Los uñeros en los bebés y niños son trastornos inflamatorios de los pliegues ungueales, tanto de los dedos de la mano como del pie, que se manifiestan en forma de enrojecimiento, sensibilidad e hinchazón. Su término médico es paroniquia.
Si bien ocurren con mayor frecuencia en los adultos, en los niños y bebés también suelen generarse. Por esto, es necesario saber cómo manejarlos.
¿Qué causa los uñeros en los bebés y niños?
El traumatismo oral que se provoca al chuparse los dedos predispone a los bebés y los niños a desarrollar infecciones por gérmenes muy distintos a los de los adultos. La contaminación de la lesión con la saliva puede avanzar hacia cuadros de diversa índole, e incluso a la generación de abscesos dentro del pliegue ungueal.
Según un estudio publicado en el American Jounal of Surgery, en la población pediátrica los uñeros son provocados por bacterias anaeróbicas y aeróbicas mixtas en el 46 % de los casos. Y estas suelen provenir de la cavidad oral.
En este sentido, los bebés con conductas de chuparse los dedos para calmarse, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar uñeros.
Signos y síntomas de los uñeros en bebés y niños
Los uñeros de los bebés y los niños no son una afección común, sin embargo, motivan la consulta médica dentro de los primeros días debido al dolor.
En definitiva, la paroniquia es un proceso inflamatorio que se caracteriza por la siguiente sintomatología local:
- Enrojecimiento.
- Inflamación.
- Aumento de sensibilidad.
- Dolor.
Descubre más:: Paroniquia en niños: síntomas, causas y tratamiento
Opciones terapéuticas de los uñeros en bebés y niños
Los uñeros suelen desaparecer al cabo de unos días. De no ser así, existen diferentes opciones terapéuticas para tratarlos. De hecho, la forma de manejarlo depende de la gravedad del cuadro, la duración y de la edad de la persona afectada.
Medidas higiénicas
El tratamiento inicial a instaurar son los baños de agua tibia y sal en los dedos afectados. En algunos casos, también se recomienda el uso de soluciones antisépticas (povidona yodada o clorhexidina) o el agua de Burow al 1 %.
Los baños continuos en salmuera ayudan a disminuir la inflamación y el dolor de la zona afectada. Se recomienda practicarlos varias veces al día, durante al menos 10 a 15 minutos. En general, suelen ser una medida bastante eficaz.
A su vez, no se recomienda cortar las uñas en forma redondeada, ni recortar las cutículas o los pellejos. De hecho, el mal corte de las uñas es una de las causas más frecuentes de uñas encarnadas.
Tratamiento antibiótico oral
El tratamiento con medicación vía oral acompaña a las medidas higiénicas. Se recomiendan antibióticos con cobertura para los gérmenes comunes de la piel (como la cefalexina) o que amplíen el espectro para las bacterias provenientes de la boca del niño (como trimetoprima sulfametoxazol).
En la mayoría de los casos, los antibióticos por vía oral deben prescribirse de 7 a 10 días. Se deben seguir las indicaciones del médico y no suspender la toma de la medicación aunque el pequeño refiera sentirse mejor.
Descubre más:: ¿Cómo curar las uñas encarnadas?
Medicamentos tópicos
En el caso en el que los baños en salmuera no consigan controlar la inflamación, puede ser necesario recurrir a los corticoesteroides tópicos. Estos ayudan a calmar el dolor y a disminuir la inflamación.
Incluso, varios antibióticos tópicos (como la mupirocina, el ácido fusídico y la bacitracina) los incluyen en su presentación como ungüentos antibióticos triples o “triple crema”.
Lo ideal es colocar la crema antibiótica entre 4 a 5 veces por día en las zonas afectadas, sobre la piel recién humectada. Existen diferentes presentaciones como las siguientes:
- Pomada.
- Crema.
- Ungüento.
- Gel.
Las pomadas tienden a permanecer por periodos más prolongados en la zona a tratar en comparación con las cremas.
