13 ejercicios para aprender a leer

Si tu hijo está aprendiendo a leer, aquí tienes 13 ejercicios muy sencillos que facilitarán su aprendizaje desde casa.

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Los ejercicios lúdicos para aprender a leer y a escribir son excelentes para consolidar la formación de tu hijo. Ten en cuenta que los juegos lo animan y entretienen, con ellos darán pasos agigantados en la lectura. La paciencia y la comprensión deben acompañarte, ya que se trata de un proceso largo, y a la vez emocionante, en el cual juegas un papel decisivo.

Como madre, padre o cuidador, necesitas un poco de creatividad y tiempo de calidad con tu pequeño. ¡Toma nota de estos ejercicios que seguro serán de su agrado!

Cómo aprendemos a leer: de la función comunicativa a la conciencia lingüística

Es importante comprender que los niños aprenden de manera gradual a manejar la lengua. A medida que crecen, desplazan su atención desde la comunicación general hacia las unidades más pequeñas que componen el lenguaje. El reconocimiento de estas estructuras, como los fonemas y las sílabas, marca el inicio del proceso de adquisición de la lectura y la escritura.

Con el manejo de las sílabas y mediante el juego y la experimentación, los futuros lectores avanzarán hacia la comprensión de los fonemas, según un artículo de la Revista Electrónica Leer, Escribir y Descubrir. Las investigaciones han demostrado que estas habilidades, tanto las silábicas como las fonológicas, se pueden mejorar con entrenamiento, y cuanto más desarrolladas estén, mejores serán los resultados en los aprendizajes básicos.

Para avanzar en el descubrimiento de las sílabas y los fonemas, te presentamos estas 13 actividades.

13 actividades para aprender a leer

Partimos de que los niños aprenden mejor jugando. A ello se refiere este artículo publicado en la revista Conrado cuando señala el «aprestamiento», como parte de la educación previa a la primaria, en la que a través del juego, se incentiva y prepara para el aprendizaje que está por venir.

Entre los métodos más empleados se cuentan el sintético familiarizando a los niños con el abecedario, las letras y su grafía hasta llegar a los fonemas y sus combinaciones, y el método global, que consiste en reconocer y aprender a partir de palabras y frases completas.

Aprender a partir de los fonemas

Con este método, trabajamos las capacidades de escucha e identificación, así como el uso de los fonemas de acuerdo con los patrones de sonido. Se presenta una letra al niño, como la «m», y se le muestra una imagen que represente ese sonido. Estos ejercicios para aprender a leer están diseñados para avanzar progresivamente desde las letras hasta las sílabas y, finalmente, a las palabras. Como podrás ver, son fáciles de realizar y resultarán entretenidos para ellos.

Debes saber que alrededor de los 4 años, los niños comienzan a conocer las vocales y a asociarlas con palabras que inician con una de ellas. Ayudan mucho en esta etapa las cartillas con grandes y coloridas vocales ilustradas con animales y objetos familiares, para que los niños los reconozcan y nombren.

1. Pesca de letras

Es un juego que permite el reconocimiento de las letras y su asociación con múltiples palabras. Puedes escribir las letras del alfabeto en diferentes fichas, introducirlas en una bolsa y pedirle a tu hijo que saque una al azar. El niño deberá identificar la letra que sacó y decir una palabra que empiece por dicha letra.

2. El baile de las letras

La finalidad del juego es la misma que el de la pesca de letras. Prepara una canción para que suene durante el juego, junta varias sillas y coloca una letra al azar en cada una. La música empezará a sonar y al detenerse, tu hijo deberá sentarse en una silla, identificar la letra correspondiente y decir una palabra que empiece por esa letra.

3. Memoria de vocales

Este juego lo puedes comprar o hacer en casa, basta hacer fichas que tengan en una de sus caras las vocales. Puedes intercalar objetos, animales o cosas, además de las vocales, de modo que ofrezca diferentes opciones y variedad a la hora de buscar y encontrar tarjetas repetidas. Es genial para ejercitar la memoria, concentración, la memoria visual y la atención.

4. Nombrar animales

Las imágenes son un buen recurso para que el niño aprenda nuevas palabras. En este caso, te presentamos un juego en el que tu hijo podrá aprender las vocales. Lo primero que debes hacer es crear cinco cestas de papel que representarán a cada vocal.

Luego, imprime distintas imágenes de animales cuyos nombres empiecen con vocal. Aprovecha las impresiones para preguntarle cómo se llama el animal que aparece en la instantánea y, a continuación, en qué grupo de vocales debe incluirlo.

Aprender a leer con ejercicios basados en el método silábico

Este es un método que parte de unidades mínimas y sencillas del idioma hasta llegar a las más complejas. El silábico plantea algo obvio: cuando pronunciamos las palabras no empleamos sonidos aislados, y el más básico de todos los sonidos del habla es la sílaba.

Por otro lado, es importante saber que todos los niños tienen distintos niveles de desarrollo. Estudios, como este publicado en la revista Pucara, afirman que alrededor de los 4 años, los niños pueden segmentar palabras de dos sílabas. A los 5 años, ya pueden contar las sílabas en una palabra de dos. Finalmente, a los 6 años, son capaces de aislar sílabas al principio y al final de las palabras. ¡Vamos a practicar!

5. Tarjetas con sílabas

El primer ejemplo es muy sencillo. Consiste en generar tarjetas con diferentes sílabas. A partir de estas, deberás sugerir a tu hijo que forme palabras con las sílabas escogidas. Para añadir algo de diversión, pon los papeles en un cubo y deja que él escoja uno de entre el montón.

Una vez que haya llevado a cabo su elección, es tu momento de pronunciar con intensidad la sílaba ganadora. De manera seguida, deberás hacer la pausa para que el niño pueda sorprenderte con su habilidad lingüística.

