hace necesario ir otorgándoles responsabilidades para que aprendan a solucionar sus propios problemas. Cultivar la autonomía y la independencia es necesario para no malcriar a los hijos y evitar niños irresponsables y autoritarios.
6. Engrandecer las pequeñas acciones
Está bien que como padres nos sintamos orgullosos de los pequeños logros que día a día logran alcanzar nuestros niños. No obstante, es muy importante no elogiarlos demasiado por cosas mínimas. Ya que eso puede tener grandes repercusiones en su personalidad cuando no se le brinden ese tipo de atenciones.
7. No ser consciente del gran impacto de las palabras
La forma en la que nos comunicamos con los hijos puede llegar a construir mediante las palabras puentes de conexión o muros de división. Por este motivo, sé muy consciente de las cosas que dices y controla tus emociones en momentos de tensión.
En muchas ocasiones en medio de peleas y berrinches se pueden llegar a decir cosas muy hirientes que quedan grabadas en la memoria de los niños y crean traumas difíciles de superar. Así que erradica de tu hogar las palabras de discriminación, irrespeto e intolerancia.
8. Etiquetar a los pequeños
Tanto las etiquetas positivas como las negativas tienen repercusiones en la personalidad y el autoconcepto de los niños. Esto se debe a que catalogar a los hijos mediante una etiqueta los encierra en un molde que puede ser difícil de romper.
Por tal motivo, no cohíbas a tu hijo mediante etiquetas que solo afectan la forma en la que se ven. De nada sirve decirles a los niños “inútiles”, “groseros” o “desagradecidos” para corregir sus comportamientos. Es mejor educar mediante el diálogo respetuoso para que aprendan a reconocer sus errores y no vuelvan a cometerlos.
9. No aprender a decir “no”
Uno de los mayores problemas de las nuevas generaciones es su falta de tolerancia ante la frustración. Esto se debe en gran medida que durante su infancia y adolescencia los padres siempre cumplieron sus caprichos y nunca les dieron un “no” como respuesta.
Los niños deben aprender a controlar sus emociones y saber que no siempre pueden obtener lo que desean, por más rabietas o gritos que puedan tener. Como padres, saber mantener la calma y corregir con respeto y disciplina es indispensable para enseñarles a mejorar esas actitudes nocivas.
10. Abusar de las ayudas tecnológicas
La tecnología puede ser una gran aliada en la crianza de los niños. Sin embargo, también puede ser una herramienta peligrosa cuando se deja a la merced de pequeños inocentes e ingenuos.
Por tal motivo, es indispensable utilizar aplicaciones de control parental, establecer horarios de uso y por ningún motivo permitir que los celulares o el televisor reemplacen la labor de los padres.
Evita estos errores comunes en la crianza de los hijos
Por más amor que sintamos por nuestros pequeños es necesario no malcriarlos mediante errores comunes que suelen presentarse en el día a día. Esto les permitirá ser buenas personas y saber reconocer su valor y el de los demás en sociedad. Así que sé un ejemplo para tus hijos y educa a través del amor, el respeto y el diálogo.
Bibliografía
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