5 consejos para elegir el mejor campamento de verano

¿Quieres que tu hijo aya a un campamento de verano? Entonces debes tener todo esto en cuenta.
5 consejos para elegir el mejor campamento de verano
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 30 julio, 2020

Los padres siempre tenemos dudas sobre los criterios a tomar en cuenta para elegir el mejor campamento de verano. Se acercan las vacaciones, así que es tiempo de comenzar esta búsqueda. En épocas estivales es casi obligatorio llevar a los pequeños a disfrutar de los programas diseñados para ellos.

Por este motivo, la oferta ha aumentado considerablemente. Los campamentos temáticos son muy demandados, en especial por los propios niños. Para elegir el programa correcto, es preciso tener en cuenta varios aspectos. Para empezar, lo primero que debemos considerar es la personalidad de nuestro hijo.

Cuando se trata de campamentos de verano propuestos por especialistas en alguna materia, es más fácil tomar una decisión. Por ejemplo, si el niño practica algún deporte o tiene predilección por alguna actividad, escogemos lo que más le atrae a él. Sin embargo, hay veces que aunque tengamos clara la opción, no siempre es conveniente. Para ayudarte a tomar la mejor decisión, a continuación te ofrecemos algunos consejos.

¿Cómo elegir el campamento de verano ideal?

Ninos saltando dentro de un saco de patatas

A veces el problema para decidir el campamento correcto no son las actividades. Las dudas pueden venir de cualquier lado. El propósito de inscribir a nuestros hijos es que se nutran de una experiencia que los haga crecer a nivel emocional e intelectual. Sin embargo, ¿cómo saber si están en la edad adecuada? ¿qué tipo de programación le conviene más? ¿es un lugar seguro?

¿Cuál es la edad adecuada para que el niño asista a un campamento de verano?

Según algunos especialistas, como la educadora y directora del Programa de Idiomas de ASTEX, Verónica Gónzalez, esta cuestión es fundamental. González afirma que lo primero que debemos tener en cuenta es el carácter del niño. Como cada uno es diferente, no se puede indicar la edad precisa. Sin embargo, lo normal es que entre los 7 y 8 años pueda comenzar a planificarse.

En ese sentido, podemos comenzar a observar el grado de independencia que manifiesta nuestro hijo. Por ejemplo, hay niños que a los 7 años pueden desenvolverse bastante bien por su cuenta. Mientras, otros a los 12 años todavía son muy dependientes y complicados a la hora de adaptarse. Conviene comenzar hasta tres meses antes los trámites, a fin de tener más certeza cuando llegue el día.

La educación se siembra cuando somos niños pero debemos cultivarla toda la vida

-Paul Carvel-

¿El niño elige o lo hace el valor curricular?

Es común que el niño decida a qué campamento de verano desea ir. Sin embargo, a veces entramos en controversia con lo que queremos y con lo que es mejor. Según Verónica González, es muy importante tener en cuenta ambas cosas.

La idea de que acudan a estos programas es que vivan una experiencia que les enseñe y tenga utilidad. Pero no debemos olvidar que el pequeño debe desear hacerlo, es importante que se divierta y sea un sueño para él.

Ninos jugando con una bola del mundo

¿Cómo superar el temor de que no le guste el campamento de verano?

Una de las principales dudas que surgen a la hora de elegir el campamento ideal es que al niño no le guste y quiera volver a casa. Sin embargo, la especialista propone que trabajemos en los puntos débiles de los niños antes de que se vayan. Sabemos que quizás tengan miedo a la hora de dormir, o sean complejos para socializar.

Una vez que sepamos qué puede fallar, es posible enfocarnos en eso para evitarlo. Las razones para que quiera regresar las habremos identificado desde antes. Por este motivo, conviene elegir con cuidado, tomando en cuenta que quizás pueda no ser una buena idea. Pese ello, la mayoría de los programas tienen períodos de adaptación.

¿Es recomendable que el campamento reciba visitas de los padres?

Los especialistas no lo recomiendan en absoluto. Se cree que las visitas de los padres afectan al proceso de integración de los niños. Una visita en el período de adaptación puede ser contraproducente, sobre todo si consideramos que a nuestro hijo le puede costar adaptarse. Se recomienda prudencia y esperar al día de ir a recogerlos.

Ante todo, es obligatorio no forzar al niño a hacer algo que no desee hacer. No es necesario que vaya a campamentos de verano ahora si no quiere. Existen cientos de alternativas saludables para que conozca a otros niños y se desenvuelva que no implican tenerle lejos de casa.

En este sentido, aunque tú tengas muchas ganas de que tu hijo vaya a un campamento de verano, si no le ves animado, no le obligues. Si le ves confundido, puedes hablar con él y explicarle qué son y qué se suele hacer allí, para de esta manera, poder saber si realmente le gustaría probar la experiencia o no. ¡Tanto si quiere ir como si no quiere ir hazle sentir bien con la decisión que tome! Así los dos, estaréis más tranquilos.

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