Causas de la agresividad infantil

La agresividad infantil es una de las razones más frecuentes por las que los padres acuden a consulta. Estos comportamientos agresivos no son repentinos, sino que se deben a causas específicas. Te lo contamos en este post.
Causas de la agresividad infantil
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 16 noviembre, 2022

Las causas de la agresividad infantil pueden ser muy variadas. Se trata de una de las razones principales por las que los padres buscan ayuda en las consultas de psicología para ayudar a sus hijos. Los adultos suelen quejarse de los comportamientos rebeldes y manipuladores de los jóvenes, de que ignoran las normas, no obedecen y se muestran desafiantes. Ante esta situación, lo principal es poner solución cuanto antes, ya que esto puede acabar en un trastorno negativista desafiante.

Estas conductas agresivas no aparecen de forma repentina en los niños y adolescentes. Por el contrario, tienen una causa específica, ya sea de naturaleza interna o bien por la influencia del entorno. Por eso, es muy importante encontrar la verdadera causa para poder hacer una correcta intervención y un buen tratamiento. Aquí, te contamos algunos de las posibles motivos que pueden provocar la agresividad infantil.

Conoce cuáles son las causas de la agresividad infantil

La agresividad infantil puede deberse a causas externas, internas o problemas médicos que produzcan este tipo de conductas. Vamos a ver algunas de estas:

Causas externas

Todos tenemos que tener claro que el entorno es un factor importante que interviene en el desarrollo de la personalidad y el carácter del niño. Algunas de las causas de esta agresividad relacionada con el factor externo son las siguientes:

  • Los modelos de conducta: según los patrones de conducta que un niño recibe, principalmente por parte de sus padres, va a tener o no manifestaciones agresivas. Esto quiere decir que los niños, por imitación, seguirán los pasos sus progenitores, ya que entenderán que ese es un modelo adecuado de comportamiento.
  • La disciplina familiar: en la familia es donde el niño adquiere unas normas básicas de convivencia, así como unos límites que marcarán su comportamiento. Por esta razón, la disciplina que los padres pongan va a jugar un papel importante en cuanto a la agresividad infantil.
  • La Incongruencia a la hora de educar: esta es otra de las causas de la agresividad en niños y adolescentes. Cuando unos padres rechazan y castigan una mala conducta con otra agresiva o amenazante, son incongruentes. Por lo tanto, no podrán eliminar esa conducta.  También, es una incongruencia cuando ambos padres no se ponen de acuerdo a la hora de establecer las normas y cada uno va por su lado a la hora de educar.
La disciplina que imponen los padres puede repercutir en forma directa en el accionar del niño. Por ejemplo, una educación muy exigente o, por el contrario, muy permisiva, promueve los comportamientos agresivos en los menores.

Causas internas

No solamente las causas externas provocan la agresividad infantil, sino que también existen las causas internas. Esto explica cómo los niños que crecen en entornos adversos no siempre son violentos o, al contrario, aquellos que se crían en ambientes equilibrados sí que lo son.

  • Causas orgánicas: muchos de los casos de agresividad infantil son consecuencia de problemas orgánicos, como alteraciones hormonales o afecciones en algunos mecanismos cerebrales que se encargan de regular el comportamiento.
  • Carencia de habilidades sociales: las habilidades sociales nos ayudan a relacionarnos de forma flexible, tolerante y abierta con los demás. Cuando los niños carecen de estas o no las han desarrollado, puede que tengan tendencia a responder de forma agresiva. En este sentido, no son capaces de gestionar el estrés o la frustración que sienten de otra manera, ya que no disponen de las herramientas para hacerlo.

Causas psicológicas

También hay problemas médicos y psicológicos que pueden provocar la agresividad en los niños y adolescentes, como los siguientes:

  • Impulsividad: los niños con trastorno por déficit de atención suelen mostrarse impulsivos y esto les puede hacer parecer agresivos, pero en realidad esos comportamientos no son intencionados.
  • Problemas de conducta: muchos de estos problemas tienen como característica común la agresividad. La diferencia es que estos niños sí la utilizan de forma intencional, por lo que el tratamiento será completamente diferente al caso anterior.
  • Problemas de frustración: algunos niños con problemas para comunicarse o con dificultades cognitivas pueden tener algunas conductas agresivas. Estas son en realidad la manera que tienen de expresar la frustración o la ansiedad que les provocan las dificultades que padecen.
  • Trastornos del estado de ánimo: algunos menores que tienen este tipo de trastorno pueden mostrarse agresivos en algunos momentos, volverse impulsivos y perder el autocontrol. Esto sucede, sobre todo, cuando se encuentran muy irritables.
  • Psicosis: en los casos en los que hay un trastorno de psicosis o esquizofrenia puede que, en algunos momentos, el pequeño se sienta inseguro y, como respuesta a ese miedo, actúe de forma agresiva.
Los trastornos psicológicos, en muchos casos, son la causa de la agresividad. La psicosis, la esquizofrenia o los problemas de frustración, entre otros, pueden desencadenar episodios de violencia en el menor que lo padece.

Recursos para controlar la agresividad infantil

Podemos intentar mejorar estas conductas agresivas al poner en marcha una serie de estrategias:

  • Promover el diálogo emocional: ayudarle al niño a identificar sus emociones y conversar sobre ellas.
  • Reforzar las relaciones de amor: no responder con agresividad a sus conductas indeseables, sino con amor, serenidad y comprensión.
  • Mantener un estilo de educación firme: debes evitar la permisividad extrema y también el autoritarismo. Hay que tratar de establecer unos límites y normas que se deben cumplir, pero siempre desde la flexibilidad y el diálogo.
  • Fomentar la reflexión: enséñale las formas adecuadas de relacionarse con los demás y ayúdale a encontrar soluciones para sus conflictos.
  • Destacar las consecuencias: ayúdale a comprender que sus conductas tienen consecuencias negativas en otras personas e incluso pueden llegar a hacerles daño, no solo físicamente, sino también psicológicamente.

Sobre las causas de la agresividad infantil

Ahora que ya sabes más acerca de la agresividad infantil, es importante que sepas que este tipo de conductas en los niños siempre tienen detrás una causa y también una solución. Es verdad que no siempre los padres podemos poner fin a este problema, pero con la ayuda de un profesional seguro que puedes hallar una solución. Lo importante es identificar que el menor tiene estos comportamientos y establecer un plan de acción para actuar en consecuencia.

Muchas veces, la agresividad de los niños no es de forma intencionada, mientras que en muchas otras sí que lo es. Por eso, es importante distinguir entre ambas y ver exactamente en cuál se encuentra nuestro hijo, para así buscar la solución adecuada a su problema.


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