¿Por qué es tan importante que los niños recojan su habitación?

Inculcar a los niños el hábito de mantener su espacio recogido favorecerá su responsabilidad y su amor propio.
¿Por qué es tan importante que los niños recojan su habitación?
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 28 marzo, 2022

Una de las peleas más frecuentes en todos los hogares es la que surge cuando los padres le piden a los niños que recojan su habitación. Resulta frustrante observar su desobediencia cuando esta es una de las pocas tareas y responsabilidades que tienen que hacer a lo largo del día.

No obstante, quizá el problema surja, precisamente, porque lo enfocamos como una imposición. Cuando esto ocurre, es frecuente que surjan resistencias y reticencias, que se cree una cierta lucha de poder entre padres e hijos. Sin embargo, si logramos transmitirlo como un acto de autocuidado, en lugar de como una obligación, quizá su respuesta cambie.

¿Por qué es tan importante que los niños recojan su habitación?

Tu entorno es un reflejo de tu estado interno

Un acto tan sencillo como mantener su cuarto ordenado y recogido ayuda a desarrollar en los niños valores y actitudes importantes.  En primer lugar, favorece una mente más despejada y un estado interior armonioso. Dicen que nuestro espacio es reflejo de nuestro interior, que un ambiente caótico es el resultado de una mente confusa y revuelta.

Cama llena de ropa en una habitación desordenada.

Pero la relación se produce en ambas direcciones. Habitar un espacio desorganizado y descuidado promoverá sentimientos de estrés y de falta de claridad en el menor. Puede causar problemas de concentración y dificultades de estudio. Igualmente, afectará a la hora de conciliar el sueño pues, para lograr un buen descanso, es necesario acostarse en un entorno limpio y ordenado.

Fomenta la responsabilidad

Evidentemente, mantener la habitación recogida fomenta la responsabilidad. Este es el valor que hemos de tratar de inculcar: la responsabilidad, mas no la obediencia. Un hogar es un espacio compartido por varias personas en el que todas tienen su papel a la hora de cuidar del mismo. Y, como parte de la familia, él también ha de colaborar. Como niño, sus tareas son escasas, pero igualmente importantes.

El pequeño ha de comprende debe recoger su cuarto, no por obediencia, sino por amor y cooperación, igual que hacen el resto de miembros de la familia. Todos son un equipo y reman juntos para disfrutar de un hogar agradable y acogedor. Su contribución es tan valiosa como la del resto, por lo que esta debe ser vista por el niño como algo deseable, algo de lo que sentirse orgulloso: formar parte de una familia amorosa en la que todos cuidan de todos y del espacio que comparten.

Potencia el amor propio y el auto-cuidado

Por último, tratemos de inculcar al menor el hábito de recoger su habitación como un acto de amor por sí mismo. Este es el lugar de la casa que le pertenece, al que puede acudir a relajarse y a estar a solas. Es su santuario y merece gozar de un entorno agradable que le haga sentir emociones positivas estando en él.

Si el niño siente verdaderamente su habitación como propia, será más sencillo que le nazca la voluntad de cuidar de ella. Por tanto, permitamos que escoja la decoración y el lugar en que desea guardar cada libro, juguete y objeto. Igualmente, respetemos su independencia. Si deseamos que el pequeño se haga responsable de este espacio, hemos de permitir que lo sienta como suyo.

Niños guardando sus juguetes y recogiendo la habitación.

Llamemos a la puerta antes de entrar y evitemos recolocar y reorganizar las cosas a nuestro parecer. Respetemos su espacio para que él también lo respete. Haciéndose responsable de su cuarto, aprenderá a hacerse responsable de sí mismo. Podrá comprobar cómo el esfuerzo diario hace que su habitación luzca bonita y sea un entorno estupendo en el que apetece jugar y pasar tiempo.

Así, le será más sencillo entender que lo mismo ocurre con las personas. Si cada día nos cuidamos y nos ocupamos de nosotros, nos mantendremos sanos y felices. Pero si, por el contrario, nos dejamos y nos descuidamos, podemos acabar enfermando o sintiéndonos mal.

Anima a los niños a que recojan su habitación

Entonces, anima a tu hijo a mantener su cuarto organizado y limpio. Y hazlo promoviendo valores como la cooperación familiar, el amor propio y la responsabilidad consigo mismo. Cuéntale que hacerlo le ayudará a dormir mejor, a encontrarse más a gusto en su espacio y a sentirse orgulloso de sí mismo.

Una petición sincera siempre es mejor recibida que una imposición, y adquirir valores siempre es más sano a largo plazo que obedecer ciegamente.


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