¿Por qué es peligroso fumar durante el embarazo?
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Es bien sabido que el consumo de tabaco conlleva daños para la salud de quien consume y de su entorno más próximo. Y esto no solo ocurre cuando se fuma (cigarros, cigarrillos de papel, cigarrillos electrónicos, pipas), sino también cuando se mastica o se aspira. Por ello, a continuación hablamos sobre los peligros de fumar durante el embarazo.
Afortunadamente, varios problemas de salud relacionados con esta sustancia mejoran después de discontinuar el uso. Es por ello que las estrategias orientadas a educar sobre los riesgos y a fomentar el abandono del hábito de fumar son sumamente valiosas.
Así pues, el embarazo es un periodo crítico para la salud del niño por nacer. Durante esta etapa todos sus órganos y sistemas se desarrollarán a gran velocidad, siendo extremadamente vulnerables a los estímulos externos. Entonces, es fundamental que durante la consulta prenatal se converse acerca del tema con la embarazada y su entorno. Realizar intervenciones apropiadas y oportunas favorecerá la salud de la mamá y del bebé.
¿Estás embarazada y todavía no te decidiste a dejar de fumar? En las siguientes líneas encontrarás toda la información necesaria para dar el paso.
Los peligros de fumar durante el embarazo
El tabaco contiene miles de toxinas potencialmente dañinas para el organismo, entre ellas la nicotina. Una vez dentro del cuerpo provocan alteraciones en la oxigenación de las células y los tejidos, favoreciendo el mal funcionamiento de los órganos. Se han descrito asociaciones entre el tabaco y enfermedades como el asma, la hipertensión, el cáncer, entre otras.
En las mujeres que desean concebir un bebé se desaconseja el consumo de tabaco desde unos meses antes de iniciar la búsqueda, ya que este tóxico podría interferir en la fertilidad. Y, una vez embarazadas, deberán saber que fumar aumenta el riesgo de complicaciones obstétricas, como el embarazo ectópico, y fetales, como el nacimiento prematuro.
¿Cómo puede afectar fumar durante el embarazo a mi bebé?
Al fumar, el humo del tabaco y sus productos tóxicos ingresan en la sangre. Esto, a su vez, limita el contenido de oxígeno que inspiramos y que también viaja por la sangre hacia los tejidos. En la mujer embarazada estos productos serán captados por la placenta, cuya función es proveer nutrientes y oxígenos al feto.
La sangre “contaminada” ingresará a la circulación fetal y recorrerá todo su organismo, interfiriendo en la correcta oxigenación de las células. Todo esto provocará cambios en la estructura y en las funciones del corazón, el cerebro, los pulmones y otros órganos del bebé.
A su vez, todas estas sustancias externas serán capaces de alterar el material genético del feto, aumentando el riesgo de desarrollar a futuro enfermedades malignas, como la leucemia.
Complicaciones en la salud materno-fetal
El ingreso de los tóxicos del tabaco aumentará las probabilidades de padecer enfermedades prevenibles en en bebé y su mamá. Dejar de fumar en cualquier momento del embarazo las reducirá.
- Enfermedades maternas:
- Embarazo ectópico (fuera de la cavidad uterina).
- Desprendimiento de placenta.
- Rotura prematura de membranas.
- Placenta previa.
- Abortos espontáneos o muerte fetal.
- Sangrados.
- Hipertensión.
- Preeclampsia.
- Enfermedades del bebé:
- Asma.
- Enfermedades fetales:
- Nacimiento prematuro.
- Bajo peso al nacer.
- Baja talla para la edad gestacional.
- Problemas pulmonares y respiratorios.
- Dificultades en la adaptación a la vida fuera del útero.
- Malformaciones en la boca y paladar (labio leporino y paladar hendido), intestinales (gastrosquisis y atresia anal), renales (agenesia o hipoplasia renal), defectos cardíacos, entre otros.
Lee el artículo: Preguntas y respuestas sobre los bebés prematuros
El humo y los bebés
Después del nacimiento también continuarán los riesgos en la salud de los bebés asociados al hábito de fumar de uno o de ambos padres. Algunos de ellos están relacionados con el efecto directo del humo del cigarrillo y otros con la exposición a los tóxicos a través de la placenta durante el embarazo.
En la etapa neonatal y en el primer año de vida toma especial relevancia el síndrome de muerte súbita del lactante, que es la muerte repentina y sin causa aparente en un bebé menor a un año. Este síndrome se asocia directamente al hábito de fumar de la madre durante el embarazo y estaría directamente relacionado con la cantidad y duración de este hábito. (Anderson, 2019)
En los primeros años de vida, los hijos de padres fumadores han demostrado ser más propensos a infecciones respiratorias (bronquiolitis, asma, otitis), trastornos del crecimiento pondoestatural (peso, talla y perímetro cefálico), alergias, obesidad y trastornos del comportamiento y del aprendizaje.
En caso de tratarse de niños prematuros, los riesgos de presentar estas complicaciones serán aún mayores. Hay que prestar especial atención a la aparición de signos de dificultad en la alimentación, en el cumplimiento de pautas de desarrollo motor y del lenguaje, en la autorregulación y realizar las evaluaciones necesarias.
Tabaco y lactancia
La lactancia es un factor protector de salud por excelencia. A través del pecho se ofrecen mucho más que nutrientes, pues se transmiten anticuerpos (sistema de defensa), agua, microorganismos (que componen la flora intestinal), calor, amor, cuidado, protección.
El tabaco interfiere en muchas propiedades de la leche y en la producción a través de la glándula mamaria. A su vez, es una vía de transmisión de la nicotina. Es común que muchas madres que fuman tengan baja producción de leche y abandonen la lactancia antes de los seis meses de vida de su bebé.
Si bien se recomienda dejar de fumar, en casos en los que esto no sea posible, se optará por lo siguiente:
- No fumar antes de amamantar, sino después, para eliminar en parte la nicotina antes de la siguiente toma.
- Reducir el número de cigarrillos diarios.
- Mantener los ambientes de la casa libres de humo.
- No fumar con el niño en brazos para evitar accidentes (quemaduras, asfixia).
Lee el artículo: Recomendaciones nutricionales para la mujer lactante
Habla con tu médico sobre los peligros de fumar durante el embarazo
A pesar de disponer de información acerca de los riesgos de fumar durante el embarazo, este hábito se mantiene a nivel mundial. Los controles obstétricos son un buen momento para conocer si la embarazada o su entorno cercano consume algún tipo de sustancia tóxica (alcohol, tabaco, drogas ilícitas) y hacer intervenciones de manera oportuna.
La motivación de la futura madre por mejorar su calidad de vida y brindarle mejores posibilidades a su bebé es una puerta de entrada hacia el cambio. No dudes en pedir ayuda en caso de que la necesites y consulta con tu médico qué alternativas disponibles hay. Existen muchas organizaciones destinadas a acompañar a las personas que deseen abandonar el hábito. Dejar de fumar nunca será sencillo, pero por tu bebé… ¡bien vale la pena intentarlo!
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