7 consejos para enseñar a los niños a recoger sus juguetes

Enseñar a los niños a recoger sus juguetes y lograr que mantengan orden en su habitación puede ser una tarea desafiante para los padres. A menudo, los niños no le dan la misma importancia que los adultos al orden y pueden encontrar esta tarea aburrida.

Por otro lado, para los cuidadores, el orden en la casa es más que eso: es una forma de sentirse cómodos, encontrar tranquilidad y mantener el equilibrio en el hogar. A continuación, se presentan algunos consejos para enseñar a tus hijos a recoger sus juguetes de una manera entretenida.

¿Cómo hacer que mi hijo recoja sus juguetes?

Fomentar la responsabilidad y el orden en nuestros hijos es una parte fundamental de su desarrollo. A continuación, algunas recomendaciones para enseñar a tu hijo a recoger los juguetes.

1. Enseña a la par con el ejemplo

Es posible que tu hijo, en especial si es pequeño, no tenga mucho interés en recoger los juguetes. Esto se debe a que no ve la necesidad de mantener el orden, ya que no lo valora de la misma manera que los adultos. Sin embargo, es importante que puedas explicarle por qué es conveniente hacerlo, más allá de tu deseo como adulto.

Cuando termine de jugar, puedes comunicarle claramente tu solicitud: «una vez que terminemos de jugar, debemos guardar los juguetes». También puedes proponer dividir las tareas. Por ejemplo, puedes decir: «¿qué te parece si yo me encargo de recoger los autos y tú te ocupas de los muñecos?»

Además, puedes poner el ejemplo con otras situaciones cotidianas. Por ejemplo, puedes decir: «¿has notado que cuando terminamos de comer, recogemos los platos? Pues lo mismo ocurre con los juguetes». Estas estrategias pueden ayudar a que tu hijo comprenda la importancia del orden y colabore de manera más activa en la organización de su espacio.

2. Consigue organizadores

Para fomentar el hábito de que tu hijo ordene sus juguetes, es fundamental establecer lugares designados para guardarlos. Esto evitará la incertidumbre de no saber dónde deben ir o tener que preguntar cada vez. El orden proporciona previsibilidad y permite que el niño encuentre sus cosas cuando las necesite.

Además, es esencial que las cajas y organizadores estén al alcance del niño. Si los elementos para ordenar están fuera de su alcance, se dificulta el desarrollo del hábito y puede encontrar excusas para no hacerlo.

3. Muéstrale los beneficios del orden

También es importante enseñarle a tu hijo las ventajas de vivir en un lugar ordenado y organizado. Puedes señalarlo en situaciones concretas, como diciendo: «¿has notado lo rápido que encuentras tus autos cuando quieres jugar? Eso es porque ordenaste la última vez que terminaste tu juego».

Además, puedes explicarle que el orden contribuye a que sus juguetes no se rompan y evita accidentes, como que alguien pise algún objeto. Esto es en especial importante si tiene hermanos menores.

También puedes mostrarle los beneficios del orden en general: como todos en casa se sienten más cómodos, a gusto y cómo facilita la convivencia. De esta manera, poco a poco, le enseñarás a tu hijo a valorar la limpieza y el orden como aspectos importantes de su vida diaria.

4. Intenta sumar entretenimiento a la tarea

No hay nada mejor que jugar mientras se ordena. Por eso, mientras lo hacen, pueden cantar una canción juntos. Otra idea divertida es, por ejemplo, si quedan algunos osos de peluche o bolas en el suelo que deben ir al cesto, pueden jugar a «lanzar» las bolas al cesto, como si estuvieran jugando al baloncesto.

Si quieres hacerlo aún más interesante, puedes enseñar a ordenar a través de una especie de apuesta: «el que gane esta partida de ordenar podrá elegir qué es lo que ordenamos la próxima vez». Así le demuestras a tu hijo que el orden no tiene por qué ser aburrido.

Además, también puedes enseñar el concepto del orden a través de cuentos. Antes de ordenar o mientras cuentas el relato, pueden seguir el paso a paso de lo que les lees.

 

5. Establece algunas reglas prácticas

Por ejemplo, puedes explicarle que si quiere jugar, primero tendrá que terminar de guardar y ordenar lo que ya no va a usar. También puedes incorporar el orden como parte de la rutina diaria: reserven unos minutos cada día para organizar lo que han usado, desde los juguetes hasta la ropa en el cesto de lavado, entre otros.

De manera gradual, al asumir estas pequeñas responsabilidades, se establecerá un hábito útil y ayudarás a tu hijo a comprometerse con el orden a lo largo de su vida. En este sentido, es importante conocer a tu hijo y evitar esperar hasta última hora del día para que cumpla con el cuidado y el orden de su habitación, ya que estará muy cansado.

6. Sé un ejemplo

Los niños son muy observadores, por lo que si tú dejas tu sudadera en el sofá, el bolso en la cocina y tus pertenencias sobre la mesa de almuerzo, ellos entenderán que ese comportamiento es el adecuado.

Por eso, es importante mantener tus propios objetos en su lugar correspondiente en casa y, cuando no tengas tiempo para ordenar, puedes dar un aviso previo. Por ejemplo, si estás trabajando y debes interrumpir para atender un asunto, puedes decir en voz alta: «voy a dejar mis cosas aquí porque tengo que salir, al volver ordenaré».

7. Valora el esfuerzo y no solo el resultado

Es cierto que, dependiendo de su edad y la etapa de desarrollo en la que se encuentren, los niños pueden cansarse más rápido. Por lo tanto, es posible que quieran terminar la tarea rápidamente o que les resulte difícil continuar.

En estos casos, aunque queden algunos objetos sin recoger, es importante aplicar el refuerzo positivo y reconocer el esfuerzo que han hecho. Es fundamental valorar su intento y el tiempo que han dedicado al orden, incluso si no han completado la tarea por completo. Esto les brindará motivación y reforzará su disposición para aprender a mantener el orden en el futuro.

Entender el orden según la etapa de desarrollo

Es importante reflexionar sobre lo que representa el orden en tu vida. A veces, para algunos adultos, el orden roza la perfección, con espacios impecables y todo en su lugar de manera estricta. Sin embargo, esta perspectiva puede resultar un tanto rígida, en especial cuando se convive con niños.

Como padre o madre, es beneficioso tener claridad sobre cuál es tu punto de partida en cuanto al orden y ser capaz de flexibilizarlo y adaptarlo a la etapa de vida de tu hijo. Esto no significa vivir en un caos total, pero quizás durante los primeros años de vida de tu hijo, tengas que ajustar algunas expectativas.

Desde esta comprensión, te será más fácil enseñar a tu hijo a recoger sus juguetes, sin exigencias desmedidas o inapropiadas para su edad. La paciencia y la adaptabilidad son clave para fomentar el orden de manera efectiva y sin generar frustración en los niños.