A propósito, un estudio publicado en la Revista de Investigación Educativa establece que la velocidad para denominar números y letras, la capacidad perceptiva y el vocabulario, predicen la eficiencia en lectura de palabras. Y ello, junto al aislamiento de sílabas y fonemas, como en los ejercicios que te proponemos, anticipan la eficiencia de la comprensión lectora.

6. Construye palabras

Esta práctica exigirá el máximo de tu pequeño. Escribe todas las letras del abecedario en trozos de papel del mismo tamaño. Después, pon todos los recortes encima de la mesa para que estén a su alcance. Empieza preguntándole por el nombre de las letras que tú escoges.

Una vez que el pequeño tenga un nivel más avanzado, invítalo a que sea él quien las escoja y construya con ellas palabras enteras. Es uno de los ejercicios para aprender a leer más prácticos.

La conciencia fonológica, clave para aprender a leer jugando con palabras

La conciencia fonológica es uno de los predictores más importantes en el aprendizaje de la lectura. Esta habilidad para reconocer y usar los sonidos del lenguaje se desarrolla entre los 4 y los 8 años de edad. Como ya hemos visto, va desde la conciencia silábica hasta las habilidades fonémicas propias de la lectura y la escritura.

7. Saltan los conejos

Este juego consiste en separar varias palabras en sílabas, cada vez que tu hijo lea una de forma correcta, brincará hacia adelante imitando a un conejo. El juego terminará cuando el pequeño llegue a una meta establecida.

8. Sopa de letras

Las sopas de letras son ejercicios útiles para aprender a leer. Aprovecha para pedirle que encuentre vocales o consonantes, entre el mar de opciones que ofrece este ejercicio. También puedes recurrir a lápices de colores para diferenciar las letras y enriquecer la experiencia. El hecho de disfrutar ayudará a que aprenda con mayor facilidad y a que considere esta actividad como un divertimento, lo cual influirá de modo positivo en su aprendizaje.

9. Carteles con palabras

Este ejercicio suele ser uno de los más eficaces, para que tu pequeño aprenda a leer y a escribir. En este caso, debes preparar carteles e introducir palabras, ya sea a mano o desde el ordenador; es recomendable que la letra sea redonda y grande. Inténtalo con grupos de palabras para que le sea más fácil.

El juego consiste en presentar cada semana palabras nuevas en los carteles. Para ello, debes situarte justo delante de él y enseñárselas, uno detrás de otro, de manera más o menos rápida, a la vez que pronuncias los sustantivos que aparecen en las láminas.

Así, el niño identificará las palabras que ha ido aprendiendo contigo, semana tras semana. Más adelante, te sugerimos incorporar imágenes o pictogramas al juego.

10. Pega palabras en casa

Esta actividad consiste en rotular objetos y partes de la casa con carteles. Debes colocarlos en sus sitios respectivos, siempre a la altura de los ojos de tu hijo, para que cada vez que pase por ese sitio o cerca de ese objeto, vea la palabra escrita.

Más adelante podrás retirar esos carteles para que sea él quien vuelva a colocarlos e incluso, a elaborarlos él mismo, ensayando la escritura y la ortografía. Si quieres añadir un grado más de dificultad, coloca el cartel en un sitio que no sea el adecuado. Puedes sumarle también imágenes que acompañen a las palabras.

11. Trabalenguas

Los trabalenguas son un reto divertido, especial para activar la memoria, la pronunciación en voz alta, la fluidez, la articulación y la dicción. Es decir, todos los componentes de una buena lectura.

Además, conecta a los niños con las tradiciones, los nombres de animales, frutas, oficios y objetos, pues son piezas sonoras cargadas de historia, creatividad e ingenio, como lo refiere este artículo de la revista Cognosis.

12. El juego del ahorcado

Resulta un tanto complejo para los más pequeños de la casa, por lo que se recomienda iniciar con palabras cortas y conocidas. Sin duda se trata de un entretenimiento clásico, útil para pensar y deducir. Fortalece la conciencia fonológica y abre el camino para aprender a escribir con excelente ortografía.

Así funciona: elige en silencio una palabra, dibujar un palo y al pie una raya por cada letra que la compone, dejando visible y como pistas solo la inicial y la letra final. El niño debe ir mencionando letras y por cada una que no se encuentre en la palabra, se coloca una parte del ahorcado. El reto termina cuando adivina la palabra o se completa el dibujo del muñeco.

13. Inventar rimas

Los sonidos similares y el ritmo facilitan la asociación entre palabras, por lo que incentivan la lectura en los niños. Una buena idea es tomar una canción infantil favorita, escribirla en un papel o pizarra y dejar un espacio en blanco, al cantarla pedirle que la complete.

También puedes hacer un juego de memoria, en el que las parejas correspondientes sean palabras que rimen entre sí, como por ejemplo: pato-gato, jamón-jabón, entre muchísimas otras.

Leer en voz alta, la mejor de las actividades para aprender a leer

Leerle a tu hijo es la manera más natural y sensible de despertar el amor a la lectura. Leer en voz alta favorece el desarrollo cognitivo y del lenguaje, aumenta el vocabulario, las habilidades previas a la lectura y perfecciona el desarrollo conceptual. Es lo que se conoce como «alfabetización emergente», según este artículo de la revista Criterios. Además, estrecha la relación entre padres e hijos.

Como has podido ver, existen múltiples ejercicios para aprender a leer, los cuales abordan el proceso de forma dinámica y divertida, lo que redunda en beneficios para los pequeños. Anímate a practicar con tu hijo sus habilidades de imaginar, crear y conocer mundos a partir de las palabras.

Bibliografía

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