Cuando nuestras parejas no valoran lo que hacemos en casa durante la baja maternal

Cuando nuestras parejas no valoran lo que hacemos en casa durante la baja maternal
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 20 marzo, 2020

A veces nos dejan caer ciertas palabras o reproches del tipo “pero si un bebé solo come y duerme” que nos llegan a afectar verdaderamente. Porque lo creamos o no, hay parejas así, personas que no valoran la tarea de la crianza en esos primeros meses, donde a pesar de estar de baja, la implicación física y afectiva puede ser tan o más agotadora que un trabajo de 8 horas.

Queda claro, no obstante, que la baja o la elección de quedarse en casa durante unos años para criar a un niño, es un paso que pueden dar tanto las mamás como las papás. Sea como sea, hay algo que debe quedar claro: a pesar de no ir a trabajar, la tarea es igual de importante, y  si al final del día acabamos agotados/as tiene una justificación más que evidente de la cual, ya te hablamos hace poco en “Eres Mamá”.

Es necesario entender, por encima de todo, que ser pareja es hacer equipo. Si no existe de base esta idea, este proyecto común basado en la reciprocidad, el cuidado y la empatía, resultará sin duda muy complicado criar a un niño en las mejores condiciones. Porque si la madre o el padre se siente solo o incomprendido en su tarea de cuidado cuando el otro cónyuge va a trabajar, esta emocionalidad negativa puede condicionar seriamente la relación.

Te proponemos reflexionar sobre ello con nosotros.

Cuando nuestras parejas no valoran nuestra tarea con los bebés

Hay parejas y parejas. Cónyuges maravillosos y excepcionales con los cuales llevar una vida armónica, una sinfonía perfecta donde no hay reproches, donde no existe la clásica frase de “yo ayudo a mi mujer o yo le echo una mano a mi marido o mi pareja”.

mujer rostro triste porque no la valoran

Nadie echa una mano a nadie porque existe la implícita la idea de que ser familia es llevar un proyecto en común donde se aúnan esfuerzos y dedicaciones. Los pactos se llevan a cabo previamente, y si uno de los dos miembros elige la baja maternal o incluso el estar en casa durante unos años para criar a los niños, la otra persona asume su papel y respeta el del cónyuge.

Ahora bien, son muchas las parejas que no sienten esta realidad. Son mujeres en su mayoría -y algunos hombres- los que dedican las 24 horas del día a esa atención a los recién nacidos donde en ocasiones, se sienten incomprendidos.

“Mi madre crió a 5 hijos y nunca se quejó”. “Pero si un bebé lo único que hace es dormir y comer, no te puedes quejar”. “Pero si te pasas el día sentado/a y yo estoy todo el día de pie trabajando”.

Estas frases duelen estas, sentencias destruyen y hacen daño, hasta el punto de afectar en algunas ocasiones a la crianza de los más pequeños. Porque una mamá o un papá triste no da lo mejor de sí a su hijo. Hemos de tenerlo en cuenta.

Cuando la mamá o el papá se siente “secuestrado”

Llegar a casa y que aún no esté la cena hecha. Que la ropa no esté lavada ni la casa limpia. ¿Pero tan ocupado/a has estado en todo el día?

Es muy posible que nuestros cónyuges solo vean esto, y sin embargo, no valoran ni ven a ese bebé que duerme tranquilo y satisfecho tras pasar un día de cólicos. Feliz por saberse y sentirse amado.

papá con bebé
  • Ahora bien, si estas mismas actitudes se repiten día tras día, esa madre o ese padre que tiene la baja se sentirá terriblemente limitado y hasta secuestrado. Porque su tarea, su hermosa tarea de crianza no la valoran, porque esa persona que más ama, su pareja, no aprecia su labor.
  • La hipervigilancia a la que nos vemos sometidos/as en esos primeros meses y años del niño hacen que nuestro nivel de estrés esté siempre a flor de piel. Tememos las caídas, tememos que el bebé no coma lo bastante, que no duerma todo lo que debe. Anticipamos riesgos y estamos pendientes de ellos cada segundo del día.
  • Si nuestra pareja nos acusa además de tener la casa descuidada o ironiza porque osamos quejarnos por estar cansados/as, entonces algo está ocurriendo. No nos valoran, no estamos recibiendo respeto, y esto es un factor complejo sobre el que hay que reaccionar.

Estoy en casa, pero mi trabajo es igual de importante

Puede que la pareja haya llegado a un acuerdo: yo cojo la baja y tú vas a trabajar. Nuestra pareja se encarga de mantener el hogar económicamente, pero nosotros/as llevamos a cabo una tarea igual o más esencial: criar, educar, atender y dar afecto a esa nueva vida que a su vez, conforma las raíces de la propia pareja.

Por ello, es esencial que tengamos claras estas cuestiones:

  • Criar un hijo no es un trabajo, es parte de nuestra vida, es una labor que que nos ocupa las 24 horas 7 días por semana.
  • Tener un niño supone invertir en ilusiones, en tiempo, amor y dedicación. Si no hay reciprocidad entre la pareja ese proyecto no se sustenta y no se dispondrá de una auténtica calidad de vida con la que dar lo mejor a nuestro hijo.
  • El cuidado del hogar es secundario. Nuestra prioridad es el bebé. Si cuando nuestra pareja llega a casa no está la ropa planchada no significa que “no hayamos hecho nada” a lo largo del día.
mano bebe

Una madre, un padre tiene todo el derecho a decir que está cansado al final del  día. Tiene el mismo derecho que la persona que ha trabajado durante toda la jornada. Y al hacerlo, no significa que quiera menos a su hijo, solo busca un desahogo y por supuesto, merece la comprensión de su pareja.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.