La transición de dormir a tu bebé en brazos a hacerlo en su propia cuna puede ser un gran desafío tanto para ti como para tu pequeño. Sin embargo, con paciencia y algunos consejos prácticos, puedes hacer que este proceso sea más fácil y que dormir a tu bebé en la cuna se convierta en una rutina placentera.
En este artículo, te proporcionaremos una guía para ayudarte en este proceso, solo recuerda mantener un enfoque amoroso y verás que tu bebé se habituará a quedarse dormido con tranquilidad. Además, te recomendamos aplicar todos estos consejos de manera conjunta para que la transición sea más rápida. Ahora, toma nota.
Crea un ambiente confortable y una cuna segura
Es indispensable que la cuna sea un lugar seguro y acogedor. Asegúrate de que cumpla con ciertas normas de seguridad, por ejemplo, que el espacio entre los listones no sea mayor a 6 cm para que no pase la cabeza de tu pequeño, ya que aumenta la posibilidad de que quede atorado allí.
Así mismo, ten en consideración que las superficies blandas al dormir pueden significar riesgos de asfixia y aumentar la posibilidad de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante. También, la sobrecarga de juguetes y almohadas dentro de su cuna. Por lo que es indispensable que el colchón sea firme, pero cómodo y tenga la menor cantidad de objetos a su alcance.
Por otra parte, es muy importante que pongas especial atención en aquellos detalles que le brindan confort a la habitación, como es el caso de los ruidos blancos. Se trata de una mezcla de sonidos de diferentes frecuencias, lo que resulta en un zumbido constante que le brindará seguridad a tu pequeño, ya que le recuerda el sonido del útero materno.
Un objeto de consuelo, como un peluche o una manta pequeña, pueden convertirse en un gran compañero que ayude a tu bebé a sentirse más seguro en la cuna.
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Gestiona mejor su alimentación nocturna
La alimentación nocturna puede parecer un refugio seguro para calmar a un bebé que despierta en mitad de la noche, pero puede crear asociaciones poco saludables entre comer y dormir. Es habitual que los padres alimenten a su bebé cada vez que este se despierta durante la noche, asumiendo que el hambre es la causa principal del despertar.
Sin embargo, esto puede llevar a que el bebé no aprenda a dormirse por sí mismo sin comer. La idea es ayudar al bebé a no depender de la alimentación como un mecanismo para volver a dormir. De hecho, en el libro ¡ Todos a dormir?: La guía del sueño reparador para bebés, niños y padres (2020) se aconseja crear rutinas donde no se relacione la alimentación con el inicio del sueño, para ello puedes amamantar a tu bebé más temprano y luego llevarlo a la cuna cuando esté adormilado.
Además, cuando el bebé se despierta, es aconsejable intentar otras formas de calmarlo antes de ofrecer comida, como acunarlo, cantarle suavemente o incluso darle un pequeño paseo en brazos. Con el tiempo, el bebé comenzará a desvincular la asociación entre estar en la cuna y el momento de alimentarse, lo que puede contribuir a una rutina de sueño más consistente y tranquila.
Ajusta su vestimenta según la temperatura
La comodidad del bebé durante la noche es crucial para un sueño ininterrumpido, y la vestimenta juega un papel fundamental en esto. Es esencial vestir al bebé de manera adecuada al momento de dormir para garantizar que no tenga ni demasiado frío ni demasiado calor. La elección de la ropa adecuada varía según la estación del año y la temperatura de la habitación donde duerme el bebé.
En climas más fríos, un pijama más abrigador y un saco de dormir pueden ser necesarios; mientras que en un clima cálido, un body ligero puede ser suficiente.
Además, es aconsejable tocar la piel del bebé, como la nuca o el pecho, para comprobar si está sudando o si tiene frío, así hacer los ajustes necesarios para maximizar su confort y promover un mejor sueño.
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Establece una rutina sólida
Los bebés progresan con la rutina, ya que la misma les brinda seguridad. Crea una rutina de dormir que sea predecible y relajante. Esto puede incluir un baño tibio, un masaje suave, leer un libro o cantar una canción de cuna. La constancia es clave para que tu bebé asocie estos rituales con la hora de dormir.
Del mismo modo, ayudas a tu bebé a entender la diferencia entre el día y la noche manteniendo las luces tenues y el ambiente tranquilo por la noche, y más activo y luminoso durante el día.
Una técnica recomendada es que comiences por acostumbrar a tu bebé a dormir en la cuna durante las siestas diurnas. Esto puede ayudar a que la cuna se convierta en un lugar de confort y seguridad. También, es recomendable que comiences poniendo a tu bebé en la cuna de manera gradual, cuando esté somnoliento pero aún despierto. Esto le permitirá asociar la cuna con el proceso de quedarse dormido por sí mismo.
Otra técnica muy conocida es la llamada Camping out. Consiste en permanecer en la habitación con tu bebé mientras se duerme haciéndole suaves caricias, con el tiempo y poco a poco se vas reduciendo tu presencia hasta que pueda dormirse solo. Esto les permitirá ganar independencia y autonomía tanto a ti como a tu bebé.
Sé paciente y constante
La paciencia es vital durante este proceso. Puede tomar varias noches o incluso semanas para que tu bebé se acostumbre a su cuna. Mantén la firmeza, el amor, la calma y no te desanimes.
Recuerda que si tu bebé llora al ser puesto en la cuna, no lo saques de inmediato. Dale tiempo para calmarse y dormirse por su cuenta. Además, es indispensable que evites regañar a tu bebé, si no quiere dormir en la cuna. En su lugar, ofrécele consuelo y seguridad con tu presencia y palabras tranquilizadoras. La paciencia y la positividad son esenciales.
Cada bebé es único. Lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Escucha a tu instinto y haz ajustes según las necesidades de tu bebé y tu familia.
El amor y la paciencia son claves
Recuerda, dormir a tu pequeño en la cuna es un proceso que requiere tiempo y amor. No todas las noches serán perfectas, pero cada pequeño paso es un progreso hacia el objetivo. Ten presente que estás enseñando a tu bebé habilidades valiosas que le servirán para toda la vida. Con amor, comprensión y las estrategias adecuadas, tanto tú como tu bebé disfrutarán de una buena noche de descanso.
Con estos consejos y tu dedicación, pronto tu bebé estará durmiendo muy plácido en su cuna y tú podrás descansar sabiendo que has dado un paso importante en su desarrollo e independencia.
Bibliografía
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