La sensibilidad dental en niños

La sensibilidad dental en niños es una molestia intensa en los dientes del pequeño, quien a veces se queja de un dolor en la boca sin poder explicar muy bien lo que siente. Por ello, a continuación, te contamos en qué consiste este malestar agudo en la boca y sus causas más frecuentes. También te damos algunos consejos para aliviar a tu hijo cuando tenga sus dientes sensibles.

¿Qué es la sensibilidad dental en niños?

La sensibilidad dental en niños es la sensación dolorosa de los dientes cuando estos están en contacto con algún alimento muy frío, caliente, dulce o ácido. Cuando esto sucede, al pequeño puede resultarle difícil explicar lo que está sintiendo en su boca.

En general, la sensibilidad dental en niños se produce por desgaste del esmalte que recubre los dientes, pues este tiene un delgado espesor que los deja sin protección. También, aunque es menos frecuente en la infancia, por retracción de las encías que dejan zonas de la raíz expuestas y, por lo tanto, desprotegidas.

Al disminuir el espesor del esmalte o quedar expuesta la raíz, la dentina que se encuentra por debajo, en la zona más interna del diente, queda desprotegida. Este tejido posee en su interior miles de túbulos microscópicos que conectan las terminaciones nerviosas de la pulpa del diente con el exterior.

Cuando un factor externo, como el frío o el calor, estimula estos túbulos expuestos, se activan las terminaciones nerviosas y responden con dolor intenso y agudo.

La sensibilidad dental en niños es bastante común, sobre todo en los meses de verano, cuando los pequeños consumen alimentos y bebidas más frías. La molestia que causa la sensibilidad al comer puede perturbar la alimentación; incluso los chicos se niegan a comer para no sentir dolor. Por todo esto, es necesario encontrar una solución cuanto antes.

Causas de sensibilidad dental en niños

Hay múltiples factores que pueden ocasionar la sensación desagradable de la sensibilidad dental en niños. Aquí te comentamos algunos de ellos:

• Mala higiene bucal: una incorrecta higiene bucal, excesiva, con demasiada fuerza y con movimientos horizontales bruscos puede desgastar el esmalte o dañar las encías.
• Caries: la presencia de caries en la boca hace al diente sufrir sensibilidad y responder con dolor ante los estímulos externos.
• Alimentos muy ácidos: el consumo excesivo de alimentos o bebidas con demasiado ácido o gasificados, como cítricos o refrescos con gas, pueden erosionar el esmalte que recubre los dientes.
• Elementos dentarios agrietados o fisurados: como consecuencia de una caída o golpe, los dientes pueden partirse y tener pequeñas grietas o fisuras que, a simple vista, no se ven, pero que pueden ocasionar sensibilidad dental en niños.
• Bruxismo: es un hábito bastante frecuente en los niños. Al apretar y rechinar los dientes, las superficies dentarias se van desgastando, dejando expuestos los túbulos dentinarios.
• Dientes en erupción: el proceso de erupción de los elementos definitivos puede suceder con molestias como la sensibilidad dental.
• Empastes: algunos dientes empastados pueden sufrir de sensibilidad. Se trata de elementos que han perdido tejido dentario y la molestia suele ser mayor en aquellos casos en los que las caries eran profundas.
• Gingivitis: cuando no hay una adecuada higiene bucal y se acumulan bacterias sobre las encías, estas se inflaman, duelen, sangran y pueden retraerse dejando la raíz del diente expuesta.
• Sinusitis: la inflamación de los senos paranasales está asociada a la sensibilidad de los dientes, sobre todo en los molares superiores, ya que sus raíces están próximas a la zona inflamada.
• Ortodoncia: debido a los movimientos dentarios que se generan en los tratamientos ortodóncicos, los dientes suelen presentar sensibilidad dental.

¿Cómo puedes solucionarla?

Si tu niño se queja de molestias y dolor ante los alimentos fríos, dulces o calientes, siempre la mejor opción es acudir al odontopediatra. Será el profesional quien evaluará la situación e identificará el problema. De todos modos, hay algunas actitudes que puedes aplicar en el hogar y que mejorarán la situación.

Asegúrate de supervisar y colaborar en la higiene dental de tu hijo. Enséñale la técnica de cepillado correcta, con movimientos suaves, verticales y circulares.
Usar un cepillo de cerdas suaves y cambiarlo cada tres meses también puede ayudar. Las pastas dentales especiales para niños son menos abrasivas que las de los adultos, por lo que también es un aspecto a considerar.

Ya sabes que los alimentos con alto contenido de azúcar, gasificados o ácidos son poco saludables para tu hijo. Evitarlos o reducirlos ayudará a disminuir las molestias de la sensibilidad dental en niños. Asimismo, no darles alimentos muy fríos o muy calientes es de ayuda en estos casos.

Explícales a tus pequeños que no deben morder o meterse en la boca objetos duros como lápices, bolígrafos o juguetes que pueden romper o desgastar sus dientes. Tampoco deben usar los dientes para cortar cintas, plástico de envases o abrir paquetes.

Como ya mencionamos, siempre la mejor solución es consultar con un profesional que evalúe la situación. Si la sensibilidad de tu niño está asociada al bruxismo, a la presencia de caries o a un traumatismo, es necesario que consultes cuanto antes para evitar que empeore.

Actuar frente a la sensibilidad dental en niños

Las molestias que genera la sensibilidad dental en los niños pueden hacer que tu niño no quiera alimentarse y se sienta molesto e incómodo. Es importante buscar la causa que esté provocando la situación y es el odontopediatra quien mejor te guiará para llegar a un diagnóstico certero.

De todas maneras, prestar atención al cepillado, evitar grandes contrastes de temperatura en los alimentos y seguir nuestros otros consejos pueden serle de gran ayuda a tu pequeño a la hora de atravesar esta desagradable sensación.