Vacaciones sin los niños: ¿cómo manejar la culpa?

¿Te gustaría tomar vacaciones sin los niños, pero la culpa te tortura?, ¿deseas disfrutar de una escapada en pareja, pero te inquieta lo que opine el resto?, ¿te preocupa que tus hijos la pasen mal durante tu ausencia?

Debido a la enorme responsabilidad y exigencia que implica la crianza, es más que esperable que en algún momento surja el anhelo de tomar un descanso libre de juguetes, rabietas y demandas infantiles. Está claro que viajar con los niños tiene su encanto, pero hacerlo sin ellos también es válido.

Para manejar el sentimiento de culpa que aparece al tomar la decisión de vacacionar sin la compañía de nuestros pequeños, es importante priorizar la planificación y asegurarnos de que la rutina de los niños no sufra cambios bruscos. ¡Continúa leyendo y conoce más estrategias para dejar la culpa en casa!

¿Soy una mala madre si disfruto sin mis hijos?

Criar es, tal vez, el trabajo más difícil que una persona puede llevar a cabo. Es evidente que una vez que nos convertimos en madres, las prioridades cambian. Nuestros deseos y necesidades pasan a un segundo plano, ya que ahora hay una pequeña criatura que depende de nosotras.

Ahora bien, conforme nuestros hijos crecen, van adquiriendo mayor independencia. ¿Acaso eso no significa que nos necesitan menos? Retomar poco a poco los espacios individuales y sociales de disfrute es conveniente para cuidarse una y también a los niños.

Lo mismo con relación a la pareja: generar momentos íntimos para reencontrarse y recuperar la complicidad es imprescindible. De acuerdo a lo planteado por la psicóloga clínica Laura Markham, disfrutar momentos de ocio sin los niños no solo no nos convierte en malas madres, sino que tiene un impacto positivo en el grupo familiar.

A su vez, un artículo publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), enfatiza la idea de que tomarse tiempo para una misma y atender el autocuidado hace que seamos más pacientes y empáticas con nuestros hijos.

Estrategias para disminuir la culpa por tomar vacaciones sin los niños

Tienes derecho a tomarte vacaciones sin tus niños y no sentir culpa por ello. Es más, te lo mereces. Considera estos consejos para sentirte a gusto al momento de hacer un pequeño viaje sin tus hijos y en paralelo, ayudarlos a que ellos se adapten de la mejor manera posible.

1. Planifica con anticipación

Es importante que los niños estén al tanto de tus vacaciones algunas semanas antes de que ocurran. Lo cierto es que no hay un tiempo específico adecuado para comunicárselo. Eso dependerá de las necesidades de cada uno y de las dinámicas familiares.

Es fundamental que no se lleven una sorpresa. Si es la primera vez que pasarán varios días en casa sin tu presencia, debes darles tiempo para procesar la situación y permitirles hacer todas las preguntas que quieran.

Además, debes asegurarte de que sean cuidados por una persona de absoluta confianza para ellos. En este sentido, son desaconsejables las resoluciones a último momento.

2. Procura que su rutina no sufra cambios significativos

Mantener rutinas consistentes ayuda a los pequeños a sentirse en calma y a tener un mejor desempeño escolar. Sostener un mismo horario para levantarse, comer o irse a dormir es más significativo de lo que muchos padres imaginan. Una investigación publicada en la revista Early Childhood Research Quarterly así lo explica.

Los cambios de su día a día hacen que la sensación de seguridad se debilite, generando ansiedad e incomodidad. Por tanto, es esencial que aunque tú no estés en casa, tus hijos mantengan la misma estructura y que no suspendan sus actividades cotidianas. Por supuesto que hay modificaciones que no se pueden evitar. Lo importante es que estas sean lo menos notorias posible.

3. Mantén la comunicación abierta

Nadie quiere estar pendiente del móvil durante los días de descanso. Sin embargo, si dejamos a nuestros hijos en casa, es poco conveniente que cortemos la comunicación con ellos. Porque aunque estén con otro adulto responsable, les puede surgir alguna emergencia o necesitar la voz de su mamá.

Puedes sugerirles conversar cada noche, al menos unos minutos, para que te cuenten cómo ha sido su día y tú compartirles el tuyo.

4. Haz que se diviertan en casa

¿Quién dice que quedarse en casa es aburrido? Para ellos, también será un descanso «sin padres». Así, los niños perciben tus días de vacaciones como una oportunidad para divertirse con amigos, vecinos u otros familiares.

Una buena alternativa es que antes de emprender tu viaje planeen juntos los paseos, los juegos o las actividades que harán en tu ausencia. También puedes dejarles sorpresas para que se mantengan entretenidos. Por ejemplo, prepara una búsqueda del tesoro o deja regalos escondidos en diferentes sitios del hogar.

Para cuidar a los hijos, hay que cuidarse uno

Ser buena madre no significa renunciar a la propia felicidad. Al contrario, para ejercer la maternidad desde un lugar respetuoso y amoroso, es crucial sentirnos en paz con nosotras mismas y atender a nuestras necesidades.

En definitiva, el bienestar de los padres hace felices a los hijos. Por ende, tomarse unas vacaciones sin los niños no es un acto egoísta, sino una manera de fomentar la autonomía, fortalecer los lazos familiares y enseñarles la importancia del autocuidado. ¿Qué esperas para planear tu próxima escapada?