Tratamiento quirúrgico
Si bien la terapia inicial son las medidas higiénicas y los medicamentos tópicos o por vía oral, la incisión y el drenaje en el entorno perinatal es un complemento útil para la curación.
Este procedimiento se reserva para los abscesos, en los cuales es pertinente evacuar el pus y aliviar la presión de la inflamación en la zona afectada. Se realiza con bisturí y con anestesia local y no requiere internación necesariamente.
Además, el tratamiento incluye el recorte y la remoción de la espícula encarnada, para permitir el normal crecimiento de la uña.
Diagnóstico diferencial de la paroniquia
El diagnóstico diferencial de los uñeros puede abarcar diferentes patologías de la piel y de las partes blandas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Celulitis: es una infección superficial que se presenta con enrojecimiento e inflamación, pero sin fluctuación del tejido por la presencia de pus o líquidos.
- Panadizo herpético: es una infección viral del dedo ocasionada por el virus del herpes simple (VHS). Según un estudio, este tipo de lesiones suelen presentarse de forma conjunta en la región perioral (debido a la costumbre de los niños de chuparse el dedo) y suele mejorar con la administración de aciclovir.
- Onicomicosis: es una infección por hongos que causa decoloración amarillenta-blanquecina.
- Psoriasis ungueal: son uñas engrosadas, con áreas de pitting, crestas y contornos irregulares. Según una investigación, en los niños es menos frecuente que en los adultos, y la terapia con esteroides tópicos tiende a mejorar considerablemente los síntomas.
- Carcinoma de células escamosas: en la mayoría de los casos sucede en la piel, pero también se presenta en el lecho ungueal.
Los uñeros en bebés y niños
Los uñeros en bebés y niños suelen tener un buen pronóstico y en la mayoría de los casos resuelven al cabo de unos pocos días.
Existen innumerables remedios caseros que se comparten en las redes sociales, pero no se recomienda la automedicación de los niños, ni siquiera en los uñeros. Ante la duda, contacta a tu médico.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Brook I. (1981) Bacteriologic study of paronychia in children. Am J Surg;141(6):703-5. doi: 10.1016/0002-9610(81)90082-9. PMID: 6972709.
- Ritting AW, O'Malley MP, Rodner CM. (2012) Acute paronychia. J Hand Surg Am;37(5):1068-70; quiz page 1070. doi: 10.1016/j.jhsa.2011.11.021. Epub 2012 Feb 3. PMID: 22305431.
- Lomax A, Thornton J, Singh D. (2016) Toenail paronychia. Foot Ankle Surg;22(4):219-223. doi: 10.1016/j.fas.2015.09.003. Epub 2015 Sep 21. PMID: 27810017.
- Shafritz AB, Coppage JM. (2014) Acute and chronic paronychia of the hand. J Am Acad Orthop Surg;22(3):165-74. doi: 10.5435/JAAOS-22-03-165. PMID: 24603826.
- Leggit JC. (2017) Acute and Chronic Paronychia. Am Fam Physician 1;96(1):44-51. PMID: 28671378.
- Lorenzo Ramírez, M.D., Navarro Torres, M., Cases Jordán, C., et al. (2021). Propiedades del agua de burow. Revista sanitaria de investigación. [Internet] Recuperado el 12-04-2022 de: https://revistasanitariadeinvestigacion.com/propiedades-del-agua-de-burow/.
- Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (2020). Cefalexina. Pediamecum. Disponible en: https://www.aeped.es/comite-medicamentos/pediamecum/cefalexina.
- Barreiro L, et al. Psoriasis ungueal. Anales de Pediatría 2014;81(6):e14-e15. Disponible en: https://www.analesdepediatria.org/es-psoriasis-ungueal-articulo-S169540331300489X.
- Gutiérrez-Gómez C, Gargollo-Orvañanos C, Javier LF, et al. Soy herpes no me operes por favor. Cir Plast. 2020;30(2):117-122. doi:10.35366/97675.