Un trastorno de la conducta alimentaria es una enfermedad mental caracterizada por una alteración frente a la ingesta de alimentos y una distorsión en la percepción del cuerpo. A pesar de que cada vez resulta más fácil diagnosticarlos, el trastorno por atracón en adolescentes tiende a pasar desapercibido. Por este motivo, conviene conocerlo y actuar.
¿Qué es el trastorno por atracón?
Según el Manual de Diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatria, se define como:
- “La presencia recurrente de atracones, es decir, la ingesta de comida en un periodo corto de tiempo de una cantidad mayor a la que consumiría otra persona en las mismas circunstancia y duración. Suelen producirse al menos 1 vez a la semana durante 3 meses como mínimo”.
- “Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere en ese momento”.
Además, se asocia a comer muy deprisa, sin hambre, hasta sentirse completamente lleno, generando malestar, en solitario, debido a la vergüenza por hacerlo, y sensación de culpa o decepción tras el episodio.
Asimismo, acostumbran a ir precedidos de una restricción dietética o a hacerla a posteriori. En resumen, es un pez que se muerde la cola del que resulta complicado salir a medida que pasa el tiempo. Muchas veces, es un patrón que se observa en adolescentes con bulimia o síndrome del comedor nocturno, aunque no tiene por qué.
La prevalencia es del 26,3 %, aunque destaca especialmente en adolescentes con sobrepeso u obesidad, y puede aumentar hasta el 30-50 % en aquellas personas cuyo objetivo es perder peso.
Factores de riesgo de trastorno por atracón en adolescentes
Respecto a su desarrollo, igual que ocurre con la mayor parte de las patologías, la causa es multifactorial. Entre los más estudiados se encuentra la personalidad, así como el entorno social y familiar.
Generalmente, suelen ser inseguros, presentan baja autoestima y adaptación al cambio. Incluso, son impulsivos e incapaces de regular sus propias emociones hacia ellos mismo o los demás. Además, se encuentran a disgusto con su cuerpo.
También se asocia a una mala gestión del estrés y la ansiedad, y síntomas depresivos. Sin embargo, se cree que la depresión es una consecuencia del atracón.
¿Se consumen unos alimentos determinados o no importa?
Durante mucho tiempo, la tendencia era acudir a los alimentos dulces o salados insanos, puesto que activan los sistemas de recompensa del cerebro. Por eso, al tomarlos, el placer y bienestar es mayor, ya que resultan agradables al paladar por su alto contenido en azúcares de absorción rápida y grasas trans. Los más implicados son:
- Las galletas.
- El chocolate.
- Las patatas fritas.
- Las gominolas.
- Los frutos secos salados.
Pero los estudios más recientes muestran que puede producirse por alimentos sanos como la fruta, los dátiles, las pasas, las aceitunas, etc. Por lo que la importancia radica en el motivo por el que surge el atracón y no el tipo de alimento. Así pues, suelen ser alimentos a los que se tenga acceso en casa o aquellos que evita de normal por considerar que está prohibido comerlos.
Tratamiento del trastorno por atracón en adolescentes
Para finalizar, el tratamiento del trastorno por atracón en adolescentes consiste en la combinación de la psicología y la educación nutricional. Dicho tratamiento va enfocado al cambio de conducta y al establecimiento de unos hábitos regulares de ingesta sin que suponga un problema para la salud ni la calidad de vida del adolescente.
En referencia a la alimentación, se procura aumentar la conciencia durante las comidas, atendiendo a las señales de hambre y saciedad. El principal objetivo que hay que lograr es que el adolescente haga al menos 3 comidas diarias sin que le genere ningún sentimiento negativo.
En cambio, la psicología va a encargarse de abordar las causas que le han llevado a comportarse de esta manera y ofrecerle herramientas para gestionarlo. Además, le va a permitir que exprese sus emociones a lo largo de todo el proceso terapéutico. En definitiva, es importante que, como padres, mostréis vuestro apoyo para aceptar la situación y superarla.
Bibliografía
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