Aunque mi hijo creció, soy feliz haciéndole compañía

Si tus hijos aún buscan tu compañía para pasar una noche tranquila no te sientas culpable; al contrario, disfruta de ese regalo que te brinda la vida.
Aunque mi hijo creció, soy feliz haciéndole compañía

Última actualización: 16 noviembre, 2022

El colecho es una parte hermosa de la maternidad que ocurre durante los primeros años de infancia de los niños. No obstante, a medida que pasa el tiempo no tiene nada de malo dormir junto a tu hijo eventualmente. Los pequeños necesitan aprender a pasar la noche en su habitación, pero saber que siempre está a su disposición la cama de mamá cuando se sientan solos.

Cada familia tiene costumbres y pensamientos únicos. Mientras algunas consideran que dormir con los pequeños en colecho solo es fundamental durante su primera infancia, otras reflexionan en que la compañía materna a la hora de ir a la cama no es indispensable en ninguna edad. Sin embargo, algunos niños la requieren de vez en cuando y eso está bien.


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No te sientas culpable de dormir junto a tu hijo

Todas las familias quieren lo mejor para sus hijos. Y hay que aceptar que no hay nada más reconfortante que sentir la protección de los padres cuando se siente miedo o preocupación. Sin importar la edad, contar con el amor y el apoyo incondicional de mamá y papá durante una noche difícil puede hacer una gran diferencia, tanto en el momento como al día siguiente.

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Si tus pequeños tienen una pesadilla no los obligues a ser valientes y volver a su habitación. Mejor recíbelos con los brazos abiertos y bríndales tu protección.

A pesar de que los niños y los adolescentes cuenten con sus habitaciones propias en donde pueden dormir tranquilamente, eso no significa que en ocasiones no sientan la necesidad de estar al lado de sus papás y la seguridad que emanan. Recuerda que en momentos complejos un abrazo sincero y protector es todo lo que necesitamos.

Es por lo que hay familias que duermen en grandes camas para recibir a sus hijos en caso de querer pasar la noche juntos. O incluso establecen un día de películas a la semana en donde está permitido dormir en la habitación principal. El reto está en incentivar la independencia de los niños, pero sin limitar las noches al lado de mamá y papá cuando las requieran.

Dormir junto a tu hijo ayuda a fortalecer su vínculo

Está confirmado que durante sus primeros años los niños experimentan cambios en su desarrollo del sueño. Lo cual puede ser un impedimento para renunciar al vínculo de confianza que se construye noche tras noche en el colecho. Así que no les arrebates esa energía maternal. En ocasiones solo necesitamos saber que contamos con el apoyo de alguien.

Debido a esto, disfruta al máximo del colecho y no les niegues a tus hijos la oportunidad de dormir contigo hasta que aprendan a pasar la noche solos. Y, cuando sean adolescentes, pasa tiempo de calidad junto a ellos y bríndales la confianza suficiente para que sepan que los brazos de mamá siempre estarán a su disposición.

Y a pesar de que también es cierto de que dormir con los hijos no siempre es sinónimo de una noche sin interrupciones, cuando los niños y adolescentes sienten que quieren estar con sus padres estos deberían atender a su llamado. Ya que podría hacer que los pequeños descansen con tranquilidad y si lo desean puedan hablar sobre sus sentimientos para buscar una guía.



A cualquier edad los hijos necesitan de tu compañía

Es normal que a medida que los niños crezcan se alejen poco a poco al buscar la independencia de la adolescencia. Pero aún necesitan en ocasiones del amor protector de su familia. Los hijos requieren de sus padres durante toda la vida y contar con su apoyo y compañía es un privilegio que no debe cohibirse.

Sin importar si tus pequeños son niños o adolescentes, hazles saber mediante las acciones y las palabras que siempre pueden contar con tu compañía.

Así que no sientas culpa cuando quieran dormir a tu lado. Al contrario, si es algo que no incomoda a nadie disfrútalo al máximo. Ya que llegará un momento en el que los hijos tomarán su camino naturalmente. Promueve la autonomía y la independencia, pero recuerda respetar las necesidades de tus pequeños. Que ellos sean quienes decidan cuando estén listos para dormir en su propio lugar.

Y si en la noche se acercan a tu lado porque se sienten angustiados, con miedo o intranquilos, háblales con cariño y afecto. Con el fin de que sean conscientes de que pueden contar contigo. Que no importa los obstáculos por los que estén atravesando en la vida, los brazos de mamá siempre estarán disponibles para recargarse de energía y recibir consejos de superación.


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