Peso y talla del bebé al nacer: todo lo que debes saber

El peso y la talla de nacimiento varían de un bebé a otro por distintas circunstancias. Te contamos todo acerca de estas mediciones y por qué son tan relevantes.

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Leidy Mora Molina

Última actualización: 24 marzo, 2022

El peso y la talla del bebé al nacer son dos medidas antropométricas que pueden variar considerablemente entre un pequeño y otro. Esto puede despertar la preocupación de los padres, aunque muchas veces se trate de valores completamente normales.

Hay que tener en cuenta todos los factores que condicionan el tamaño del niño al nacer para poder entender el por qué de las diferencias individuales. Por eso, a continuación, te contamos todo lo que debes saber con relación a las medidas del recién nacido.

Factores que influyen en el peso y en la talla del bebé al nacer

Es común notar que todos los bebés tienen un aspecto físico parecido al nacimiento. Sin embargo, su peso y su talla pueden ser bastante diferentes entre unos y otros. Incluso, cuando sus madres hayan dado a luz en la misma semana de gestación.

Ocurre que cada pequeño tiene características propias, las cuales se relacionan con su experiencia de vida intrauterina y con su genética. Ambas cuestiones influyen directamente en el peso y en la talla del bebé al nacimiento.

A continuación, vamos a ahondar un poco más sobre los factores que más se relacionan con el tamaño del bebé al nacer. ¡No dejes de leer!

Duración de la gestación

Lo normal es que un bebé nazca entre la semana 37 y la 41 de embarazo, que es lo que se considera a término.

Si nace más cerca de la semana 37, probablemente su peso y su talla sean menores que las de un bebé nacido cerca de la semana 41. Pues esta última etapa es clave para el engorde del pequeño.

Así, mientras más tiempo permanezca un bebé dentro del vientre, mayor tamaño tendrá al nacer.

Sexo del bebé

En líneas generales, los niños suelen ser unos gramos y unos centímetros más grandes que las niñas. Esta diferencia se relaciona con los motivos biológicos de la especie.

Enfermedades o complicaciones gestacionales

Ciertos problemas de salud que se generan durante el embarazo influyen directamente en el peso y en la talla del bebé al nacer, así como en otras características físicas.

En este sentido, si la madre ha padecido hipertensión arterial durante el embarazo, es probable que su niño nazca más pequeño que otros. Contrariamente, en el caso de haber cursado una diabetes gestacional, lo esperable es que el bebé nazca bastante más grande que otros de su misma edad post concepcional.

Estatura de los padres

Habitualmente, la genética tiene mucho que ver con el tamaño de los bebés al nacer. Así, si los padres son altos, sus bebés tenderán a ser más grandes que los hijos de padres más bajos. Sin embargo, esta regla no se cumple en el 100 % de los casos.

Embarazo múltiple

Cuando hay dos, tres o más fetos en un mismo embarazo, los bebés suelen nacer más pequeños de lo habitual.

Hábitos maternos durante la gestación

Una alimentación saludable durante el embarazo y el consumo suficiente de vitaminas y de minerales se traducen en una buena salud fetal. Y, probablemente, esto condicione su peso y su talla de nacimiento.

De igual manera, hábitos nocivos durante la gestación, como una mala alimentación, el tabaquismo, el consumo de las drogas y de alcohol inciden negativamente en estas medidas.

Medidas antropométricas del bebé al nacer

Inmediatamente luego del nacimiento, el neonatólogo realiza una evaluación completa del estado de salud del bebé, a la vez que se le ofrecen los primeros cuidados neonatales.

Dentro de las múltiples tareas que se ejecutan en este encuentro, se le toman al niño sus medidas antropométricas (peso, talla y perímetro cefálico) y se determina la normalidad o no de dichos valores. Los parámetros que guían los especialistas son los siguientes:

• Peso del bebé al nacer: esta es la medida más variable de las dos y tiene una diferencia casi constante entre los niños y las niñas. En general, los bebés sanos que nacen a término pesan entre 2,800 y 4,300 kg. A su vez, esta referencia depende de la población y de las curvas de crecimiento que se consideren en cada país.
• Talla del bebé a nacer: la longitud del bebé luego del nacimiento se toma con un pediómetro o altímetro horizontal. Para eso, se coloca al bebé bien estirado sobre una superficie firme, con la cabeza paralela al suelo y con los talones, las nalgas y la espalda alineados. Acto seguido, se mide la distancia entre el talón y el vértice de la cabeza. En general, los bebés sanos y de término miden entre 46 y 53 cm al nacer.

Gráficas de percentiles

Para valorar si el peso y la talla del bebé se encuentran dentro de los límites esperados, el pediatra se basa en unas tablas o gráficas que representan los valores de referencia para una determinada población. Estos se conocen como percentiles y describen las medidas normales, según el sexo del bebé.

En una curva de percentiles hay varias líneas, cada una con un número distinto: 3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97. Estos carriles representan la distancia entre la medida real del niño con respecto al tamaño promedio de su población de referencia. Se considera que el peso o la talla son adecuados cuando se ubican entre los percentiles 3 y 97.

¿Qué pasa si mi bebé no está dentro de estas medidas?

Algunas patologías gestacionales se ven reflejadas en el peso y la talla del bebé al nacer. Cuando el bebé tiene un tamaño por debajo de lo normal, el especialista se basará en la historia gestacional para determinar la causa. Estas pueden ser enfermedades maternas o problemas en la placenta, entre otras cuestiones.

Por otra parte, que un bebé de gran tamaño al nacer no necesariamente sea más saludable que el resto. Esta condición se conoce como macrosomía fetal y puede alertar una inadecuada regulación de los niveles de azúcar en sangre en las primeras horas de vida.

Seguir las recomendaciones del pediatra

El peso y la talla del bebé al nacer son medidas en las que se basa el especialista para establecer el plan de cuidados posnatales del bebé. Estas también serán consideradas en todos los controles pediátricos futuros, con el fin de valorar apropiadamente la evolución del crecimiento corporal y la maduración neurológica del pequeño.

Debemos tener presente que cada bebé nace con sus propias características y crece a su propio ritmo. Por lo tanto, no es adecuado hacer comparaciones arbitrarias entre un niño y otro. Lo más recomendable es seguir al pie de la letra las indicaciones del pediatra a fin de garantizarle las mejores condiciones de salud a cada infante.