Leche de soja para niños: todo lo que debes saber
La leche de soja en niños se puede usar como un sustituto de la leche de vaca. Si bien su consumo a estas edades genera algunas cuestiones, se considera segura en general y se puede hacer una ingesta saludable.
Se trata de una alternativa para aquellos niños que no pueden o no quieren tomar leche de vaca u otras leches de origen animal. Aunque su composición no es exacta, también provee de algunos nutrientes interesantes y necesarios en esta etapa.
Como en la mayoría de ocasiones cuando hablamos de alimentos, lo más adecuado es saber elegir una buena opción e introducirla de manera equilibrada en la dieta. Conocemos más a continuación.
Qué el la leche de soja
La leche de soja es un producto elaborado a partir de esta legumbre, similar a cualquier otro tipo de bebida vegetal.
Se trata de una alternativa a la leche de vaca muy consumida por veganos, personas con alergia a la proteína de la leche, intolerancia a la lactosa o como elección personal.
La soja es un alimento que forma parte de la dieta ancestral de muchos países asiáticos. Se consume entera o a través de algunos derivados como el tofu, el tempeh, el miso o la leche de soja.
Para producir la leche de soja se remojan los granos, se trituran y se cuela la parte sólida hasta obtener un líquido de consistencia homogénea y con un aspecto visual parecido al de la leche animal.
A día de hoy se pueden encontrar en el mercado muchos tipos: con más o menos cantidad de soja, con sabores o enriquecidas con vitaminas y minerales.
A nivel nutricional la leche de soja aporta unas 80 calorías por taza y 7 gramos de proteínas con todos los aminoácidos esenciales. Entre los lípidos predominantes se encuentra el ácido linoleico, un tipo de grasa no saturada.
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La leche de soja en niños
En la década de los 90 la leche de soja experimentó un boom en su consumo, que se extendió más allá de los países donde era tradición tomarla. En todo momento la controversia y las dudas acerca de su idoneidad han estado presentes, sobretodo en relación al consumo de leche de soja en los niños.
Uno de los principales puntos de preocupación es acerca de la presencia de isoflavonas (moléculas con capacidad para actuar como los estrógenos) en la leche de soja y los efectos que estas puedan tener en el desarrollo y la salud de los pequeños.
Si bien los estudios son limitados, por el momento los expertos afirman que no existe ningún riesgo para la salud de los niños y jóvenes que consumen leche de soja. Incluso se apuntan algunas propiedades positivas para la salud pero también con datos limitados.
Además a nivel nutricional es de las pocas bebidas vegetales con un contenido calórico, proteico y graso parecido al de la leche de vaca. Esto es sin duda positivo para los niños, que necesitan de un aporte suficiente de estos nutrientes.
Por este motivo la Sociedad de Pediatras de Canadá contempla la toma de bebida de soja fortificada para niños a partir de dos años en sustitución o en alternancia a la leche de vaca.
Qué más hay que saber acerca del consumo de leche de soja en los niños
Como hemos comprobado hasta el momento, la bebida de soja es una alternativa segura para ofrecer a los niños en sustitución de la leche de vaca.
Su uso también suele ser habitual en leche de fórmula para bebés veganos o con alergia a la leche de vaca.
En estos casos los datos no muestran, por el momento, diferencias en el desarrollo de los niños alimentados con soja. Asimismo los patrones de crecimiento, salud ósea y funciones reproductivas, metabólicas, endocrinas e inmunológicas fueron parecidos a los de los bebés alimentados con fórmulas a base de leche de vaca.
Ahora bien, hay que tener en cuenta algunas consideraciones en el momento de ofrecer la leche de soja a los niños:
- No se trata en ningún caso de un sustituto exacto de la leche de vaca. Sí que ofrece valores similares en cuanto a proteínas, grasas y energía pero difiere en otros nutrientes.
- Durante los 12 primeros meses de vida la leche materna es la mejor opción. Si no es posible se debe ofrecer solo leche de soja de fórmula adaptada a las necesidades de los bebés.
- Para obtener las cantidades necesarias de vitamina D y calcio es aconsejable elegir productos enriquecidos.
- No conviene sobrepasar una cantidad aproximada de 2 tazas de bebida al día. De lo contrario podría desplazar el consumo de otros alimentos igual de necesarios y positivos.
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Cómo elegir una buena leche de soja
La opción de elegir una alternativa vegetal a la leche de vaca para los niños es una decisión personal de los padres. A partir del año se puede introducir la bebida de soja y no es obligatorio la toma de leche de vaca siempre que los nutrientes que esta aporta se obtengan de otros alimentos.
En el momento de optar por una leche de soja es imprescindible evitar aquellas con azúcar o otros tipos de edulcorantes en su composición. Además tampoco es adecuado usar las variedades con sabores (chocolate, vainilla, etc.) ya que suelen estar edulcoradas.
También es interesante optar por alguna marca de origen ecológico o que se pueda certificar el uso de soja no modificada genéticamente.
Por último sería deseable que la bebida de soja contenga entre un 8 y un 10% de grano de soja. Esto asegura una bebida con más nutrientes, por esto hay que evitar la del tipo “ligero” o “light“.
La leche de soja puede ser una bebida apta para los niños
La bebida de soja puede ser una alternativa correcta para aquellos niños alérgicos a la leche de vaca o cuyos padres no quieran dar esta última a sus hijos. Solo debería ser evitada en los casos que se presenta alergia a esta legumbre.
Hay que tener claro que no es un producto ni peor ni mejor y que, en niños sanos, no tiene porque afectar su salud.
A diferencia de otras alternativas vegetales, tiene un contenido nutricional más elevado. Por este motivo, en el marco de una dieta equilibrada y suficiente, es un alimento más para llegar a obtener todos los nutrientes que necesitan a estas edades.
Sin embargo, ante cualquier duda acerca de su ingesta y de cómo aportar algunos de estos nutrientes clave, lo más aconsejable es consultar con un nutricionista y/o con el equipo de pediatría.
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