Responsabilidad en los campamentos de verano

Entre las actividades más positivas que los niños pueden hacer en vacaciones, están los campamentos de verano. Pero también existen riesgos de accidentes y lesiones. ¿A quién pedir la responsabilidad?
Responsabilidad en los campamentos de verano
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 28 marzo, 2024

Los campamentos de verano son una experiencia muy fructífera y positiva para los estudiantes. Se puede pensar en los mismos como un momento de aprendizaje no convencional. La socialización, la autonomía, los mecanismos de integración y comunicación… se fortalecen de forma lúdica.

Del mismo modo, otras capacidades como el respeto, la tolerancia y la capacidad de adaptación, también se ponen en práctica. Podría considerarse como un ejercicio práctico a la teoría aprendida en casa o el ciclo escolar.

Los padres son los responsables de elegir los campamentos adecuados para sus hijos. Entre las principales características deben analizar las edades, el espacio y las actividades que incluye.

Además, es fundamental conocer cuántos y quiénes son los responsables de la estancia de los niños. En definitiva, son ellos los encargados del cuidado y buena estancia de los más pequeños cuando los tutores se van.

También es muy necesario consultar sobre la existencia de un seguro de accidentes y de responsabilidad civil. Ello garantiza que alguien responderá por posibles daños o lesiones sufridos durante sus días en el lugar.

Responsabilidad en los campamentos de verano.

¿Quiénes asumen la responsabilidad frente a reclamaciones por accidentes en campamentos de verano?

El organizador o entidad pública o privada responsable de los campamentos de verano responden frente a un daño o lesión. Desde el mismo instante en que el alumno ingresa, hasta el momento de su salida, es responsable de su seguridad.

Esta medida de protección incluye al espacio físico propio del campamento como cualquier otro sitio al que se trasladen durante el mismo. Es muy común la realización de caminatas o tareas al aire libre en cercanías del lugar.

La responsabilidad civil es la reparación de los daños ocurridos por omisión, acción o negligencia. Es, entonces, un requisito básico que se pueda comprobar culpabilidad en los monitores o establecimiento para recurrir el daño.

Existe también la responsabilidad por el riesgo atribuida a quienes han creado o incrementado el mismo. Por cualquiera de estos supuestos, los dirigentes organizadores tienen la obligación de responder.

Las Administraciones públicas también son responsables cuando el daño se produce por deterioro en las instalaciones de su administración. En todos los casos es posible derivar o solicitar una responsabilidad de los monitores cuando se verifica que hubo culpa.

Procedimiento para presentar reclamaciones a los campamentos de verano

Los padres del damnificado tienen un plazo de un año para presentar una reclamación. La recopilación de las pruebas es un factor muy fuerte para obtener una respuesta positiva. Imágenes, testimonios, certificados médicos y demás documentos son los necesarios para comprobar la responsabilidad civil y valuar el daño.

Los que han padecido un daño o lesión que no se originó por una causa fortuita, pueden iniciar la demanda correspondiente. El primer paso es intentar una negociación con el centro educativo. Tras este intento, cuando no se logra un acuerdo se puede acudir a los Tribunales de Primera Instancia.

¿Cuáles son las actividades que se realizan en los campamentos de verano?

Cada campamento tiene sus propias actividades y varían según el objetivo y la matrícula. Las edades de los niños son un factor determinante para el tipo de juegos o paseos que se realicen.

En los campamentos, los riesgos también son muy variados y son los profesores y monitores los encargados de prevenir cada situación. Se estima que un adulto coordinador de equipo debe poseer entre 8 y 10 alumnos menores de 6 años.

Algunas salidas o disciplinas pueden requerir de monitores especializados en el tema. Ejercicios de escalada, juegos en el agua o actividades de supervivencia, necesitan de un conocimiento específico. El control y la supervisión también son mayores en este tipo de acciones.

La improvisación no debe ser parte de un campamento de verano. Cada actividad debe ser previamente planificada, evaluada e informada a los padres. De hecho, se necesitan los permisos pertinentes y, en ocasiones, los certificados médicos que demuestren el estado físico apto de los participantes.

¿Se puede culpar a la víctima?

La jurisprudencia ha sentado algunos antecedentes de culpa de la víctima. Esto significa que los lesionados pueden tener, en algunos casos, madurez suficiente para discernir el riesgo e igualmente actúan. Este hecho podría liberar al centro organizador de responsabilidad o moderar la misma y generar una responsabilidad compartida.

Los seguros contratados para los campamentos de verano cumplen una función muy importante. Tratan de dar respuesta a las demandas y las indemnizaciones por daño, en el caso que correspondan.


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  • Sociedad de pediatría Sccalp. Los campamentos de verano. Extraído de: https://www.sccalp.org/documents/0000/0379/campamentos.pdf
  • Luján Ferrer, Manuel Enrique, Rodríguez Sánchez, Keilyn. (2011). EL CAMPAMENTO COMO PROGRAMA DIDÁCTICO: HACIA UNA PROPUESTA TEÓRICO-METODOLÓGICA PARA SU IMPLEMENTACIÓN EN LOS MUSEOS. Revista Electrónica "Actualidades Investigativas en Educación" [en linea] 2011, 11 (Enero-Abril).  Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa

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