Cómo actuar si te cuesta aceptar tu embarazo

Incluso los embarazos más deseados pueden generar emociones ambivalentes en la mujer. Entiende por qué ocurre y cómo actuar al respecto.
Cómo actuar si te cuesta aceptar tu embarazo
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 11 octubre, 2020

Si recientemente te has enterado de que vas a ser madre sin haberlo planeado, es sencillo comprender que te cueste aceptar tu embarazo. Sin embargo, incluso en aquellos casos en los que la gestación ha sido buscada y deseada, pueden aparecer sentimientos contradictorios y ambivalentes. Si te encuentras en esta situación, vamos a proporcionarte algunas pautas para afrontarla de la mejor forma posible.

Ante todo, hemos de recordar que el embarazo supone innumerables cambios a nivel físico y psicológico. Convertirse en madre implica reestructurar la identidad y asumir una serie de responsabilidades que, sin duda, transformarán nuestra vida actual. Por ello, es comprensible que muchas mujeres sientan vértigo ante este desafío.

Pareja con un embarazo inesperado.

Para ayudarte a comprender mejor el proceso emocional que estás atravesando y para proporcionarte una perspectiva amplia, vamos a explorar las causas y consecuencias del rechazo al embarazo, así como las opciones de actuación disponibles. No obstante, sé paciente y compasiva contigo misma y olvídate de juicios y culpas; ahora te necesitas más que nunca.

¿Te cuesta aceptar tu embarazo?

Si has detectado que te cuesta aceptar tu embarazo y que sientes cierto rechazo hacia él, has de saber que se trata de algo normal. Muchas mujeres se encuentran con estos inesperados y ambivalentes sentimientos una vez embarazadas y esto puede deberse a varios factores.

Posibles causas

  • Durante el embarazo se producen numerosos cambios físicos que pueden resultar difíciles de afrontar. Dolores, molestias, náuseas, incomodidad constante… Todo ello puede llevar a la futura madre a sentirse irritada y angustiada y a vivir el embarazo con desagrado. Además, el cambio de imagen que trae aparejado puede afectar a la autoestima y el efecto de las hormonas puede desestabilizar el ánimo.
  • La incipiente maternidad recuerda a la mujer que a partir de ese momento será completamente responsable de otro ser vivo que depende de ella. El peso de esa responsabilidad puede resultar abrumador cuando se toma conciencia de él.
  • La falta de apoyo por parte de la pareja y de la familia es uno de los motivos que pueden incrementar el rechazo al embarazo. Sentirse sola, desamparada y carente de ayuda incrementa, sin duda, la angustia y el malestar interior.
  • Por otro lado, la gestación conecta a la madre con su propia infancia y su niña interior. Traumas pasados, emociones no resueltas y otro tipo de elementos que yacían sepultados en el inconsciente pueden salir a la luz en este periodo, exigiendo atención. Si la embarazada no es capaz de identificar y atender esta necesidad, puede sentirse desbordada.
  • Por último, es posible también que la falta de aceptación del embarazo se deba a que se habían creado unas expectativas poco realistas que ahora no se ven cumplidas. Es decir, tal vez se esperaba experimentar un amor incondicional e inconmensurable desde el primer instante de embarazo. Sin embargo, en muchas ocasiones es necesario un tiempo para comenzar a establecer el vínculo afectivo con el bebé.

¿Cómo actuar si te cuesta aceptar tu embarazo?

Muchas veces el problema no es tanto el sentimiento de rechazo hacia el embarazo, sino la incapacidad para expresarlo. Las mujeres embarazadas suelen sentirse culpables por albergar estas emociones durante un proceso que “debería emocionarles y llenarles de dicha”.

Mujer llorando en la cama a la que le cuesta aceptar su embarazo.

Por lo mismo, suelen ocultar y reprimir estos sentimientos. Sin embargo, cuando negamos una emoción, esta se hace más fuerte y duradera, por eso es imprescindible dejarla salir.

Por otro lado, es común que el entorno no tome en serio a la futura madre cuando explica su estado emocional. Restan importancia a sus emociones o lo achacan únicamente a un efecto del proceso hormonal. La realidad es que si no se maneja adecuadamente este rechazo, puede tener importantes consecuencias.

Por ende, presta atención a lo que sientes y acéptalo. No te juzgues, no te castigues por ello, solo permítete sentirlo. A continuación, es necesario que lo expreses, que lo dejes salir. Puedes utilizar la escritura terapéutica, hablar con tu pareja o con una persona de confianza. Muchas veces la simple expresión alivia el malestar.

No obstante, si la falta de aceptación persiste o si no hallas con quien compartirla, busca ayuda profesional. Un psicólogo puede ayudarte a transitar estas emociones, sanar el pasado y recuperar la capacidad de conectar con tu bebé. Prioriza tu salud mental sin sentirte culpable por ello.


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