5 cosas que debes saber acerca de dormir con tu bebé

Dormir con el bebé es una decisión de cada familia y puede resultar en una experiencia positiva. Para hacerlo con tranquilidad, es importante asegurar algunas condiciones.
5 cosas que debes saber acerca de dormir con tu bebé
Maria Fátima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 22 junio, 2023

Dormir con tu bebé puede ser una experiencia íntima y reconfortante, pero es importante tener en cuenta algunos aspectos fundamentales que te ayudarán a disfrutar más de esos momentos.

En la primera infancia, el sueño se caracteriza por ser inmaduro, inestable e interrumpido. Recién alrededor de los 6 años, el sueño alcanza cierta semejanza con el de los adultos. Mientras tanto, los cuidadores deben tener paciencia y ser respetuosos de esos períodos.

Informarse puede resultar útil para conocer qué esperar y cómo calmar ciertas ansiedades. A continuación, algunos datos para disfrutar la experiencia de dormir con tu bebé.

Datos acerca de dormir con tu bebé

Entender la dinámica del sueño compartido puede ayudarte a tomar decisiones informadas y promover un ambiente seguro y cómodo para ambos. Mantén en mente que cada familia es única y es importante adaptar las prácticas de sueño a las necesidades individuales de tu bebé y a tus propias circunstancias.

1. No intentes seguir una receta única

Respecto a si es recomendable permitir que el bebé duerma con sus padres, existen numerosas posturas. Hay quienes dirán que atenta contra la intimidad de la pareja, que es peligroso, que el niño puede malacostumbrarse y luego no querrá irse a su propia habitación.

Del otro lado, están quienes recomiendan disfrutar del bebé, compartir esa cercanía física que, con el correr de los años, no vuelve. Lo cierto es que la respuesta la encontrarás en tu propia familia, atendiendo tanto a las necesidades de tu hijo como a las tuyas y las de tu pareja, si la hubiera.

No hay nada mejor como poder brindar una respuesta sensible y oportuna a la situación, más allá de intentar seguir un consejo «de talla única». Por ejemplo, puedes tener en consideración distintas circunstancias. Si estás amamantando, dormir con tu bebé o permitir que duerma en la misma habitación puede resultar mucho más cómodo e interrumpe menos el sueño.

Ahora bien, si el niño ya está escolarizado y al día siguiente debe afrontar sus obligaciones, pero a ti te gusta quedarte viendo una serie hasta tarde en la noche, entonces quizás sea más conveniente que tu hijo tenga su propio espacio. Así, su descanso no se verá interrumpido por la luz o el sonido.

2. Es recomendable tener una rutina del sueño

Para favorecer el sueño y el descanso, es recomendable procurar un cierto orden y estabilidad. Por ejemplo:

  • dormir siempre dentro de una misma franja horaria,
  • favorecer ciertas condiciones de comodidad,
  • dejar de usar los dispositivos electrónicos al menos una hora antes del sueño. No es recomendable usar celulares o la televisión cuando los chicos ya están en la cama.

Si notas que, transcurrido cierto tiempo, el sueño no se estabiliza y, por el contrario, cada vez empeora el momento de dormir, no descartes hacer una consulta con el pediatra. Quizás hay una situación que requiera otro tipo de intervención.

Debes saber que uno de los beneficios del sueño es que ayuda a consolidar el aprendizaje del día. Además, favorece el sistema inmunológico. Aquellos niños que no tiene un buen sueño pueden experimentar dificultades en la conducta y el aprendizaje. Por ejemplo, sentirse irritables, tener comportamientos agresivos, estar hiperactivos, entre otras cosas.

3. Es positivo para tu bebé que atiendas su llanto

«Déjalo llorar», «si cada vez que llora te levantas, terminarás por caer en su juego», «se cansará de llorar y se dormirá finalmente».

Seguro habrás escuchado algunas de estas ideas. Al respecto, muchos psicólogos infantiles, como Álvaro Bilbao, se manifiestan en contra de estas recomendaciones. Consideran que no es adecuado desatender las necesidades emocionales de un niño, cuyo principal medio de expresión es el llanto.

El psicólogo menciona que «el niño que llora, experimenta angustia» y espera que su cuidador pueda ayudarlo. Si lo dejas llorando, ese niño entenderá que aunque llore, nadie acudirá a darle consuelo.

