La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras al día para mantener una alimentación saludable. Muchos de estos alimentos tienen un impacto positivo en el crecimiento y el bienestar de los más pequeños.
Una de las frutas más recomendadas es el kiwi. ¿Pero por qué? Sigue leyendo para descubrir los beneficios del kiwi en los niños y obtener ideas sobre cómo incorporarlo en su dieta de manera atractiva sin sacrificar sus valiosos beneficios para la salud.
Propiedades nutricionales del kiwi
El kiwi, también conocido como kiwifruit, es una baya con numerosas semillas en su interior. Originaria del norte de China, esta fruta puede presentar tonalidades verdes o doradas. A pesar de su pequeño tamaño, está repleta de una amplia variedad de nutrientes que figuran en la tabla nutricional del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
Cada 100 gramos de kiwi verde revelan una impresionante cantidad de beneficios para la salud, incluyendo su alto contenido de vitamina C, fibra, betacarotenos y otros carotenoides, antioxidantes, vitamina K y potasio.
Además, su presencia de azúcares, como glucosa y fructosa, lo convierte en una fuente rápida de energía. Con esta valiosa carga nutricional en mente, exploremos los beneficios del kiwi para los niños.
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Beneficios del kiwi para los niños
Como hemos dicho, el kiwi es una fruta bondadosa por su valor nutricional. Es por esto que aporta varios beneficios a la salud de los niños, además de otros componentes activos.
1. Aporta suficiente vitamina C a la dieta
Los niños en pleno crecimiento están constantemente sintetizando tejidos, por lo que necesitan nutrientes que contribuyan a la reparación y protección de cada una de sus células. La vitamina C es un potente antioxidante que desempeña un papel crucial en esta función.
El consumo de kiwi puede garantizar un aporte seguro de vitamina C. Una porción de 100 gramos de kiwi verde aporta 75 miligramos, es decir, tres veces más de lo recomendado para niños de 4 a 8 años de edad. Por otro lado, el kiwi dorado puede tener hasta 160 miligramos de vitamina C.
Un estudio publicado en la revista Nutrients explica que la vitamina C presente en el kiwi es igual de biodisponible que la de los suplementos vitamínicos. Por lo tanto, consumir kiwi es tan efectivo como tomar una tableta de vitamina C.
Además de este beneficio, la vitamina C presente en el kiwi tiene otros impactos positivos en la salud de los niños, que te presentamos a continuación.
2. Ayuda a fortalecer el sistema inmunitario
La presencia de vitamina C en el kiwi puede ayudar a prevenir algunas infecciones causadas por bacterias, virus y protozoos. Esto es debido a que la vitamina C es esencial para el funcionamiento adecuado de las células del sistema inmunitario, como los glóbulos blancos.
Ayuda a aumentar la producción de anticuerpos y la actividad de las células fagocíticas, que son responsables de eliminar patógenos como virus y bacterias. Así mismo, las autoras Carr y Maggini del Departamento de Patologías de la Universidad de Otago, constataron que la vitamina C apoya distintas funciones del sistema inmunitario.
Por ejemplo, fortalece la barrera epitelial contra las bacterias que causan enfermedades (patógenos) y elimina oxidantes de la piel. Otra investigación publicada en Nutrients señala que comer 2 kiwis al día mejora la función de estas células inmunitarias.
3. Apoya la salud intestinal del niño
El kiwi contiene un 3 por ciento de fibra dietética, la cual la mayor parte es insoluble (2,3 gramos). Esta fibra contribuye a mejorar el movimiento intestinal, prevenir el estreñimiento y aliviar los síntomas del síndrome de intestino irritable, según un estudio publicado en la revista European Journal of Nutrition.
Otro estudio, divulgado en la revista The American Journal of Gastroenterology, señala que el kiwi fue la opción preferida para mejorar el estreñimiento al comparar su eficacia con las ciruelas pasas y la cáscara de psyllium.
Además, la fibra soluble presente en el kiwi (0,7 gramos) tiene la capacidad de absorber agua y ablandar las heces. También favorece el crecimiento de bacterias intestinales saludables, lo que contribuye al mantenimiento de la microbiota intestinal.
