"Fran aprende a ser ordenado": cuento corto para niños desordenados

La literatura infantil es perfecta para pasar un rato agradable con los hijos y enseñar a su paso lecciones valiosas que les servirán durante toda la vida.

Los cuentos y fábulas son herramientas literarias perfectas para transmitir enseñanzas a los hijos de una manera divertida y didáctica. En esta ocasión, te compartiremos un cuento corto para niños desordenados que les ayudará a comprender la importancia de mantener todo en su sitio.

El cuento infantil “Fran aprende a ser ordenado” es una obra de la poetisa Marisa Alonso, autora cuyas narraciones y enseñanzas se han traducido en múltiples idiomas alrededor del mundo. De la mano de esta narración podrás pasar tiempo de calidad con tus hijos y de paso enseñarles la importancia de conservar el orden en sus vidas.

“Fran aprende a ser ordenado”, una narración llena de lecciones

Un día como cualquier otro, el pequeño Fran dejó sus juguetes tirados por toda la habitación. Los carritos, los peluches, los colores y los cuadernos estaban fuera de lugar y dificultando el paso.

— ¡No quiero recoger nada! —se quejaba el niño.

— Pero ¡qué es este desorden! —le dijo su mamá muy seria— Ya eres lo suficientemente grande como para que ordenes tu habitación como te he enseñado. En este hogar hay reglas que deben seguirse y ya sabes diferenciar entre las cosas buenas y las malas.

El pequeño Fran solía salirse con la suya con sus berrinches y sus papás terminaban por organizar su habitación. Pero esa tarde fue la excepción y dejaron que su hijo lo hiciera por propia cuenta. Algo que no sucedió.

Luego de bañarse y cenar, Fran se puso su pijama y cansado fue a acostarse.

— No te olvides de cepillarte muy bien los dientes —le gritó su papá desde la cocina.

— ¡¿En dónde está Osito?! ­—exclamó el niño preocupado.

Osito era su peluche favorito y estaba acostumbrado a dormir a su lado cada noche.

— Osito está en donde lo dejaste. ¿Acaso no te acuerdas? —le respondió su papá.

Fran buscó por encima del desorden que inundaba su habitación, pero no encontraba su peluche en ningún lugar.

— ¡Quiero a Osito ahora! —se lamentaba con tristeza.

El pequeño buscó debajo de la cama y detrás de los cajones, pero todos los juguetes en el piso le impedían ver con claridad. El desorden era tanto que no podía concentrarse.

—Ya es hora de que vayas a dormir —exclamó la mamá— Estoy segura de que mañana aparecerá.

Fran se encontraba muy triste

Su padre lo ayudó a buscar a Osito y el cuento que estaban leyendo juntos, pero fue imposible.

— ¡Quiero dormir con Osito! —dijo Fran en medio de lágrimas.

— No sé en dónde está tu peluche ni el libro que no terminamos ayer —respondió su papá dando una mirada por toda la habitación— Mañana lo seguiremos leyendo.

— Dulces sueños, Fran —dijeron mamá y papá mientras se despedían de su hijo con un beso en la frente y apagaron la luz.

El pequeño no pudo tener una noche tranquila y, por el contrario, tuvo una pesadilla en medio de una solitaria selva. Osito pedía su ayuda y Fran debió cruzar en medio de árboles, ríos y cumbres para rescatarlo, pero no podía encontrarlo.

En ese momento un gran león apareció de la nada y el niño comenzó a gritar el nombre de su peluche, lo que hizo que se despertara.

A la mañana siguiente su mamá entró en la habitación como de costumbre y despertó a su hijo con un cariñoso beso.

Fran se desperezó poco a poco y vio todos los juguetes tirados en el suelo. Pero aclarándose los ojos observó detrás de la puerta de su habitación la pata de Osito.

— ¡Ahí está mi Ositooo! —exclamó lleno de alegría.

— Siempre ha estado ahí, solo que con este desorden no podías verlo —le respondió su mamá mientras salía entre los juguetes de la habitación.

En ese momento Fran se levantó de su cama y comenzó a ordenar todo. Pensó que de haber estado todo en su lugar Osito no se habría perdido y su papá le habría leído el cuento de hadas.

Así que tomó su peluche entre sus brazos y le dio un gran abrazo. Osito lo observó feliz porque sabía que nunca más volvería a perderse.

Actividades para realizar con este cuento para niños desordenados

Luego de terminar de leer este cuento corto a tus hijos anímalos para que hagan algunas actividades divertidas. De esta manera podrás saber qué fue lo que aprendieron los niños y reforzarlo mediante la creatividad. A continuación, te presentamos algunas dinámicas educativas para que los niños puedan reflexionar sobre la narración.

1. Preguntas de compresión: con el fin de evidenciar si los pequeños prestaron atención al cuento, pregúntales los siguientes interrogantes. ¿Qué es lo que Fran no quiere hacer al principio? ¿Por qué se puso triste el niño? ¿Por qué Fran perdió a Osito? ¿Qué fue lo que aprendió con todo lo que le pasó?
2. Dibujos creativos: a la mayoría de los pequeños les divierten mucho los dibujos y los colores. Por tal motivo, anímalos a dibujar a Fran y a Osito y pasar juntos tiempo de calidad. A través de esta manualidad creativa los niños pueden aprender grandes valores.
3. Refuerza la importancia del orden: habla con tus hijos sobre la cualidad de ser ordenados y cómo nos facilita la vida tener las cosas en su sitio. Explícales que cada vez que en la cotidianidad les llamas la atención para que organicen su habitación, lo dices porque los amas y quieres que aprendan a ser más responsables e independientes.

Lee este cuento para corregir el comportamiento de los niños desordenados

Es común que muchos padres pierdan la calma cuando entran a la habitación de sus niños desordenados y encuentran todos los juguetes tirados en el piso. No obstante, saber corregir desde el amor y el respeto es indispensable para que los niños aprendan de sus errores y mejoren como personas. Recuerda que en la manera de dar las lecciones radica su entendimiento.