En cambio, aquellos niños que encuentran consuelo en sus padres y que se sienten protegidos, – tanto al irse a dormir como cuando se despiertan en medio de la noche -, no solo tienen más posibilidades de conciliar otra vez el sueño, sino de tener un sueño de calidad en el futuro. Al mismo tiempo, esto repercute de manera positiva en el establecimiento de una relación de apego seguro

4. Conoce los «desafíos» del sueño según la edad

El sueño suele ser uno de los capítulos más desafiantes en edades tempranas. Suele presentarse en períodos cortos e interrumpidos. En un principio, los bebés se despiertan seguido porque tienen la necesidad de alimentarse.

Luego, con la edad, eso puede cambiar y los niños se despiertan por los llamados «terrores nocturnos». En otros casos, los cólicos, el temor a la oscuridad o la angustia de separación, suelen también ser factores que afectan el sueño.

Por eso, puedes informarte con el médico o pediatra sobre las dificultades propias a cada etapa vital. De esta manera, al identificar la situación, también podrás entender qué podría estarle ocurriendo a tu bebé y ofrecer soluciones adecuadas para su bienestar.

5. Comparte actividades con tus hijos

Para muchas familias, dormir con sus hijos es placentero. Es un momento de intimidad y de cercanía que disfrutan compartir. Sin embargo, también es cierto que, acorde los chicos crecen, las responsabilidades van cambiando y hay cierta demanda de autonomía, es importante dar lugar a una transformación de la «hora del sueño».

Que los chicos vayan a dormir a su habitación no quiere decir que no puedan crear nuevas rutinas o actividades en conjunto. ¡Todo lo contrario! Pueden surgir nuevas dinámicas, igual de interesantes y enriquecedoras.

Por ejemplo, pueden tomarse unos minutos para conversar cómo les fue en el día, para escuchar alguna canción antes de quedarse dormidos, para compartir un cuento… sin dudas, se trata de gratos momentos que dejarán recuerdos inolvidables.



Recomendaciones a la hora de dormir con tu bebé

Muchas familias, aunque lo desean, se privan de dormir con sus bebés por el terror que le tienen a aplastarlos, a que se les caiga de la cama o a la muerte súbita.

Si bien se tratan de situaciones posibles, también existen medidas de confort y de seguridad para disfrutar de ese momento con tu bebé y prevenir accidentes.  Algunas recomendaciones son las siguientes:

  • Elige un colchón firme, que no se hunda ni se doble.
  • Conviene que la cuna o la cama tengan baranda o esté pegada a la pared.
  • Presta atención a tu propio cansancio. Si notas que tienes un cansancio excesivo, evita colocar a bebé en tu pecho, aunque sean pocos minutos. En ocasiones, las personas no son capaces de darse cuenta de que se están quedando dormidas y esto puede suponer un riesgo de caída para el bebé. En esos días, es conveniente que pidas ayuda o que dejes al bebé dormir en su cuna.
  • El bebé no debe estar más abrigado que el resto de las personas.
  • Se desaconseja que las mascotas duerman junto al bebé.


Adaptarse, una clave para no exigirse en vano

Una de las claves para sobrellevar mejor la maternidad y la paternidad es aceptar que no hay claves. Seguro, alguna vez has estado en la situación de recibir consejos sobre la crianza de tus hijos. Muchos de ellos puede ser bien recibidos, incluso considerados como una opción viable.

Sin embargo, es preciso considerar que se trata justo de consejos. Es mejor no tomarlos como un mandato, algo que debas cumplir sí o sí, cueste lo que cueste.

En general, esta rigidez, junto al deseo de satisfacer las expectativas de los demás, suele traer frustración y exigencia.  Así es como terminas por forzar prácticas que no son las adecuadas para tu realidad familiar.

Es importante que sepas que «hoy no es siempre», que hay muchas situaciones de la crianza – en especial las vinculadas con alimentación y el sueño – que requieren de paciencia y de aprender a conocerte con tu bebé.

Adaptarse, permitirse equivocarse y experimentar en el camino de convertirse en padres, puede hacer que se viva de una manera mucho más llevadera y con menos tensión.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.