La importancia de establecer límites es innegable cuando se trata del bienestar psicológico y este aspecto afecta tanto a niños, adolescentes como a adultos. En este artículo, conocerás cómo la habilidad de poner límites no solo es esencial, sino que también puede marcar una diferencia significativa en la vida de las personas.
Entonces, que una madre dedique tiempo y energía para enseñarle a su hijo a decir «no» de forma asertiva, es de sumo valor. En este sentido, es fundamental ayudar a los pequeños a hacer valer sus derechos e intereses, sin faltarle el respeto a los demás.
¿Por qué es tan importante enseñar a tu hijo a decir que no?
Un niño que tiende a obedecer de manera indiscriminada, incluso cuando eso le perjudica, tiene una mayor probabilidad de desarrollar patrones de comportamiento que le llevan a ignorar sus propias necesidades para complacer a los demás.
Ya sea por temor al rechazo o por una búsqueda constante de aprobación externa, esta dinámica puede establecer las bases para que un adulto sea sumiso y manipulable. Por otro lado, si desde temprana edad le proporcionas a tu hijo esta habilidad, le estás dando una herramienta esencial para navegar en las relaciones interpersonales y fomentar el amor propio de una manera satisfactoria y saludable.
En consonancia con esto, un estudio realizado en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí destaca una relación directa y proporcional entre la autoestima y la asertividad.
Enseñar a un hijo a decir que no va mucho más allá de instruir sobre cómo expresar una negativa. Implica empoderarlo para que sea capaz de defender sus propios límites, necesidades y deseos en diversas situaciones de la vida.
Cómo enseñar a tu hijo a decir «no» de forma asertiva
La asertividad consiste en un estilo de comunicación que permite expresar los pensamientos, emociones y necesidades de una manera honesta y respetuosa, cuidando no herir a los demás. Sin dudas, es la gran aliada de los límites saludables.
A su vez, tal como se plantea en un trabajo publicado en la revista Antropología Experimental, su presencia favorece el proceso de socialización en los niños. Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas para enseñar esto a tu hijo, ¡toma nota!
1. Ayúdalo a encontrar el equilibrio entre la firmeza y el respeto
Decir «no» de manera asertiva es todo un arte. Acompaña a tu hijo en este aprendizaje, guiándolo para que encuentre el punto intermedio entre la agresividad y la inhibición. Una excelente manera de trabajar en esto es a partir de situaciones que haya vivido en la escuela. Juntos, pueden explorar distintas formas de resolver estas situaciones.
Por ejemplo, si al salir del colegio te comenta que pasó todo el recreo jugando a un juego que en realidad no disfruta, solo para estar con sus amigos, puedes sugerirle que la próxima vez proponga una actividad de su interés durante un momento del recreo. De esta manera, podría conversar con sus compañeros y llegar a un acuerdo para hacer algo que les divierta a todos.
2. Promueve su capacidad de escucha
Asegúrate de no transmitirle una idea errónea sobre los límites. No es necesario que los establezca desde una posición caprichosa o autoritaria. Más bien, es importante que sea capaz de oír, con atención y empatía, lo que tienen para decir los demás.
En relación con esto, una investigación realizada en la Universidad de Guayaquil, subraya que ser buen oyente es una de las habilidades sociales más importantes asociadas a la asertividad.
Entonces, anímalo a practicar la escucha activa, evitando interrumpir cuando alguien esté hablando y mostrando interés genuino en entender los puntos de vista del resto de las personas.
3. Permítele que te diga que no
Puede que esta recomendación te resulte algo incómoda, pero es un paso valioso. Para que tu hijo sea capaz de decir que no, es importante que él sienta que tiene la libertad de negarse cuando sea necesario, incluso en el contexto familiar, siempre y cuando eso no suponga un peligro para él, claro.
Imagina que tu hijo quiere usar un pantalón rojo con una camiseta amarilla y azul, pero esa combinación de colores a ti no te convence. En lugar de insistir en que cambie de prenda o cuestionar su preferencia, considera su decisión como válida. Así, le estarás mostrando que respetas su elección y le estás permitiendo establecer sus propios límites en cuanto a su vestimenta.
4. Edúcalo con el ejemplo
Los niños aprenden mucho observando el comportamiento de los adultos, en especial de sus padres. Modela la asertividad en tu propia comunicación y busca oportunidades para mostrar cómo manejas situaciones en las que necesitas decir «no» con firmeza y respeto, ya sea cuando tienes que establecer límites con él u otra persona.
Por ejemplo, si tu hijo está presente cuando un vecino te pide que cuides a su mascota este fin de semana, pero tú ya tienes planes fuera de casa y no puedes comprometerte, podrías aprovechar para mostrar la asertividad.
Podrías decir algo como: «me encantaría poder ayudarte, pero no estaremos en casa durante todo el fin de semana. Lamento no poder cuidar a tu mascota en esta ocasión. Espero puedas encontrar una solución».
Después de la interacción, conversa con tu hijo sobre cómo te sentiste al expresar tus límites y cómo valoras la posibilidad de ser honesto y amable al comunicarte.
5. Reconoce cuando está siendo asertivo
No dejes pasar la oportunidad de felicitarlo cuando notas que está siendo asertivo a la hora de decir que no. Reconocer sus logros hará que su comportamiento se refuerce y su confianza se fortalezca.
Puedes elogiar sus acciones asertivas haciéndole comentarios como: «estoy orgullosa de cómo manejaste la situación con tu amigo al decirle lo que te molestó de él de una forma tan respetuosa» o «¿has notado cómo te aseguraste de dar tu opinión mientras considerabas los sentimientos de los demás? ¡Te felicito por eso!».
6. Práctica roles y escenarios
Al involucrarse en juegos de roles, tu hijo adquiere habilidades prácticas para enfrentar situaciones reales en las que necesite expresar sus límites de manera asertiva. Practicar en un entorno seguro y controlado le brinda la oportunidad de perfeccionar su comunicación.
7. Foméntale la empatía
Fomentar la empatía en tu hijo es crucial para enseñarle a ser asertivo sin herir los sentimientos de los demás. Además de modelar la empatía en tus propias interacciones, puedes alentar a tu hijo a hacer preguntas abiertas para comprender mejor los sentimientos y necesidades de los demás, por ejemplo: «¿cómo te sientes acerca de esto?», «¿cómo podemos resolver esto juntos?», entre otras.
8. Utiliza cuentos e historias
Leer libros y cuentos que abordan temas de empatía, comprensión y respeto hacia los demás puede ser una experiencia enriquecedora para tu hijo. De esta forma podrás hablar con él sobre las situaciones que viven los personajes e incluso preguntarle qué haría él en su posición.
Acompaña su proceso con paciencia y empatía
Enseñar a tu hijo a decir «no» de forma asertiva es un proceso que requiere de paciencia y dedicación. Nadie aprende a establecer límites de modo saludable de la noche a la mañana. Se trata de una habilidad compleja que se mejora con el tiempo y la práctica continua.
Recuerda que está aprendiendo a equilibrar su propia voz con el respeto por los demás. No suena nada sencillo, ¿verdad? De hecho, es algo que a los adultos también nos resulta difícil en ocasiones.
Bibliografía
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