¿Qué hacer cuando tu hijo no quiere responsabilidades?

Los niños deben asumir responsabilidades desde sus primeros años. Tu claridad y tu firmeza pueden ayudarlos a cumplirlas.
¿Qué hacer cuando tu hijo no quiere responsabilidades?
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Elena Sanz Martín

Última actualización: 26 octubre, 2021

Muchos padres y madres se quejan de que sus hijos son vagos, holgazanes o perezosos. Que no colaboran en las tareas del hogar y que a veces, ni siquiera cumplen con sus obligaciones escolares.

Este tipo de actitudes son preocupantes ya que la infancia es una etapa de preparación para la vida adulta. Si tu hijo no quiere responsabilidades ahora, tampoco sabrá asumirlas cuando llegue el momento.

¿Qué podemos hacer para revertir esta situación? Te lo contamos en las siguientes líneas.

La responsabilidad está relacionada con la crianza

Es necesario recalcar que la responsabilidad es un valor fundamental para vivir en sociedad y que debe inculcarse desde los primeros años de la vida.

Es cierto que hay niños que, de forma natural, son más organizados y ordenados que otros. Sin embargo, con frecuencia la crianza permisiva es la base sobre la cual se desarrolla la irresponsabilidad de los menores.

Si siempre has hecho por tu hijo las tareas que le corresponden, no puedes esperar que de un día para el otro comience a hacerse cargo de estas sin oponer resistencia. ¿Verdad? Aún así, nunca es tarde para encarar el cambio y vamos a enseñarte cómo concretarlo.

¿Cómo actuar si tu hijo no quiere responsabilidades?

Las medidas a implementar dependen de la edad del niño y de su grado de madurez. Por ejemplo, con los más pequeños hay que ejercer una mayor supervisión y optar por acciones divertidas y lúdicas. En cambio, con los mayores es necesario aludir a la responsabilidad personal.

A continuación, te compartimos algunas propuestas que pueden resultarte de gran ayuda. ¡Toma nota!

1. Diles de forma clara lo que esperas de ellos

mama ensena a nino pequeno a ordenar sus juguetes

Los niños necesitan saber qué se espera de ellos para poder cumplir con esos objetivos. Frases como “no haces nada” o “no colaboras” son instrucciones ambiguas.

En su lugar, establece con claridad una lista de asuntos de los que cada uno debe ocuparse. Esta puede incluir su aseo personal, sus tareas escolares, la limpieza de la casa o la preparación de las comidas. Recuerda que todo depende de la edad y del nivel de madurez de cada menor.

2. Implícales en la toma de decisiones

Todos los humanos nos mostramos mucho más dispuestos a colaborar si somos tratados con respeto e incluidos en el equipo.

En este sentido, en lugar de darles órdenes a tus hijos y asignarles responsabilidades de forma unilateral, podéis reuniros en familia y consensuar quién se ocupará de cada tarea. Esto también permite que cada cada integrante escoja la que más le gusta o la que mejor se le da.

Al participar de las decisiones de la casa, tus pequeños opondrán menos resistencia al cumplimiento de sus responsabilidades.

3. Utiliza el refuerzo positivo, pero no los sobornes

Reforzar las conductas adecuadas de los hijos siempre resulta beneficioso, de la misma forma que nos ocurre a los adultos. ¡Pero ojo!, esto es muy diferente al soborno.

Si tus hijos son pequeños pueden recibir una pegatina por cada tarea cumplida para motivarse. Si son mayores, el simple hecho de escuchar tu agradecimiento los hace sentir validados y orgullosos.

Los refuerzos son diversos, pero evita pagarles o prometerles regalos materiales por cumplir con sus obligaciones. Esto reduce la motivación intrínseca de la labor y hace que se vuelvan dependientes de la recompensa.

4. Ayúdalos a adoptar ciertos hábitos

Establecer hábitos en el hogar permite que lo debe hacerse se haga, sin que tengas que ir detrás de tus hijos para recordarles sus tareas.

Si los menores interiorizan que los martes deben sacar la basura y por las noches fregar los platos, o que después de merendar han de hacer los deberes, incluirán estas actividades como parte de su rutina.

Esto es mucho más eficaz que esperar a que las colaboraciones se produzcan de forma espontánea y sin un orden establecido.

5. Permíteles experimentar las consecuencias de sus actos

La responsabilidad no es un valor que los padres quieran imponer por capricho, sino que es una parte fundamental de la vida. Por ello, la mejor forma de que los niños la adquieran es en un entorno real.

Evita hacer por tus hijos aquellas cosas que ellos deberían hacer por sí mismos: si no ordenan ni limpian su habitación, vivirán en un entorno caótico y desagradable. Si no hacen sus trabajos escolares, obtendrán malas calificaciones y deberán rendir cuentas en clase.

Si ante su pasividad tú misma ordenas el cuarto o les haces el proyecto, les evitarás el malestar de sufrir esas consecuencias tan educativas en sí mismas.

6. Enséñales que los derechos van acompañados de deberes (y que los privilegios se ganan)

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Por último, recuérdales a tus hijos que los derechos van siempre acompañados de deberes. Es decir, que por el mero hecho de vivir en un hogar y formar parte de una familia, todos los miembros han de colaborar para su buen funcionamiento.

Del mismo modo que los adultos tienen su trabajo, los menores tienen la obligación de estudiar y formarse para la vida. Y han de cumplir con ella.

Por otro lado, más allá de las cuestiones básicas, deben ganarse las cosas por ellos mismos. Por ejemplo, para acceder a una videoconsola nueva tendrán que ahorrar y si desean quedarse más horas fuera de casa, deberán mostrarse responsables y maduros durante un tiempo.

Si tu hijo no quiere responsabilidades, ¡actúa rápido!

Si eres una madre permisiva tal vez no le hayas otorgado la suficiente importancia al hecho de que tu hijo no quiera asumir sus responsabilidades. No obstante, esta es una importante señal de alarma de que no lo estás preparando bien para la vida.

Fomentar la autonomía y criar personas resolutivas y desenvueltas es uno de los pilares de la educación en el hogar. Por ello, proponte un cambio hoy mismo.

Es probable que al principio tu hijo ponga resistencia, especialmente si lleva muchos años sin tener que asumir ninguna responsabilidad. Pero ten presente que a largo plazo este será el mejor regalo, pues le ahorrarás mucho sufrimiento en su vida futura.


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  • Ryan, R., & Deci, E. L. (2000). La Teoría de la Autodeterminación y la Facilitación de la Motivación Intrínseca, el Desarrollo Social, y el Bienestar. American Psychologist55(1), 68-78.
  • Llerena González, P. M. (2016). El estilo de la crianza permisiva y la realización de las tareas escolares de los niños y niñas de 4 a 5 años de edad de la Unidad Educativa Bilingüe CEBI del cantón Ambato provincia de Tungurahua (Bachelor's thesis, Universidad Tècnica de Ambato. Facultad de Ciencias Humanas y de la Educaciòn. Carrera de Parvularia).

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