6 hábitos que debe tener un niño antes de la adolescencia
Cuando son pequeños queremos que se hagan mayores, pero cuando crecen desearíamos que no lo hicieran tan rápido. En el momento en el que menos lo esperemos, su infancia acabará.
Debemos estar prevenidos conociendo aquellos hábitos que debe tener un niño antes de convertirse en adolescente.
Es muy importante que nuestros hijos tengan claras algunas cosas antes de enfrentarse al mundo juvenil. Cuando son pequeños, no le damos tanta importancia a pequeños sucesos, palabras o comportamientos infantiles erróneos, pero llega un momento en el que debemos pararnos a pensar.
Dentro de unos años se convertirán en adultos. Es probable que para entonces nuestros consejos y advertencias no surtan el mismo efecto que tienen ahora mismo. Por eso, debemos aprovechar la oportunidad que tenemos ahora.
Pero, ¿cuáles son los hábitos que debe tener un niño antes de iniciarse en la adolescencia? ¿Realmente los padres podemos hacer algo al respecto?
“Siempre hay un momento en la infancia cuando la puerta se abre y deja entrar al futuro”
–Graham Green–
6 hábitos que debe tener un niño antes de la adolescencia
Sentir que puede confiar en ti
Es muy importante que, antes de llegar a la adolescencia, tus hijos sepan que pueden confiar en ti. Interésate por sus amigos, sus problemas y sus preocupaciones y demuéstrales que pueden contarte todo.
Habrás allanado un camino que muchos padres ven imposible al llegar a ciertas edades.
La comunicación con los niños es fundamental para que crezcan en armonía. Saber que tienen padres que los quieren y apoyan evitará que tomen decisiones precipitadas sin pedir consejo.
Saber aceptar un “no” por respuesta
Hay muchos niños que están acostumbrados a que se les de todo lo que piden, así que al crecer creen que pueden seguir haciendo lo mismo. Lo que no saben es que en el mundo real las cosas no funcionan así y su comportamiento les puede meter en algún que otro lío.
Enseña a tu hijo a aceptar los “no” sin montar un drama. La mayoría de las veces, los padres les consentimos con buenas intenciones, pero al cabo de un tiempo esto nos acaba pasando factura.
Dejar el móvil a un lado
Tus hijos deben aprender a vivir sin el móvil. En un mundo excesivamente conectado, relacionarse con los demás cara a cara parece tarea casi imposible.
Al contrario de lo que vivimos nosotros, ellos han crecido siendo partícipes de la revolución tecnológica, por lo que es algo que forma parte de su vida.
No llevar el móvil a la mesa a la hora de comer, tener un horario específico para usarlo o saber cuándo parar son condiciones imprescindibles si quieren ser adultos de provecho. ¡En la universidad o en el trabajo no pueden estar todo el día mirando las redes sociales!
Contacto físico
Sé cariñoso con ellos. Pueden parecer un poco ariscos a veces, pero cualquier niño necesita sentirse amado. Tampoco les agobies en exceso: respeta su espacio personal. No tardarán en correr a tu regazo cuando se sientan necesitados de afecto.
La falta de cariño y cercanía puede provocar que los niños tengan carencias en un futuro. Es primordial que no les falte un abrazo o un beso cuando más lo necesiten.
Aprender a caerse
Tus hijos deben fracasar. Así, como lo oyes. Y cuando caigan, ayúdales a levantarse. De esta forma, aprenderán que no pasa nada porque algo salga mal: mucho peor sería no haberlo intentado. Solo por eso ya son unos valientes.
Cuando aprendan a caerse podrán enfrentarse a lo que sea, porque no tendrán miedo a lo que puedan pensar los demás. Solo les importará su propia percepción de sí mismos y sus ganas de superarse aumentarán.
Higiene
Puede parecer algo trivial, pero es mucho más importante de lo que se cree. Al crecer, cada uno se hace dueño de su propio cuerpo. Los padres ya no estaremos todo el día pendientes de decirles que deben cambiarse de ropa o lavarse los dientes, por lo que ellos mismos tendrán que “obligarse” a hacerlo.
Parte de la aventura de crecer se basa en aprender a hacer ciertas cosas por sí solos. La autosuficiencia es otro de los buenos hábitos que debe tener un niño antes de llegar a la etapa adolescente y que le permitirá ser a ciencia cierta dueño de su propio destino.
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