¿Qué es el prurigo simple infantil?

El prurigo simple infantil es una afección frecuente provocada por la picadura de un insecto. Se caracteriza por una intensa picazón local y a veces también en todo el cuerpo. Si bien puede ocurrir en cualquier momento de la vida, los niños de 2 a 7 años con enfermedades atópicas son más propensos a desarrollarlo.

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¿Qué es el prurigo simple infantil?

El prurigo es una patología de la piel que cursa con lesiones excoriadas, pápulas o vesículas. Su síntoma más característico es la picazón. Si bien se puede desencadenar por múltiples motivos, las picaduras de pulgas y mosquitos son la causa más frecuente.

Esta enfermedad se produce por una reacción desmesurada del cuerpo ante el contacto con el insecto que pica (chinches, mosquitos o pulgas). Es algo similar a lo que ocurre con las alergias. De hecho, las sustancias (alérgenos) contenidos en la saliva de los insectos son las que despiertan esta reacción de hipersensibilidad.

Otra característica particular es que el prurigo ocurre en forma de brotes. Es decir que aunque el insecto pique una sola vez, las lesiones pueden ir y venir varias veces. Incluso pueden afectar zonas más alejadas del cuerpo, lo que hace que el cuadro sea más difícil de controlar.

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Causas del prurigo simple infantil

El prurigo simple infantil no es una patología infectocontagiosa, sino una reacción de la piel ante el contacto con determinados insectos. Algunas de los agentes causales más frecuentes son los siguientes:

• Pulgas (la más frecuente).
• Mosquitos.
• Ácaros.
• Chinches.
• Escarabajos de alfombra.

La frecuencia de aparición del cuadro es mayor a finales de la primavera y en el verano. Si bien afecta a todas las edades, los niños de entre 2 y 7 años son especialmente vulnerables porque suelen estar más expuestos a los insectos.

Medidas de prevención

El Australasian College of Dermatologists recomienda algunas medidas preventivas para el prurigo simple infantil. La principal es eliminar a los insectos de la casa.

El uso de insecticidas ambientales contribuye al control de los mosquitos y otros zancudos, pero el uso de repelentes aptos para niños es una medida mucho más eficaz.

Además, las mascotas deben recibir un tratamiento para las pulgas periódicamente, principalmente durante los meses más cálidos del año.

Síntomas de la afección

Las manifestaciones clínicas del prurigo son variables y poco específicos, lo cual dificulta el diagnóstico preciso de esta condición.

El prurigo simple infantil puede presentarse de forma aguda, con lesiones extensas, que provocan mucha picazón o incluso dolor. Cuando se examinan las lesiones de cerca, se observa un contenido turbio dentro de las vesículas que yacen sobre una piel irritada.

Las lesiones características del prurigo son de dos tipos: Las primarias son pápulas en forma de cúpula y las secundarias, adoptan un color más oscuro y un aspecto escamoso o escoriado.

Todas estas lesiones se distribuyen de manera simétrica en ambos lados del cuerpo. Habitualmente se localizan en las caras externas de las extremidades y las nalgas, pero pueden aparecer en cualquier otro sitio.

A medida que el niño crece las reacciones se hacen menos intensas, debido a que el organismo se vuelve más tolerante a ciertos alérgenos. Por este motivo la enfermedad no es tan frecuente de ver en los adultos.

Posibles complicaciones

El prurigo simple infantil no implica serios riesgos para la salud de los niños. Sin embargo, el rascado continuo puede favorecer la aparición de algunas infecciones de la piel, como la foliculitis, la celulitis o el impétigo.

Cuando la reacción cutánea es muy intensa y sus síntomas provocan mucho malestar, el médico puede indicar algún tratamiento farmacológico para aliviarlos.

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Diagnóstico y tratamiento del prurigo simple infantil

El prurigo simple infantil se diagnostica a través de la observación directa de las lesiones en la piel. En raras ocasiones se requieren estudios, como una biopsia cutánea.

El tratamiento es sintomático, es decir que busca aliviar los síntomas y no la curación. Según la complejidad del cuadro, las opciones terapéuticas son diferentes. A continuación mencionaremos algunas de ellas.

Corticoesteroides tópicos

Las cremas con corticoesteroides tópicos se aplican solamente en aquellas zonas en las que se observe una lesión. Su acción es muy eficaz para reducir la inflamación local y mejorar la picazón.

Se indican desde el inicio de los síntomas, para evitar que el cuadro clínico evolucione hacia estadios más avanzados.

Antihistamínicos

Estos medicamentos se utilizan para aliviar la picazón y se pueden ofrecer en comprimidos o en jarabes. También existen formulaciones en crema para aplicación tópica, con emolientes y agentes secantes como la calamina o la crema mentolada.

Otras opciones

En los casos más severos puede ser necesario el uso de corticoesteroides por vía oral, en ciclos cortos.

Cuando la lesión se infecta por una bacteria, también se indica un tratamiento antibiótico con el objetivo de resolver la infección.

El prurigo simple infantil es más que una afección de la piel

Si bien el prurigo es un cuadro leve, sus síntomas pueden resultar muy molestos para el niño e incluso interferir con el descanso nocturno. Por este motivo, es importante tomar todas las medidas de prevención en el hogar (insecticidas, redes y mosquiteros), así como el uso de repelentes y otras medidas físicas en los niños.

Asimismo, en caso de que las lesiones aparezcan es importante iniciar el tratamiento de los síntomas prontamente. De esta manera les evitaremos a los niños el malestar y las complicaciones por el rascado intenso.