“Antes lo único que pasaba por mi mente era comer, pero ahora no tengo hambre. Si no me ofrecen o me obligo a comer podría pasar el día entero sin comer nada”. ¿Por qué será que muchas madres experimentan la pérdida de apetito y se asustan al pensar si está todo bien en el embarazo? ¿Qué puedes hacer si el embarazo te ha quitado el apetito?
Todos los cambios asustan, sobre todo cuando tienes un ser a tu cuidado, pero a veces el mismo cuerpo experimenta ansiedad por comer o lo contrario. No hay por qué asustarse, esto es algo que ocurre muchas veces a medida que el bebé se acomoda de posición en algunas ocasiones esto puede causar la pérdida de apetito.
Causas de la pérdida de apetito
Sin duda, las causas más frecuentes que suelen provocar este síntoma en los gestantes son, por un lado, el aumento de la hormona propia del embarazo, la gonadotropina, así como la relajación de la musculatura del estómago, el estreñimiento, algunas infecciones, e incluso, cuestiones de carácter psicológico.
Durante el período de gestación, se producen en la mujer grandes cantidades de estas hormonas: gonadotropina coriónica humana, estrógeno, progesterona y somatotropina coriónica, ya que sus niveles son esenciales para la supervivencia del embarazo.
Todas estas hormonas ejercen cierto efecto en el intestino, disminuyendo el peristaltismo y generando estreñimiento. A su vez, el estreñimiento puede generar distensión abdominal, lo que explicaría el malestar y la disminución del apetito.
En los primeros meses, con las náuseas y los vómitos por lo general se pierde el apetito, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Autonomic Neuroscience. Por su parte, el apetito puede disminuir en el segundo y tercer trimestre debido al aumento en el tamaño del bebé. El mismo ejercerá un efecto mecánico en el intestino, disminuyendo aún más la motilidad y empeorando el estreñimiento.
Conforme el bebé va creciendo dentro del útero materno va relajándose a la vez la musculatura de la zona estomacal. Por ello, a pesar de que la mujer coma poco, se sentirá saciada e incluso pesada y no deseará comer nada más. Sin duda, los grandes cambios que va experimentando su cuerpo pueden provocar algunas consecuencias como esta falta de apetito.
Además, el embarazo puede generar diversas alteraciones psicológicas en la madre. Muchas mujeres sienten temor de tener un aumente excesivo de peso, por lo que su apetito puede disminuir de forma inconsciente. Existe evidencia de que la depresión prenatal es un factor de riesgo para la mala calidad de la dieta durante el embarazo.
Consecuencias de un apetito reducido en el embarazo
Se trate de un acto consciente o no, las consecuencias de un apetito reducido en el embarazo no pasan desapercibidas. La primera secuela directa es la reducción de la cantidad de alimentos que se comen a lo largo del día. Por tanto, hay una reducción de nutrientes esenciales que necesita tanto la madre como el bebé.
Como bien nos recuerda Unicef, una dieta equilibrada antes y durante el embarazo es imprescindible para asegurar las condiciones de una gestación saludable. Entre muchas otras cosas, destacamos las siguientes complicaciones de una dieta pobre durante el embarazo debido a la falta de apetito:
- Alteraciones en el crecimiento fetal: existe evidencia de que la mala calidad de la dieta incide directamente en el crecimiento fetal. Un dieta excesiva conlleva a un mayor peso al nacer; mientras que una dieta restringida con un bajo peso a término del embarazo.
- Alteraciones en el neurodesarrollo: los expertos señalan que una dieta pobre se relaciona con un rendimiento cognitivo más bajo, déficits en la atención y problemas de comportamiento disruptivo en el bebé.
- Enfermedades en las madres y en el bebé: se ha sugerido que la mala calidad de la dieta puede ocasionar intolerancia a la glucosa, diabetes, hipertensión y enfermedad coronaria más adelante en la vida; tanto en la madre como en sus bebés.
Estas son solo algunas de las secuelas derivadas de las alteraciones en la dieta debido a la pérdida del apetito durante el embarazo. Como puedes ver, no se trata en absoluto de un problema menor. En la práctica existen diversos métodos para fomentar una alimentación saludable durante la gestación.
Consejos para la falta de apetito durante el embarazo
Aunque la pérdida de apetito se debe a diferentes factores como ya se ha explicado, nunca se debe dejar de comer, ya que el bebé se está desarrollando y necesita nutrirse. ¿Qué puedes hacer si el embarazo te ha quitado el apetito? Veámoslo:
- La primera recomendación es informarle a tu doctor de estos cambios, él de seguro te recomendará algunos suplementos alimenticios y no dejar de comer.
- También se debe tomar en cuenta que para el verano la famosa astenia primaveral causa más sed, por el calor uno toma más agua y esto a veces quita el hambre. En vez de solo tomar agua puedes comer frutas como sandía, melón o naranjas, y ensaladas. Lograrás refrescarte, pero a la vez proporcionas nutrientes a tu cuerpo.
- Una buena alimentación logrará un bebé sano y fuerte, por lo cual es importante que en vez de que comas a la casualidad debes programar qué vas a ingerir y qué nutrientes aportará a tu bebé.
- Puedes dividir las porciones en pequeñas cantidades, para que comas más veces pero pocas cantidades.
- Trata de variar el menú. Comer siempre lo mismo por lo general no hace que al cuerpo le apetezca comer, con solo variar las ensaladas o tal vez la presentación, causará un estímulo al cerebro y por ende tu cuerpo sentirá hambre.
Otras estrategias útiles
- En cuanto a los alimentos, conviene evitar los huevos, alimentos grasos y picantes, dando prioridad a una dieta rica en vegetales de hojas verdes y alimentos ricos en fibra. Respecto a las bebidas, lo mejor es tomar agua, infusiones o zumos naturales, evitando las gaseosas o bebidas azucaradas que llenan demasiado el estómago sobre todo antes de las comidas.
- No tienes que seguir un horario, come cada vez que tengas hambre en un ambiente relajado y con buena compañía.
- Para evitar la inapetencia también es preferible beber los líquidos fuera de las comidas, ya que el espacio del estómago debe ser destinado a la comida.
- Comer mucha fibra, frutas y vegetales. A veces los problemas de la pérdida de apetito tienen que ver con el estreñimiento y una buena dieta te ayudará a tener un intestino limpio, según un estudio publicado en la revista Alimentary Pharmacology & Therapeutics.
El apetito puede reducirse durante el embarazo
En las primeras etapas del embarazo el apetito puede verse reducido. No obstante, es necesario llevar a cabo una serie de medidas para garantizar una ingesta mínima de nutrientes. De este modo se satisfarán las necesidades alimenticias de la madre y del bebé que se desarrolla en su interior.
Bibliografía
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