Las actividades extraescolares son fundamentales para que el niño conozca sus entornos y fortalezca su desarrollo personal. Por esa razón, es indispensable que los padres tengan varias alternativas y no se limiten solo a inscribir a su hijo en un hobby.
Los hobbies hacen felices a los niños y esto, además, les permiten mejorar la motricidad. Sin embargo, también es necesario tener en cuenta algunas actividades más básicas, que pueden realizarse con frecuencia y que aportan resultados inmejorables.
María Montessori, una de las médicas más destacadas, propuso 7 actividades para ayudar al niño a desarrollarse fuera del colegio. Y lo mejor de todo es que no requieren de ningún gasto adicional para llevarlas adelante.
Debido a esa gran ventaja, se pueden realizar en las tardes después del colegio, durante los fines de semana y hasta en las vacaciones. A continuación, se detalla el esquema de actividades propuesto por la profesional.
1. Participar en tareas de la casa
Es importante que el niño partícipe de las labores del hogar, para adquirir sus propias responsabilidades e independencia. Sin embargo, es imprescindible comunicárselo en un buen tono para que no llegue a pensar en esto como un castigo.
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Esta actividad también le permite aprender a ser ordenado y a cuidar todos los espacios que habita. Asimismo, el niño entiende que sus padres confían en él y lo tienen en cuenta para todo.
De esa manera, cree aún más en sus capacidades individuales, fortalece su autoestima y fomenta un buen vínculo con los convivientes.
2. Dibujar
En los tiempos libres es importante que el niño dibuje. Así, puede potenciar su imaginación, plasmar lo que ve, desarrollar la motricidad y transmitir mensajes útiles.
Es fundamental tener en cuenta que todos los dibujos de los niños tienen un significado importante para ellos. Por lo tanto, es ideal felicitarlos para aumentar su autoestima y sus ganas de mejorar sus propias capacidades.
3. Salir
Cuando un niño sale explora el mundo, interactúa con objetos nuevos y vive experiencias que aumentan su panorama de la realidad. Además, fortalece su salud física, ya que durante los paseos puede saltar, correr o caminar con total libertad.
Adicional a ello, los lugares abiertos pueden llenar de calma a los pequeños. De esa manera, es importante incluir a los niños en todos aquellos planes que sean seguros para ellos y que les aporten nuevos aprendizajes.
4. Fomentar espacios de juego
El juego es un aspecto vital para la vida de los niños. Por medio de esta actividad se distraen, disfrutan y fortalecen la coordinación motriz. Además, le permite aprender a organizar sus ideas, a buscar los medios para vencer los obstáculos y a conocer sus mejores habilidades.
Por otro lado, el juego favorece a que el niño se relacione mejor con las otras personas y a que exprese sus ideas. Debido a ello, lo ideal es darle al pequeño un espacio y un momento para divertirse junto a los papás, los primos, los amigos o a cualquier persona del entorno.
5. Leer
Al leer los niños aprenden cosas nuevas, amplían los conocimientos que adquieren en el colegio y aumentan su vocabulario. Además, este recurso ayuda a ejercitar la memoria y los incentiva a fantasear.
Por esa razón, es imprescindible que los padres entiendan que la lectura es un hábito que no solo le compete a las instituciones educativas.
6. Permitirles que se aburran
A veces, los padres cometen el error de saturar al niño de actividades, porque creen que estar inactivos los afecta. Sin embargo, los tiempos libres de ocio son igual de importantes para su desarrollo.
Esos momentos ponen a trabajar su imaginación y a partir de ellos, descubren nuevas actividades pueden hacer. De esa manera, incentivan su creatividad y exploran cada vez más habilidades.
7. 24 horas sin pantallas digitales
María Montessori sugiere que cada dos días es importante que los padres restrinjan el uso de dispositivos electrónicos. Esto es una estrategia útil para prevenir las adicciones y los inconvenientes de no querer hacer otras actividades distintas.
A raíz de ello, durante esas 24 horas los padres pueden lograr que el niño se relacione con los entornos y con las personas, lo que mejora sus habilidades sociales.
Reflexión final
Así es como ciertas actividades simples y fáciles de implementar son fundamentales para la maduración de los niños. Asimismo, otro de sus aspectos positivos es que les permiten a los padres pasar tiempo de calidad junto a sus hijos.
De esa manera, María Montessori indica que su esquema es una gran opción para utilizar en la mayoría de días a lo largo del año.
Bibliografía
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- Meneses Montero, Maureen, Monge Alvarado, María de los Ángeles, El juego en los niños: enfoque teórico. Revista Educación [Internet]. 2001;25(2):113-124.