Cuando tu bebé tiene la nariz tapada, dormir se convierte en todo un desafío. La congestión nasal puede interrumpir su sueño, haciendo que se despierte con frecuencia y se sienta incómodo. Esto no solo afecta su descanso y bienestar, sino que también puede hacer que tú te sientas agotada y preocupada.
Es fundamental encontrar maneras de aliviar su congestión para que ambos puedan descansar mejor. Por ese motivo, vamos a hablar sobre la mejor posición para dormir a un bebé con mocos, los cuidados que debes tener y algunos consejos prácticos que pueden marcar una gran diferencia en el descanso de tu pequeño.
Dormir al bebé boca arriba es fundamental
Dormir boca arriba es la mejor opción para tu bebé, en especial cuando tiene mocos. Esta postura es crucial para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS), una de las principales preocupaciones de los padres con bebés pequeños. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), dormir boca arriba es la posición más segura para los nenes.
Además de ser la posición más segura, dormir boca arriba facilita la respiración del bebé al mantener sus vías respiratorias abiertas. Esto es muy importante cuando tiene la nariz tapada, ya que ayuda a que el aire fluya con mayor facilidad y reduce el riesgo de obstrucciones.
¿Cómo hacerlo?
Lo que debes hacer es posicionar siempre a tu bebé a dormir boca arriba sobre una superficie firme. No eleves su cabeza con almohadas o toallas, puesto que esto puede doblar su cuello y dificultar la respiración. Mantén la cuna libre de objetos sueltos, como peluches o mantas, para evitar cualquier riesgo adicional.
Esta sencilla medida puede hacer una gran diferencia en la calidad del sueño de tu pequeño y en su bienestar general. Dormir boca arriba no solo es seguro, sino que también le permitirá descansar mejor y recuperarse más rápido de su congestión.
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Posturas a evitar: boca abajo y de lado
¿Sabías que para los bebés dormir boca abajo incrementa de manera significativa el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS)? Esta posición puede hacer que la nariz y la boca se presionen contra el colchón, de manera que dificulta la respiración y aumenta el riesgo de asfixia.
Así mismo, dormir de lado tampoco es recomendable, ya que el bebé puede volcarse fácilmente y terminar boca abajo. Además, esta posición no permite que las vías respiratorias se mantengan rectas, lo que puede provocar la acumulación de mucosidad y dificultar la respiración.
Para mantener las vías respiratorias de tu bebé rectas y sin obstrucciones, es fundamental seguir estas recomendaciones y siempre posicionarlo boca arriba al dormir.
Estrategias para aliviar la congestión nasal en bebés
Para ayudar a tu bebé a dormir mejor cuando tiene congestión nasal, además de la postura correcta, existen varios cuidados adicionales que pueden marcar la diferencia. Por ejemplo, los siguientes.
Lavado nasal con solución salina
El lavado nasal es una técnica efectiva para eliminar la mucosidad acumulada en la nariz del bebé. Para hacerlo, sigue las siguientes recomendaciones:
- Usa gotas salinas simples o suero fisiológico. Puedes hacer tus propias gotas con agua estéril, destilada o previamente hervida y sal.
- Coloca dos gotas en cada fosa nasal para aflojar la congestión.
- Utiliza una pera de succión para extraer la solución salina y el moco. Asegúrate de apretar la pera antes de colocarla en la fosa nasal para evitar empujar la congestión más adentro.
Este procedimiento ayuda a despejar las fosas nasales, facilitar la respiración y permitir que el bebé duerma mejor. Implementar esto 15 minutos antes de alimentar a tu bebé o a la hora de dormir puede contribuir a un descanso más placentero.
Vapor frío
Un ambiente húmedo puede ser muy beneficioso para aliviar la congestión nasal de tu bebé, y una de las formas más efectivas de lograrlo es con vapor frío. Si deseas utilizarlo, sigue estas recomendaciones.
- Coloca un vaporizador o humidificador de vapor frío en la habitación del bebé. Asegúrate de situarlo lo suficientemente cerca para que el vapor lo alcance mientras duerme, pero fuera de su alcance para evitar accidentes.
- Cambia el agua todos los días y sigue las instrucciones del fabricante para evitar la formación de moho y bacterias.
El aire húmedo ayuda a mantener las vías nasales del bebé despejadas, lo que reduce la irritación y facilita la respiración. Esto puede mejorar la calidad del sueño del bebé.
Hidratación adecuada
Mantener al bebé bien hidratado es crucial para ablandar la mucosidad y facilitar su eliminación, ya que ayuda a mantener las secreciones nasales más fluidas. Para ello, ofrece leche materna o fórmula con mayor frecuencia. Y para bebés mayores de seis meses, puedes añadir agua a su dieta.
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Consideraciones adicionales
Además de estas estrategias, es importante prestar atención a otros factores que pueden afectar la comodidad y el sueño del bebé.
- Evita irritantes y alérgenos: mantén la habitación del bebé libre de polvo, humo y otros alérgenos que puedan agravar la congestión nasal.
- Ambiente tranquilo: asegúrate de que la habitación esté oscura y silenciosa para promover un sueño reparador. Utiliza cortinas y minimiza el ruido ambiental.
- Temperatura adecuada: ajusta la habitación a una temperatura confortable, idealmente entre 18 y 20 grados Celsius. Una temperatura adecuada ayuda a evitar la sequedad del aire y la irritación de las vías respiratorias.
Estas medidas, junto con las estrategias mencionadas, pueden ayudar a que tu bebé duerma mejor y a reducir su malestar debido a la congestión nasal.
Consejos prácticos para evitar riesgos
Para asegurar que tu bebé duerma de manera segura y cómoda, es importante mantener una higiene nasal saludable, además de seguir ciertas medidas específicas y consejos prácticos.
Evitar aparatos inclinados
Las sillas inclinadas y mecedoras pueden aumentar el riesgo de asfixia en los bebés debido a la posición de la cabeza y el cuello. Estas posiciones pueden obstruir las vías respiratorias y dificultar la respiración.
Asegúrate de que duerma siempre en superficies planas y firmes. Las cunas y moisés deben cumplir con las normas de seguridad y no deben tener almohadas, cobijas sueltas ni juguetes dentro. Por otro lado, es fundamental no dejar al bebé sin supervisión en estos aparatos.
Utilizar vestimenta cómoda
Viste a tu bebé con capas cálidas y transpirables, pero evita las mantas sueltas. En su lugar, utiliza un saco de dormir adecuado para bebés, que proporciona calor sin riesgo de asfixia.
¿Cuándo visitar al médico?
Si tu bebé presenta signos graves de dificultad respiratoria, como quejidos constantes al respirar, respiración rápida o superficial, o si notas que los labios o la piel se vuelven azulados, debes actuar rápidamente. Llama al número de emergencias de tu ciudad o llévalo hasta allá.
Es crucial que, aunque los síntomas no parezcan graves, consultes con el pediatra si la congestión nasal persiste por varios días o si se acompaña de otros síntomas preocupantes, como tos persistente, irritabilidad extrema, o problemas para dormir. El pediatra podrá ofrecer tratamientos adicionales y asegurarse de que no haya una infección subyacente que necesite tratamiento.
Bibliografía
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