4. Aporta carotenoides para la salud visual del niño
Una porción de 100 gramos de kiwi proporciona 122 microgramos de carotenoides antioxidantes, como la luteína y la zeaxantina. También contiene 52 microgramos de betacarotenos, que se convierten en vitamina A en el organismo.
La luteína y la zeaxantina son componentes que forman parte de la retina de los niños y se acumulan en ella desde el período prenatal, es decir, desde que están en el vientre materno.
5. Ayuda a eliminar radicales libres
El kiwi tiene otros compuestos activos del tipo antioxidantes, como el ácido quínico, el cafeíco, el clorogénico y otros compuestos fenólicos. Estos compuestos ayudan a eliminar los efectos negativos causados por la presencia de radicales libres en las células del cuerpo.
6. Ayuda a digerir mejor los alimentos
Un artículo publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry destaca la presencia de compuestos en el kiwi que pueden mejorar la digestión. Entre estos compuestos se encuentra la actinidina, una enzima que descompone las proteínas de manera similar a la papaína de la papaya y la bromelina de la piña.
La actinidina es una enzima exclusiva del kiwi que descompone las proteínas ingeridas con la dieta, facilitando así la digestión tanto en el estómago como en el intestino delgado. Por lo tanto, si tu hijo tiene problemas de digestión, darle kiwi puede ayudar a mejorar su proceso digestivo.
7. Puede ayudar al equilibrio electrolítico
De acuerdo con las regulaciones de la Unión Europea, el kiwi se clasifica como una «fuente» natural de potasio. Los valores de potasio en el kiwi pueden oscilar entre 300 y 315 miligramos por porción, lo que lo sitúa en segundo lugar después de los plátanos.
Además, el kiwi se encuentra dentro del grupo de frutas más saludables en lo que respecta a su equilibrio entre sodio y potasio, según un estudio publicado en la revista Journal of Food Science. Por lo tanto, el kiwi representa una buena opción natural cuando los niveles de potasio en los niños están bajos.
8. Aporta vitamina K
En la tabla del Departamento de Agricultura de Estados Unidos se indica que el kiwi tiene 40 microgramos de vitamina K. Esto representa entre el 70 y el 130 % de lo que requieren los niños en edad preescolar y escolar.
Este compuesto participa en la mineralización ósea, en el mantenimiento de dientes fuertes, en el desarrollo del cerebro y contribuye a alcanzar el peso corporal óptimo para el niño.
¿Cómo incluir kiwi en la dieta del niño?
Aunque a muchos niños les gusta como fruta entera, estas son algunas ideas que te ayudarán con la variedad de la dieta y la presentación para obtener los beneficios del kiwi.
- Mézclalo con otras frutas: puedes preparar una ensalada dulce o salada con kiwi y otras frutas, como manzana, pera o fresas. Agrega una vinagreta dulce con aceite de oliva y vinagre de sidra de manzana para darle sabor.
- Preséntalo como un postre saludable: prepara un postre sin necesidad de agregar azúcar extra, como una tarta de queso con kiwi o un pudín de kiwi y chía.
- Haz un batido de kiwi: lava, pela y trocea el kiwi, luego agrégalo a la licuadora con frutos rojos, un poco de leche descremada o yogur y agua. Puedes añadir una pequeña cantidad de azúcar si es necesario. Licúa hasta obtener una mezcla deliciosa y nutritiva.
¿Qué recordar sobre sus beneficios?
El kiwi es una fruta con reconocidos beneficios que lo convierten en una excelente opción para incluir en la dieta de tu niño. Contribuye a la salud intestinal y digestiva, proporciona antioxidantes, favorece la salud visual, fortalece el sistema inmunitario y enriquece la dieta con nutrientes esenciales. Por lo tanto, es recomendable que tu hijo consuma al menos 1 kiwi al día.
Sin embargo, es importante recordar que el kiwi no es un «alimento mágico» y debe complementarse con otras comidas que proporcionen una variedad de nutrientes en cantidad suficiente. Se recomienda consumir varias porciones de frutas al día y combinar diferentes sabores para mantener una dieta equilibrada.
Bibliografía
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