Consejos para evitar que tus hijos sean vagos y perezosos

La forma en la que criamos a los niños puede determinar qué tan perezosos son. Conoce las mejores recomendaciones para evitarlo con cariño.

Evitar que tus hijos sean vagos depende de cómo los críes en la niñez.

¿Qué puedes hacer para evitar que tus hijos sean vagos y holgazanes? Esta es una pregunta frecuente que se suelen formular las madres a medida que sus niños crecen y notan en ellos una actitud perezosa o de desinterés en sus tareas diarias. A continuación, compartiremos algunos de los mejores consejos para sacar lo mejor de tus hijos e incentivarlos a cumplir responsablemente con sus deberes.

8 consejos para evitar que tus hijos sean vagos y perezosos

Es natural que las madres se sientan preocupadas cuando sus niños son muy holgazanes y dejan la tarea escolar sin hacer o no colaboran con los quehaceres del hogar. Y no es para menos, pues un niño con poca disposición que no corrige su actitud a tiempo, puede convertirse en un adulto vago, sin la menor intención de resolver sus propios problemas.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a cumplir con sus obligaciones? Y más allá de los deberes, ¿cómo motivarlos a alcanzar sus objetivos por medio de su propio esfuerzo?

Muchas veces tomamos a la ligera la forma en la que nos comunicamos con nuestros hijos y terminamos por colocarles una etiqueta imborrable, que puede limitarlos aún más a dar lo mejor de sí mismos. A continuación, te acercamos algunas recomendaciones para resolver esta problemática.

Madre intentando que su hijo recoja los juguetes de su habitación.
Los niños se acostumbran a las condiciones que sus padres o cuidadores les propician. Por eso, es fundamental cambiar la propia actitud para que ellos modifiquen su conducta.

1. Sé un ejemplo para tu hijo

La crianza de un hijo es un proceso que debe fundamentarse en el amor y en la enseñanza diaria. Igualmente, debes recordar que un niño pequeño es como una esponja que absorbe todo el conocimiento y los comportamientos de su exterior. Por eso, procura mantener las actitudes que quieras que replique.

Incentivar a nuestros hijos a que adquieran obligaciones mediante el ejemplo y brindarles la confianza para que se sientan capaces de hacerlo, es una herramienta perfecta para limitar la pereza. Además, para motivarlos a realizar ese cambio clave en sus vidas.

2. No le pongas etiquetas negativas

Si reprendemos o llamamos a nuestros hijos de una manera despectiva o negativa en la cotidianeidad, solo acabaremos por afianzarles esos calificativos en su subconsciente para que repliquen esas conductas.

Por lo tanto, si nos referimos a los niños como vagos, perezosos, tontos o miedosos, únicamente afectaremos su autoestima y la forma en la que ellos piensan que se los perciben. Esto disminuye su desarrollo personal y altera su esfera emocional.

3. Asígnales deberes cotidianos

En una familia todas las personas cumplen un papel fundamental y no deben destinarse las labores del hogar únicamente a las madres. Por ello, hacerles saber a tus hijos desde temprana edad que tienen responsabilidades diarias que deben cumplir es ideal para que a futuro se conviertan en adultos funcionales, capaces de ejecutar deberes básicos.

Así mismo, ten presente que estas actividades están directamente relacionadas con la edad del niño. Desde lavarse los dientes todos los días y tender la cama, hasta arreglar su habitación o ayudar a secar los platos. La práctica hace al maestro y con el tiempo los quehaceres se convertirán en un hábito.

4. Respeta los horarios de tu casa

Para evitar que tus hijos sean vagos, desde pequeños enséñales con el ejemplo y el amor a ser responsables y a cumplir con las tareas que se les asignan. No des entrada a las excusas. La cama se tiende en la mañana, las tareas del colegio se realizan en la tarde y los platos no se dejan sucios hasta el otro día. Crear hábitos en favor de su bienestar los ayudará a cumplir con sus rutinas a medida que crezcan.

5. Escúchalos y bríndales libertad

La autonomía propicia a la madurez. Para evitar que tus hijos sean vagos, escúchalos constantemente y acompáñalos en su camino. Y si se sienten animados a asumir nuevas responsabilidades acordes a su edad, anímalos a que las hagan y que pongan su empeño en eso que los hace felices. No los juzgues, solo ámalos sin condiciones.

6. Edúcalos para ser personas autónomas

Es correcto que, como madre, eres un pilar fundamental y esencial en la vida de tus hijos. Sin embargo, eso no significa que debas suplir todas las responsabilidades que deberían hacer por ellos mismos. Ni mucho menos, malcriarlos para que piensen que eso es normal.

En la mayoría de las ocasiones, la crianza permisiva es el origen de la irresponsabilidad de los niños, así que evita malcriarlos y, por el contrario, animarlos a adquirir deberes. Ya que a medida que pasan los años, se suman nuevas responsabilidades que son decisivas para valerse por ellos mismos en el futuro.

Educar en autonomía significa compartir el conocimiento con cariño, constancia y precisión, para cultivar su independencia futura.

7. Una cosa es lo que somos y otra lo que hacemos

Si quieres evitar que tus hijos sean vagos, debes sembrar y cultivar en ellos la autoestima y la capacidad para valerse por sí mismos. Ciertamente, la actitud con la que se enfrentan los niños a sus responsabilidades diarias es crucial.

Si creen que son perezosos por naturaleza, debemos ayudarlos a erradicar ese pensamiento. Pero si son conscientes que solamente se comportan de esa manera por decisión propia, siempre tendrán la posibilidad de cambiar la actitud, mejorar como personas y no rendirse ante tus obligaciones.

El uso cotidiano de etiquetas acaba por reforzar ese aspecto que no deseamos fomentar. Por eso, es clave cultivar la autoestima y acompañar al pequeño en el proceso de cambio.

8. Valora sus esfuerzos

Sentirse validados y agradecidos por las metas alcanzadas es muy importante para los niños. Por eso, debemos aplaudir y felicitar cada nuevo logro que realizan, por más pequeño que pueda parecer. Eso motivará a nuestros hijos a enfrentarse a nuevos retos y a ser persistentes en las obligaciones de la vida diaria.

Reforzar positivamente los esfuerzos de nuestros hijos puede ser muy valioso, pero evita sobornarlos o pagarles por cumplir con sus obligaciones. Esto podría disminuir la motivación intrínseca de la tarea a ejecutar, haciendo que se vuelvan dependientes al premio.

Evitar que tus hijos sean vagos requiere amor y constancia

Educar a nuestros hijos para evitar que sean vagos no es una labor que se hace de un día para otro, pues depende de la forma en la que crías a tu pequeño y de las herramientas que le brindas para que alcance todos sus objetivos.

Además, recuerda que corregir desde el amor y cultivar en ellos una buena autoestima es fundamental para que en el futuro sean capaces de valerse por sí mismos y sean adultos responsables.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

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